Ideas para responder a opiniones no solicitadas

Índice

• ¿Por qué todos nos dan sus opiniones?
• 1. Intenta no demonizarles
• 2. Ten una frase preparada
• 3. ¡Distracción!
• 4. Sé honesta

 

¿Por qué todos nos dan sus opiniones?

La mayoría de padres y madres han pasado por ello, una persona (amigo, familiar, compañero de trabajo, vecino…) decide -seguro que con toda su buena intención- darte un consejo u opinión sobre algún aspecto de la crianza de tu hijo. Que con este frío debería ir más abrigado, que deberías continuar la lactancia materna porque ha leído que es lo mejor, que no deberías llevarle tanto en brazos, que si duermes con él lo estás malcriando…

Y al otro lado estás tú, un padre o madre probablemente un poco cansado/a, que no sabe si explicar a dicha persona la historia completa (“no lleva chaqueta puesta porque ya he intentado varias veces ponérsela hoy y se niega y para mantener mi sanidad mental debo priorizar en qué empleo mis energías” o “soy consciente de que la lactancia materna es el mejor alimento pero por motivos X no puedo/quiero continuarla”).  El problema es que ser padre o madre no te convierte en un santo, y a veces te cansas de justificarte frente a personas siempre dispuestas a hacerte saber la mejor forma de criar a un hijo que no es suyo.

Aquí van algunas estrategias para responder a opiniones no solicitadas sin quedar demasiado mal ni perder la paciencia:

 

1. Intenta no demonizarles

En esos casos es probable que tu primer pensamiento sea un adjetivo no demasiado agradable para esa persona. Pero eso no ayuda. De hecho, la mayoría de personas que te dan su opinión lo hacen con la intención de serte de utilidad. De darte su perspectiva. El problema es que no saben que cada uno tiene una perspectiva distinta y que recibir al día diferentes opiniones (además de la tuya propia) sobre diferentes aspectos de tu hijo puede ser mentalmente agotador.

 

2. Ten una frase preparada

Una vez aceptado que no lo hacen con mala intención y que no tiene sentido enfadarte con esa persona, prepara una respuesta que sea educada pero que ponga el punto final a la conversación.

En lugar de largas explicaciones por tu parte sobre aspectos sobre los que no tienes por qué justificarte (como la forma en la que crías a tu propio hijo), pon el piloto automático y utiliza una frase de tu elección. Algo como “Gracias, lo tendré en cuenta”. La idea es que sea, breve, educada y definitiva.

 

3. ¡Distracción!

En muchos casos, el punto 2 bastará para dar por finalizado el tema y podréis cambiar de tema, charlar de otra cosa o, simplemente, seguir con vuestro día. En algunos casos, no obstante, no será suficiente. En esos casos, emplea la distracción. Como haces con tu hijo de vez en cuando, seguro que ya conoces la técnica. Prueba con algo que parezca que se acabe de ocurrir como “¡Oh! ¿Sabes lo que hizo mi hijo el otro día? ¡Me pareció graciosísimo!”, y proceder a contar alguna anécdota reciente.

 

4. Sé honesta

La verdad es siempre una opción a tener en cuenta. Y en algunos casos lo mejor es que, con honestidad, le digas a esa persona que agradeces su opinión, pero que respete tu forma de criar a tu hijo. O que estás cansada/o de escuchar opiniones de todo el mundo y que agradecerías si pudierais hablar de otro tema.

Dicho todo esto, recuerda escuchar a tu entorno de vez en cuando. Recibir feedback externo de cuando en cuando siempre es positivo para aportar algo de perspectiva en tu forma de ser padre/madre o aprender algo nuevo. Y recuerda que nadie nace sabiendo, así que acepta tu paternidad o maternidad como un camino que irás recorriendo paso a paso, aprendiendo mientras tanto.