Francia con niños

Indice

• Innovación y vanguardia
• Contacto verde
• Visitas entre tierra y mar
• Gastronomía

 

Innovación y vanguardia

El parque temático más innovador de Europa se sitúa en la periferia de la región de Poitieurs. Futuroscope, situado entre Chasseneuil-du-Poitou y de Jaunay-Clan, representa la arquitectura moderna basada en formas geométricas simples, como así lo demuestra la composición de su pabellón principal: una esfera situada en un prisma.

Aquí, niños y adultos compartirán diversiones y nuevas experiencias. Especialmente dedicado a los peques está “El mundo de los niños”. Son dos enormes hectáreas con atracciones al aire libre, espectáculos y talleres. Novedades, tecnología punta y efectos en 4D que mostrarán el futuro tecnológico más cercano.
 

Contacto verde

Los parajes verdesde Francia esconden en su interior multitud de actividades y, otros secretos, que lo hacen sorprendente. ¿Habías pensado en pasar la noche con tu familia durmiendo en un árbol? En el Parc de la Belle lo puedes hacer, ofrecen originales alojamientos en plena naturaleza con cabañas construidas en lo alto de los árboles. Y si preferís contactar con la fauna, se puede visitar El valle de los monos. Este parque está compuesto por una quincena de islas arboladas que permite a los monos vivir en total libertad y en contacto directo con los visitantes.

Pasear por las vías verdes es, sin duda, una manera mágica de descubrir Bretaña, atravesando puertas ocultas y siguiendo caminos olvidados. Sin coches, sin peligros, sin grandes esfuerzos... todos los senderos se adaptan a las necesidades de cualquier senderista para que disfrute, al máximo, del paisaje. Además, el Vèlo rail es una actividad única para adentrarse en la arboleda bretona. Consiste en recorrer, pedaleando, la antigua línea de ferrocarril. El recorrido dura dos horas y es, una manera diferente, de pasear en familia.

Visita las vías fluviales para disfrutar del ocio de la navegación. Pilota un barco mientras atraviesas Bretaña de norte a sur pasando por Dinan, Rennes o Blavent entre otros.
 

Visitas entre tierra y mar

Volver al pasado y sentiros como una familia de la Edad Media es posible visitando el castillo de Fougères. La mayor fotaleza de Europa cuya construcción tenía el fin de proteger el ducado de Bretaña, presenta una excelente puesta en escena de, una hora y media, que hace las delicias de niños y mayores.

Poitiers, ciudad romántica, es referencia del Arte Románico en Francia. Conocida como “la ciudad de los cien campanarios” por la cantidad de construcciones religiosas que albergaba, merece la pena contemplarla desde la Terraza de las Dune. El Baptisterio de Saint-Jean, la iglesia de Notre-Dame-la-Grande o la Catedral de Saint Pierre, son sólo tres de sus ochenta Monumentos Históricos.

La costa, y sus islas, albergan también fascinantes atractivos de los que disfrutar en familia. La Rochelle o Rochefort, son dos ciudades al borde del Atlántico con característicos puertos. La Rochelle se enriqueció gracias a su comercio de sal y vino. Aún conserva vestigios del recinto medieval que lo caracterizaba. Rochefort, sin embargo, fue una ciudad diseñada para construir navíos, y todo tipo de buques, para la armada real

Las islas de Ré o de Oléron disponen de magníficas playas de arena fina, perfectas para niños, y de interminables pistas para bici. El colorido, los mercados, la conservación de las antiguas aldeas y, la gran oferta de ocio para los aficionados a los deportes naúticos, tiñen de encanto a estas dos fantásticas islas.
 

Gastronomía

Estas regiones francesas, destacan al igual que el resto del país, por sus deliciosos panes, quesos y bollos. Las zonas en cuestión, son especialistas también en aceite de oliva, el pato, las aves, los mariscos, las setas, el cognac y los vinos tintos.

Las ostras, un plato típico más propicio para los papás, son las embajadoras de la gastronomia local gracias a un entorno excepcional y unas condiciones climatógicas adecuadas para su cría, así como el buen hacer de los profesionales que la trabajan de forma artesanal.

Cognac no es tan sólo una bebida, es una ciudad comercial en auge llena de actividades y de festivales que la dan vida. Merecerá la pena visitar las antiguas y prestigiosas Casas de Cognac y los museos que muestran la importancia y protagonismo que se generó entorno a esta también bebida.