Seguridad y piscinas, protección para los más pequeños
Los accidentes son la primera causa de muerte entre los menores de 14 años, y dentro de ellos, los ahogamientos suponen el segundo motivo, solo por detrás de los accidentes de tráfico. El 86% de éstos se producen en piscinas privadas, donde la seguridad es menor. ¿Está tu piscina preparada?
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El peligro de las piscinas
Las estadísticas son claras: del total de ahogamientos en menores de 14 años, el 86% se produce en piscinas privadas, donde los padres se creen seguros y se olvidan de tomar ciertas medidas de precaución. Además, según la Alianza Europea para la Seguridad Infantil, más del 70% de estos ahogamientos se producen en varones de 1 a 4 años.
Los niños se ahogan en pocos minutos, por eso el margen de acción para un salvamento es menor y hay que estar siempre pendiente de ellos.
La mejor manera de evitar estos accidentes es prevenirlos.
Consejos para prevenir accidentes en las piscinas
- Nunca dejes a tus hijos solos, sin vigilancia. El principal problema de muchas piscinas privadas es que no cuentan con socorristas, por eso debes estar pendiente de tus niños constantemente cuando os encontréis cerca de la piscina, tanto si se está bañando como si no.
- Enséñales a nadar, una persona que sabe nadar tienen más recursos para evitar un ahogamiento.
- Nada de juegos peligrosos: el pilla-pilla, tirarse de espaldas, hundirse… Todos estos juegos se les pueden ir de la mano y acabar en un golpe u otro tipo de accidente.
- Evita los cortes de digestión. Aunque lo parezca, no son un mito de las abuelas, después de una comida copiosa, con un cambio brusco de temperatura, se puede producir un corte de digestión, lo que hará que se pierda el control dentro del agua, con el consiguiente riesgo.
- Cuidado con los flotadores, manguitos y colchonetasque uséis en el agua. Si no llevan el marcado UE no cumplirán las normas mínimas de seguridad. Asimismo, asegúrate antes de usarlos de que están bien hinchados y de que no tienen ningún pinchazo.
- Si no encuentras a tu hijo, búscalo primero en la piscina. Cada segundo que pasa es vital.
- Aprende a realizar una reanimación cardiopulmonar. Esto puede cambiar radicalmente las consecuencias de un accidente.
- En fiestas o reuniones, haz turnos con otros adultos para la vigilancia de los pequeños.
- Lleva siempre el teléfono contigo al área de la piscina para poder responder llamadas sin perder de vista a los niños.
- Mantén el agua de la piscina limpia durante todo el año para poder ver claramente el fondo.
- Ten vallada la piscina. Por mucho que vigiles a tus hijos, cualquier segundo de despiste en suficiente para que se produzca un accidente. Así, te aseguras de que no entren a la zona de la piscina sin vigilancia. La valla también debe cumplir una serie de requisitos: ser alta, sin hueco entre los barrotes que les permita pasar y con un cierre de seguridad a prueba de niños.
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