Yohualtzin
"Nochecita".
"Nochecita".
Divinidad solar de los tarascos.
De origen mongol quiere decir “luz de luna”.
De origen griego, significa "nacido de Hermes". Variante: Germogen.
"Perteneciente a Dios".
"Puma negro".
"Amante del silencio".
El nombre de la espada del Profeta
"Listo para la batalla". Nombre de varias reinas de Castilla y Navarra. Variantes: Bérangère
Nombre germánico que significa "guerrero armado". Variantes: Léovigil.
Variante de Alejandra: defensor de la humanidad. Masculino: Lyaksandro.
"Noble".
Variante de Francisco, "francés".
"Amigo de San Miguel".
Nombre de mujer que significa "la fortaleza de la realeza". Su significado se relaciona con la "buena estirpe", es la mujer noble y que hace del honor su principal cualidad. Santa Kinisburga fue...
Nombre germano que significa "lanza del pueblo".
Nombre procedente del latín. Es la forma familiar del nombre Mabel.
Nombre islandés, adaptación del noruego , resultante de los dos elementos “svein” que significa hombre joven, chico, siervo, y “björn” oso. Variantes: Svenbörn, en sueco.
Del latín sacramentum "depósito hecho a los dioses como garantía de la buena fe de uno", viene de "sagrado, consagrado", en oposición a la profano. En la fe cristiana pasa a significar uno de los actos...
"Gallo alegre. Creador de alegrías".
Que crece. Variantes: Crescentius, Crescenzo, Kreszenz
"El de sagrada resistencia".
Nombre que proviene del latín exaltatio "fuera de altura, fuera de lo corriente, solemne".
"Escudo de poder".
Es un nombre de origen hebreo que significa "Dios con nosotros". Algunas de sus variantes son Emanual, Emanuel, Emanuela y Emanuella.
Nombre francés derivado del latín Marcus: relativo al dios Marte. Nombre de una de las hijas gemelas de Pitt y Jolie: Vivienne Marcheline.
"Hija de Mutara".
Nombre que en mongol significa “joven alegría”.
Nombre que procede del latín Blandus "suave". El Llibre d´Evast e d´Aloma e de Blanquerna, la obra más conocida de Ramón Llull es una novela utópica sobre la sociedad.
Patronímico de otro nombre, Fabricio. Procede de la voz faber, que significa "aquel que trabaja con metales". San Fabriciano fue un mártir español del siglo IV.