Diagnóstico de las enfermedades reumáticas infantiles

Índice

• ¿Cómo saber si tienes una enfermedad reumática?
• ¿Cuáles son las enfermedades reumáticas infantiles más comunes?
• Cuidado con la información de Internet

 

¿Cómo saber si tienes una enfermedad reumática?

La Sociedad Española de Reumatología (SER), a través de la plataforma de Internet ‘Más que un dolor’, propone diferentes cuestiones clave para averiguar si padeces alguna enfermedad reumática:

- ¿Están tus manos y muñecas hinchadas o con inflamación?

- ¿Te duele la espalda cuando te levantas por las mañanas?

- ¿El dolor te impide conciliar el sueño?

- ¿Has tenido episodios de dolor, enrojecimiento de los ojos y alteración en la visión?

- ¿Te duelen las articulaciones?

- ¿Tienes una erupción cutánea que empeora con el sol?

- ¿Te aparecen con frecuencia úlceras en la boca?

Este es un primer paso para acercarse al diagnóstico, pero aunque las respuestas sean afirmativas, "siempre es necesaria la entrevista clínica del especialista en pediatría y reumatología y la exploración física”, explica el Dr. Enrique Calvo, portavoz de la SER y médico especialista reumatólogo en la Comunidad de Madrid. “Niños  y adolescentes llegan a la etapa adulta sin un diagnóstico, lo que les puede producir secuelas y, en ocasiones, una peor respuesta a los tratamientos disponibles”, destaca.

“Hay mucho desconocimiento por parte de la población, y si los pacientes consultan antes, se puede lograr un mejor manejo de la patología y un pronóstico más favorable, lo que a largo plazo supone una mayor calidad de vida”, añade.
 

¿Cuáles son las enfermedades reumáticas infantiles más comunes?

Se calcula que en España hay entre 8.000 y 10.000 niños que padecen una enfermedad reumática. La artritis, el lupus, la acrodermatitis, la esclerodermia, la fibromialgia o la osteoporosis son algunas de ellas y, en muchos casos, pueden aparecer a edades muy tempranas.

La Artritis Juvenil Idiopática (AIJ) –patología reumática más frecuente en niños- puede aparecer a cualquier edad, aunque depende del tipo (la forma de inicio oligoarticular es el tipo más frecuente de AIJ  y aparece entre el primer y tercer año de vida). El resto de formas como la artritis relacionada con entesitis, la artritis psoriásica o la poliartritis suelen aparecer más tarde.

Otras enfermedades reumáticas como el lupus eritematoso sistémico, dermatomiositis juvenil, esclerodermia, vasculitis, etc. suelen debutar pasados los 4-6 años de edad.

El diagnóstico precoz es esencial para mejorar los tratamientos y la calidad de vida de los enfermos.
 

Cuidado con la información de Internet

Internet es una fuente de información rápida e inmediata, pero también puede ser contraproducente si no se sabe buscar o se hace caso de páginas web poco fidedignas.

Desde la SER nos advierten de los peligros de una búsqueda errónea en la red. “Cerca del 10% de la población general y hasta el 30-50% de los jóvenes que llega a la consulta de Reumatología ya ha consultado previamente en Internet los síntomas o el motivo de su dolor”, explica el Dr. Enrique Calvo. “Algunos pacientes se quedan desorientados y preocupados porque los datos consultados no son objetivos ni veraces, no corresponden ni se ajustan al  diagnóstico individual y no acaban entendiendo lo que les sucede”, afirma.

Por ello, la SER, con la colaboración de AbbVie, acaba de lanzar ‘Más que un dolor’, (www.masqueundolor.com). Se trata de una campaña informativa sobre enfermedades reumáticas dirigida a la población más joven y que, por primera vez, ofrece datos claros, incluye secciones interactivas, testimonios, vídeos y está presente en las redes sociales. El objetivo principal, asegura el Dr. Calvo, es “fomentar el conocimiento de estas patologías para que la población sepa cuándo se debe acudir a un profesional, con el fin de recibir un diagnóstico precoz y ser derivado a tiempo al reumatólogo”. En España, una de cada cuatro personas padece algún tipo de enfermedad reumática.

“En pleno siglo XXI, muchos pacientes siguen acudiendo tarde a consulta, lo que implica un diagnóstico tardío y daños irreversibles en las articulaciones”, explica el Dr. Calvo.

Gracias a Internet, la población está más informada, “pero no siempre se encuentran datos y cifras veraces, por lo que muchas personas acaban desorientadas y con más miedos”, afirma este especialista.

En este sentido, la SER recuerda a la población un decálogo de puntos clave que debería aunar una página web para servir de plataforma fiable a la hora de consultar información de calidad sobre salud:

- Recomendación principal: Internet es sólo una herramienta complementaria. Siempre se ha de consultar a un profesional especializado acerca de cualquier decisión sobre nuestra salud.

- Asegurarse de que la página web está avalada por una sociedad científica o médica, un organismo oficial o una asociación de pacientes acreditada.

- Comprobar quién firma la información: si es un especialista, un hospital… Hay que huir de los “gurús de bata blanca” que ofrecen soluciones inmediatas.

- Fecha de publicación. La información sobre salud tiene fecha de caducidad. Estudios de hace dos años pueden estar desfasados, pero otros de hace diez pueden seguir siendo válidos, por eso es necesario que se incluyan las fechas de las publicaciones.

- Cuidado con las fuentes: citar una fuente no convierte a la web en un sitio fiable. Citar estudios aislados tampoco. Es recomendable huir de consejos basados en estudios de pocos casos o en los que se generalizan los resultados de forma inadecuada.

- ¿Se ofrecen “milagros”? Hay que evitar aquellos foros, blogs o webs donde ofrecen productos “altamente eficaces y sin efectos secundarios” y con referencias a personas famosas que lo utilizan y les ha ido bien. En todo caso, antes de asumir riesgos innecesarios, consultar antes con el especialista qué posibles efectos beneficiosos y perjudiciales pueden tener dichos remedios.

- No debemos fiarnos de una página web exclusivamente porque esté bien redactada, tenga un buen diseño o contenga imágenes de personas con “bata blanca”. En muchos casos, en salud resulta más importante el contenido que el continente.

- En el caso de que se visite un foro, especial cuidado con las historias personales. Cada paciente presenta unas características propias y es el especialista quien debe evaluarlas, y sólo él quien puede ofrecer un diagnóstico y/o tratamiento individualizado/personalizado.

- Nunca se debe consumir un medicamento sin la prescripción y la consulta previa al especialista.

- Las imágenes o vídeos que hay en Internet sobre determinadas enfermedades, síntomas o consecuencias no siempre tienen por qué producirse o aparecer en todos los pacientes. Algunos de estos materiales pueden contribuir a asustar y preocupar más a pacientes y familiares.