Síntomas y tratamiento del mieloma

Indice

• ¿Qué es el mieloma?
• Síntomas del mieloma
• Causas del mieloma
• ¿Cómo se trata esta enfermedad?

 

¿Qué es el mieloma?

El mieloma múltiple es un cáncer de la sangre que comienza en las células plasmáticas de la médula ósea. La médula ósea es un tejido esponjoso que se encuentra dentro de la mayoría de los huesos (columna vertebral, cráneo, pelvis, caja torácica y las áreas alrededor de los hombros y las caderas) y que ayuda a producir células sanguíneas.

Pero cuando una persona padece esta enfermedad, las células plasmáticas se reproducen sin control, formando tumores en las zonas de hueso sólido que van debilitando los huesos.

La causa de la aparición de este cáncer se desconoce.

Es la segunda enfermedad hematológica en orden de frecuencia tras los linfomas no Hodgkin y aparecen entre 4 y 5 casos nuevos por cada 100.000 habitantes y año, lo que significa que en España se diagnostican unos 2.000 casos nuevos por año aproximadamente.

Síntomas del mieloma

Entre los principales síntomas de los afectados por esta enfermedad encontramos

- Anemia

- Fatiga

- Dificultades respiratorias

- Bajo conteo de glóbulos blancos, lo que puede provocar infecciones. Además, las células del mieloma no producen inmunoglobulinas normales, lo que provoca una alteración en el sistema inmunitario

- Bajo conteo de plaquetas, pudiendo causar sangrado anormal

- Dolor en los huesos

- Mayor riesgo de fracturas

- Entumecimiento de brazos y piernas si el cáncer está en la columna

- Lesiones renales ya que las proteínas monoclonales producidas por las células plasmáticas del mieloma se liberan al torrente sanguíneo y pueden pasar a la orina y dañar los riñones

- Náuseas y estreñimiento

- Pérdida de apetito

- Desorientación o confusión mental

- Adelgazamiento

- Sed excesiva
 

Causas del mieloma

Las causas del mieloma no están claras. Se sabe que empieza con la presencia de células plasmáticas anormales en la médula ósea, pero no se sabe por qué aparecen estas células anormales.

Como las células cancerosas no mueren como lo hacen las células normales, sino que se acumulan, con el tiempo, sobrepasan la producción de células sanas. En la médula ósea, las células del mieloma desplazan las células sanguíneas sanas y, como resultado, aparecen los síntomas.

Las células del mieloma continúan intentando producir anticuerpos, como lo hacen las células plasmáticas sanas, pero producen anticuerpos anormales que el cuerpo no puede usar. En su lugar, los anticuerpos anormales (proteínas monoclonales o proteínas M) se acumulan en el cuerpo y generan problemas.

Casi siempre, el mieloma múltiple comienza como una enfermedad relativamente benigna denominada "gammapatía monoclonal de significado incierto", que se caracteriza por la presencia de proteínas M (producidas por células plasmáticas anormales) en la sangre. Sin embargo, en la gammapatía monoclonal de significado incierto, los niveles de proteínas M son más bajos, y el organismo no sufre daños.

Los factores que pueden aumentar el riesgo de padecer mieloma múltiple son:

- Edad avanzada: la mayoría de las personas recibe un diagnóstico de mieloma múltiple a los 65 años.

- Sexo masculino.

- Raza negra.

- Antecedentes familiares de mieloma múltiple.

- Antecedentes personales de gammapatía monoclonal de significado incierto.

¿Cómo se trata esta enfermedad?

Para confirmar el diagnóstico de mieloma es necesario hacer una serie de pruebas de medicina, como análisis de sangre completo, de orina, radiografías de los huesos, examen de la médula ósea, resonancia magnética, tomografía computarizada y tomografía por emisión de positrones…

El mieloma múltiple se desarrolla la mayoría de las veces de manera muy lenta, pudiendo tardar años en causar síntomas.

Es complicado curarlo totalmente, aunque sí se puede tratar y cronificar; incluso en algunos casos se cura tras un trasplante alógeno.

El avance del cáncer depende de la edad del paciente (suele aparecer en adultos mayores de 60 años) y del tipo de mieloma.

También el tratamiento depende del estadio y de las condiciones del paciente. Se puede recurrir a un trasplante de médula como hemos dicho antes, radioterapia o medicamentos.

Los tratamientos con medicamentos específicos se enfocan en debilidades específicas presentes dentro de las células cancerosas. Al bloquear estas anomalías, los tratamientos con medicamentos con diana específica pueden producir la muerte de las células cancerosas.

La inmunoterapia utiliza el propio sistema inmunitario para combatir el cáncer.

También se puede emplear quimioterapia o hacer un trasplante de médula ósea.

Entre las principales complicaciones de esta enfermedad encontramos la insuficiencia renal, fracturas constantes de huesos, niveles altos de calcio en la sangre (hipercalcemia), aumento de las posibilidades de infecciones graves y pérdida de la movilidad.