Viajar en familia a Santiago de Compostela

Indice

• Santiago de Compostela, Patrimonio de la Humanidad
• Paseando por la ciudad en familia
• El Camino de Santiago
• Por Santiago con los peques
• Gastronomía gallega
• Alojamientos especiales para familias
• De compras por Santiago

 

Santiago de Compostela, Patrimonio de la Humanidad

El patrimonio cultural y arquitectónico de la ciudad le permitió ser declarada en 1940 Conjunto Histórico-Artístico y Monumento Nacional y en 1984 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.

La historia de la urbe se remonta a miles de años atrás. Los restos arqueológicos indican la existencia de un castro y una villa romana. En el lugar donde hoy se encuentra la Catedral, ya existía desde el siglo I un mausoleo pagano que más adelante daría origen al templo cristiano.

El conjunto formado por la Catedral de Santiago de Compostela y sus cuatro plazas (Obradoiro, Quintana, Praterías e Inmaculada) es uno de los más interesantes y ricos de Europa. Todo un universo de contenidos históricos y artísticos, de símbolos religiosos y de significados espirituales.

La Catedral es el alma de la ciudad. De estilo barroco en el exterior, pero con restos románicos de los inicios de su construcción (año 1075), guarda en su cripta los restos del apóstol Santiago. En ella destaca el Pórtico de la Gloria, el grupo escultórico más acabado y complejo del románico.

También merece la pena acercarse a contemplar el famoso Botafumeiro de la Catedral, el más grande del mundo, que necesita ser impulsado por 8 hombres (los tiraboleiros) para sobrevolar las naves de la basílica.

Además de la seo, el recorrido monumental de la ciudad incluye el Pazo de Xelmírez, uno de los más brillantes ejemplos del románico civil en España; el Hospital Real, erigido por los Reyes Católicos en 1492 para acoger a peregrinos y enfermos, una brillante combinación de estilo plateresco y renacentista; o el Pazo de Raxoi, un edificio neoclásico que actualmente alberga la Presidencia de la Xunta de Galicia, el Ayuntamiento Compostelano y el Consello da Cultura Galega.
 

Paseando por la ciudad en familia

Además de la zona monumental que rodea la basílica, Santiago tiene mucho más que ofrecer a sus visitantes. Por ejemplo, el parque de la Alameda, del siglo XIX, romántico, donde está el mejor mirador de la ciudad: el del Paseo de la Herradura, desde donde hay una espectacular panorámica frontal de la Catedral.

Los amantes de las últimas tendencias del arte contemporáneo no se pueden perder el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), que es a la vez una pequeña joya del diseño arquitectónico, obra del portugués Álvaro Siza; con visitas guiadas gratuitas e interesantes talleres para pequeños y grandes.

También merece la pena una visita al Barrio de Belvís, la “bella vista”, desde donde se tiene una estupenda panorámica del casco histórico, sobre todo al atardecer. Para llegar se cruza el parque de Belvís, una especie de foso natural de la ciudad reconvertido en interesante parque.

 

El Camino de Santiago

El Finis Terrae peninsular ha sido desde siempre punto de destino de caminos que tomaban sentido en función de muy distintas motivaciones. Ya en época de los romanos, éstos se sintieron atraídos por el linde de la tierra conocida donde el sol se hundía en el horizonte. También varios cultos ligados al mundo celta tenían al Finis Terrae como una de sus manifestaciones más importantes.

Pero fue sin duda la tradición ligada al apóstol Santiago el arranque del movimiento global que ha llegado a nuestros días. En el siglo XII, el camino de Santiago llegó a ser uno de los más concurridos de Europa. Hoy en día, como entonces, a lo largo del camino hay servicios tradicionales para los peregrinos, como posadas y comida. Sólo hace falta enseñar la Compostela (credencial de que se es un verdadero peregrino). Aunque la peregrinación estuvo en un primer momento relacionada con la fe católica, no hace falta ser cristiano para recorrer su camino. El ambiente, la camaradería con el resto de viajeros, y la belleza artística y natural de la zona harán de este viaje a pie o en bicicleta la delicia de cualquiera.
 

