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El sistema de escudo en las sillas de coche: a debate

El sistema de escudo en las sillas de coche: a debate

El sistema de escudo o cojín protector es una de las dos alternativas de sujeción del niño a la silla del coche. A menudo aparece en sillas homologadas pero múltiples estudios han señalado que conlleva ciertos riesgos que deberías conocer.

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Índice

 

¿Qué es el sistema de escudo?

La elección de una silla de coche para tu hijo -obligatoria hasta los 135 cm de altura- depende de muchos factores. Podéis consultar los básicos para las sillas del Grupo 0+ (para bebés de 0-13 kg) en este artículo.

Para resumir las sillas para niños basan su seguridad en dos anclajes: el que sujeta la silla al vehículo (con el cinturón de seguridad o con el sistema Isofix) y el que sujeta al niño a la silla (con el arnés de 5 puntos o con el sistema de escudo). Hoy vamos a hablar de este segundo tipo de anclaje: el sistema de escudo, y es que, a pesar de que pueda ser recomendado por algunas organizaciones o colectivos, diversos estudios ponen en duda que resulte seguro para el niño.

El sistema de escudo se forma de un cojín frontal que se sitúa frente al abdomen del niño y se sujeta con el cinturón de seguridad. Este sistema surgió alrededor de los años 60, pero dejó de usarse en los 90 por el sistema de arnés de 5 puntos. Recientemente, su popularidad ha vuelto. Se basa en un planteamiento lógico: el cuello es una de las partes más vulnerables del niño, el arnés de 5 puntos (sujetado por hombros y cadera) podía entonces suponer una carga para su cuello, algo que disminuía con el sistema de escudo.

Esa es la teoría, pero, como podéis consultar en el post de Laboratorio de Mamá, hay varios aspectos señalados en diferentes estudios que muestran que no es un sistema tan seguro, especialmente en la situación de impacto frontal. Organizaciones como la Asociación Americana de Pediatría desaconsejan este sistema de escudo como sistema de retención.  

 

¿Qué riesgos conlleva el sistema de escudo?

Por un lado, suponen una presión en el abdomen de los niños superior a la que pueden tolerar. En las pruebas, la presión de los sistemas de retención ante un impacto se mide en bares. En general, se considera que el máximo debe estar en 1.3 bares. Estos sistemas registran datos de 1.8 bares o más, muy por encima del máximo establecido.

Además, se trata de un sistema de retención que ha presentado problemas de eyección. Así lo han establecido estudios como este de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE). Como muestran, el sistema de escudo no se mostraba eficiente a la hora de sujetar al niño a la silla y era propulsado hacia delante o los lados de forma más fuerte que con el arnés de 5 puntos. Esto se reiteraba en distintos estudios, incluso saliendo el dummy (muñeco empleado en estas pruebas) de la silla con el sistema de escudo.

Otro aspecto negativo de este sistema de retención es el hecho de que no se pueda regular su posición. El no tener el cojín en el lugar adecuado supone un mayor riesgo para el cuello y espalda. Si, por ejemplo, el cojín queda a la altura del pecho, se produce un movimiento antinatural de la cabeza y cuello por el impacto que pone en riesgo las vértebras del niño.

Frente a esto, el sistema de arnés de 5 puntos -la otra opción de retención del niño a la silla- se ha mostrado más seguro para retener al pequeño garantizando un mayor respeto de su cuello, cabeza o zonas blandas, además de una mayor retención general, al repartir la sujeción en 5 puntos en el torso del niño en zonas de hueso (dos tiras del arnés van en los hombros y tres en la cadera, todas unidas en el centro). No obstante, en caso de ir mirando hacia delante, este sistema tampoco evita que la cabeza salga propulsada hacia delante, con los consiguientes posibles daños para su cuello.

 

Viajar a contramarcha, la mejor garantía

Con todo, el mejor sistema para que viajen los niños en coche es a contramarcha como mínimo hasta los 4 años. El simple hecho de colocar al bebé de espaldas al sentido de la marcha reduce un 500% los riesgos en caso de accidente. El impacto, lateral y, especialmente, frontal, es absorbido por la silla, por lo que el pequeño apenas recibe impacto en su torso, y su espalda, cuello y cabeza no se ven comprometidos, al no salir propulsadas, sino ser presionadas contra el respaldo de la silla. 


Fuente:

DGT

Fecha de actualización: 30-05-2022

Redacción: Irene Gómez

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