Osteomielitis en niños

Índice

• Causas de la osteomielitis
• Síntomas de la osteomielitis
• Diagnóstico y tratamiento de la osteomielitis
• ¿Se puede prevenir la osteomielitis?

 

Causas de la osteomielitis

La osteomielitis es una infección del hueso causada normalmente por bacterias (staphylococcus aureus), aunque también puede ser provocada por hongos u otros patógenos.

Las causas de esta enfermedad son:

- Úlcera cutánea que propaga las bacterias a un hueso, los músculos, articulaciones o tendones próximos al hueso.

- La infección puede empezar en otro órgano o parte y llegar al hueso a través del torrente sanguíneo.

- Una fractura abierta o una herida grave puede hacer que las bacterias entren al hueso.

- Tras una cirugía de hueso también es posible que aparezca la infección.

- Es posible en bebés prematuros o cuando hay complicaciones en el parto o el parto es prematuro.

- Diabetes.

- Brucelosis.

- Riego sanguíneo deficiente.

- Anemia de células falciformes.

- Infección causada por un cuerpo extraño.

- Úlceras de decúbito.

- Mordeduras humanas o de animales.

- Sistema inmunitario debilitado.
 

Síntomas de la osteomielitis

Los síntomas de la osteomielitis incluyen dolor en los huesos afectados, sudoración excesiva, anquilosis, fiebre, escalofríos, malestar general, inquietud, hinchazón, enrojecimiento y calor local, dolor, piernas y pies hinchados, problemas para andar si los huesos de las piernas son los afectados.

En bebés, es posible que no se presente ningún síntoma, ni siquiera fiebre. Lo único que se suele apreciar es que no pueden mover la extremidad afectada por el dolor.

La osteomielitis es más frecuente en niños menores de cinco años. Pero puede ocurrir a cualquier edad. Los niños la desarrollan casi el doble de veces que las niñas.
 

Diagnóstico y tratamiento de la osteomielitis

Tras una serie de pruebas para confirmar el diagnóstico, como hemocultivo, biopsia del hueso, radiografías o análisis de sangre, se necesitará aplicar cuanto antes el tratamiento para detener la infección y reducir el daño a los huesos y tejidos circundantes.

Se suministran antibióticos para acabar con la bacteria, o antifúngicos si fuera un hongo. El tratamiento es largo, dura entre 4 y 5 semanas y, a veces, hay que aplicarlo mediante una intravenosa IV en casa.

Si la infección del niño no desaparece, puede ser necesario realizarle una cirugía para extirpar el tejido óseo muerto. El espacio que quede después de remover este tejido puede llenarse con un injerto de hueso o con material de relleno. Así podrá crecer tejido óseo nuevo.

Con tratamiento adecuado, el pronóstico para la osteomielitis aguda usualmente es bueno.

En ocasiones desemboca en una osteomielitis prolongada o crónica. En este caso los síntomas pueden aparecer y desaparecer durante años, incluso con cirugía, y es complicado acabar con ella totalmente. 
 

¿Se puede prevenir la osteomielitis?

La manera más fácil de prevenir la osteomielitis es mantener la piel bien limpia. Todos los cortes y heridas deben limpiarse a conciencia con agua y jabón y, si hace falta un antiséptico.

Para mantener la herida limpia después de lavarla, se puede cubrir con una gasa estéril.

Si la herida tarda mucho tiempo en cicatrizar y/o causa mucho dolor deber ser evaluada por un profesional de medicina.

Y, como en muchas infecciones, padres e hijos deben lavarse las manos a menudo para impedir la propagación de gérmenes y llevar al día el calendario de vacunación.