Por Santiago con los peques

Si vas a visitar la ciudad en noviembre, en este mes se celebra una fiesta popular, Magostos, en la que los vecinos honran a las castañas alrededor del fuego –se asan sobre una chapa característica. Y además vino, chorizos caseros, queimada… y folclore. Hasta que se acaba la cosecha de la castaña en febrero, por toda la ciudad hay pequeños puestos ambulantes típicos que recrean en miniatura a la locomotora Santa Fe, en los que se venden cucuruchos de castañas al estilo tradicional.

En Galicia Dixital (Praza de Inmaculada, s/n) se puede visitar de forma gratuita su exposición permanente basada en las nuevas tecnologías: podréis recorrer virtualmente Galicia a vista de pájaro, “ir a pie” por el Camino de Santiago, subir en una montaña rusa virtual que recrea un recorrido vertiginoso por la ciudad, sentir la magia de la lluvia y muchas cosas más.

Para disfrutar del agua, Santiago cuenta con varias piscinas, unas cubiertas y otras al aire libre, para nadar, jugar y tomar el sol. También hay varios spas y balnearios, que son relajantes y divertidos a la vez. Para disfrutar a tope de la naturaleza, a pocos minutos de la ciudad hay refrescantes playas fluviales. Y además están las playas de las rías, de aguas tranquilas y arena fina, perfectas para los niños y muy cerca de la ciudad.

Y, desde finales de mayo hasta finales de septiembre, cerca de Santiago está el Aquapark de Cerceda (Avenida Meson, s/n), un parque acuático con toboganes, piscinas, jacuzzis…

Y para la época invernal, los parques infantiles de interior, como la Selva de Indiana Bill (C/ Fernando III o Santo, 33), un área de juegos para niños de 2 a 12 años; o Camelot Park (Centro Comercial Área Central), ideal para dejar a los niños jugando mientras se realiza alguna compra.
 

Gastronomía gallega

Santiago es la capital de la gastronomía atlántica. Desde su mercado, la Plaza de Abastos, ofrece productos recién salidos del mar y de la huerta: más de 80 tipos de pescados, 50 tipos de moluscos y carnes que se preparan muy naturalmente para conservar su calidad. Son imprescindibles los mariscos, el pulpo á feira, el queso de tetilla, la tarta de Santiago y los vinos gallegos, como Albariño y Ribeiro.

Los niños son bien recibidos en sus restaurantes y cafeterías. Muchos cuentan con menús infantiles. La web de SantiagoTurismo.com recoge una selección de establecimientos para comer con niños.
 

Alojamientos especiales para familias

Las familias que visitan Santiago tienen varias posibilidades para alojarse: además de las grandes cadenas hoteleras que son iguales que en cualquier ciudad, hay casas completas para familias, o coquetos hotelitos con encanto en el casco monumental. Y también están los bungalós del camping urbano situado en una colina verde con vistas a la ciudad, y las casas de turismo rural de los alrededores, para disfrutar de la naturaleza en un ambiente muy familiar.
 

De compras por Santiago

A grandes rasgos, Santiago de Compostela se puede dividir en 4 grandes zonas comerciales:

- Ciudad histórica: una gran área comercial compuesta por establecimientos de todo tipo: recuerdos, moda gallega, joyerías, boutiques, artesanía… La Rúa Nova, Rúa do Vilar, San Pedro, Caldeirería, y las plazas Toural y Cervantes, son los ejes principales.

- Mercado de Abastos: situado en el interior del conjunto monumental, es un gran mercado tradicional predominantemente gastronómico.

- Ensanche: este barrio está lleno de tiendas que componen una zona comercial muy atractiva y variada, muy cómoda para comprar paseando, y que cuenta además con cafeterías, restaurantes, cines, etc. Sus vías principales son Xeneral Pardiñas, Doutor Teixeiro, República de El Salvador, Montero Ríos, Alfredo Brañas y las plazas Roxa y de Galicia.

- Grandes centros comerciales: los más importantes son el Centro Comercial Compostela (hacia el sureste) y el Centro Comercial Área Central (ubicado en el barrio de As Fontiñas).