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La primera visita al dentista

La primera visita al dentista

El 70% de los padres piensa, erróneamente, que cuando sus hijos tienen todavía dientes de leche no es necesario acudir al odontólogo. Es importante que se tome conciencia de que muchos problemas dentales podrían evitarse llevando al niño al odontólogo antes de que le salgan los dientes definitivos.

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Éstas son las dudas más habituales de los papás, Claudia Caronna, especialista en Odontología infantil nos da las respuestas.

 

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Si un diente de leche tiene caries, ¿se debe empastar?

Por supuesto que sí. Una caries en una pieza temporal causa al niño tanto dolor como en una definitiva. Si la caries es profunda y llega al “nervio”, además del dolor, le causa una infección. Si el niño continúa sin atención, la pieza dentaria se destruye y hay que extraerla. Según la edad se coloca un mantenedor de espacio para la pieza definitiva. No existe mejor mantenedor de espacio que la pieza natural, por ello es fundamental que los padres se preocupen de que los dientes de leche permanezcan sanos hasta que llegue el momento del recambio.

 

¿Cuándo debe el niño comenzar a cepillarse los dientes de leche?

No hay una edad preestablecida. Pero se debe empezar a hacerlo cuando hacen su aparición los primeros molares de leche. Por supuesto, en esta etapa la higiene bucodental está a cargo de los padres. Existen cepillos especiales semejantes a un dedo de guante con cerdas muy blanditas en la punta, con los cuales se frotan suavemente los dientes sin pasta dentrífica.

Cuando el niño es capaz de utilizar su cepillo infantil, aunque ya sepa hacerlo bien, todavía es un juego para él. Así que los padres deben ocuparse de que adquieran el hábito de cepillarse al menos dos veces al día, completando ellos la correcta higiene. Terminando el cepillado.

Existen en el mercado pastas de dientes con sabores a fresa, plátano, etc. que hacen más agradable la higiene para la mayoría de los niños, a pesar de esto algunos las rechazan.

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Es importante destacar que en esta etapa las pastas para niños no son indispensables, sino simplemente un reclamo para los pequeños. Lo importante es el cepillado y que el niño se acostumbre a hacerlo. Los padres deben predicar con el ejemplo.

 

¿Cuándo es aconsejable llevar al niño a su primera revisión odontológica?

Si no ha surgido ningún problema antes o no lo ha indicado el pediatra, las revisiones deben hacerse una vez empieza la dentición primaria, es decir cuando comienza a salir los dientes de leche, en torno a los 12 meses. 

Las visitas “no formales” al odontólogo tienen entre sus objetivos quitar los “miedos al dentista”. Así como hacer una costumbre el acudir al dentista para  “prevenir” y no sólo para “curar”. Las revisiones se aconsejan cada 6 meses o al menos una vez al año para poder detectar a tiempo cualquier problema. Además, son muy importantes durante el cambio de la dentición decidua a la permanente y toda la pubertad y adolescencia por si hace falta ortodoncia para que la dentadura crezca de manera adecuada.

 

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¿Cuál es el fin de las revisiones periódicas?

Que el niño se familiarice con los instrumentos y aparatos odontológicos, que se sienta cómodo y vaya cogiendo confianza en la consulta. Hay que explicarles en cada momento lo que se le va a hacer y porqué.

Como padres, tenemos la responsabilidad de educar a nuestros hijos para que no adopten los prejuicios de muchos niños que ven al dentista como una especie de monstruo con todo tipo de instrumentos que le van a hacer daño.

La mayoría de los niños que acuden a las consultas para revisiones periódicas desde que son pequeños, se convierten en el futuro en excelentes pacientes a la hora de los tratamientos, ya que vienen confiados con el profesional y dispuestos a colaborar con él. En cambio, cuando llegan por primera vez a la clínica obligados por un problema y con dolores propios de un flemón, una caries, etc. la atención se complica. Incluso, en algunos casos, se convierte en un trauma para el niño, por desconocer los procedimientos odontológicos y es probable que tengamos en el futuro un adulto con miedo al dentista.

Por eso, nunca debemos amenazarlos con ir al dentista, deben entender que es un profesional de la medicina como cualquier otro que les ayudará a tener una buena salud dental y que no les va a hacer daño ya que existe anestesia y otros medicamentos que evitan el dolor.

Si su primera visita al dentista es pasado el año de edad y va con cierto miedo, es conveniente explicarle lo que le van a hacer, llevar un muñeco que le dé valor y compañía, explicarle que tú también vas y que no pasa nada malo y elogiarle al acabar por lo valiente que ha sido y lo bien que se ha portado.

Es conveniente elegir una clínica especializada en odontopediatría ya que estas clínicas saben cómo tratar a los niños, están decoradas con motivos infantiles, tienen juguetes en la sala de espera… así será todo más fácil y divertido.

 


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