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¿Cómo saber si un niño ve bien?

¿Cómo saber si un niño ve bien?

Los problemas visuales que no se identifican y atienden a temprana edad pueden generar graves consecuencias en el rendimiento escolar de los niños, ya que es frecuente que ni los padres ni los maestros perciban tales trastornos, capaces de provocar bajas calificaciones e incluso incrementar en nivel durante el curso escolar.

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Los problemas de agudeza visual afectan aproximadamente al 20% de los estudiantes de primaria y secundaria, originando que un gran porcentaje requiera con urgencia el uso de gafas graduadas para corregir su afección visual. De no atender estas complicaciones, las consecuencias en el aprovechamiento académico puede llevar al estudiante incluso hasta la deserción escolar y otros problemas de salud, menciona José Luis Merino, oftalmólogo miembro de la Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica.

 

Problemas más habituales entre los escolares

De acuerdo a datos de la Secretaría de Salud entre los defectos visuales más comunes se encuentra la miopía, que impide ver bien de lejos ocasionando el acercamiento de los objetos para una mejor distinción.

La hipermetropía que dificulta la visión de cerca y provoca dificultad para leer, así como enrojecimiento de ojos y dolor de cabeza posterior a la lectura. Y el astigmatismo, donde se recurre a posiciones incómodas para ver mejor, dado que la imagen se percibe distorsionada.

En los niños, además, es común también la ambliopía u ojo vago. Otras patologías, como el estrabismo, son más fáciles de detectar, ya que el niño tuerce un ojo o los dos ojos no se mueven en la misma dirección y eso lo pueden detectar los padres fácilmente.

 

Signos que alertan de un problema visual

Es importante tomar en cuenta ciertos síntomas que pudieran presentar los pequeños al momento de realizar actividades, por lo que se debe prestar especial atención si al escribir o leer se acercan a una distancia menor a 25 centímetros, si confunde las letras o los números, si presenta anomalías en los ojos como enrojecimiento o lagrimeo, si dobla la cabeza y cuello para percibir mejor la información, comenta el oftalmólogo pediatra.

Lamentablemente junto con los principales problemas de agudeza visual, existe otro riesgo poco atendido como es la cotidiana exposición de los escolares a los rayos ultravioleta solares, que puede ocasionar conjuntivitis y otras complicaciones por efecto acumulativo como daño en córnea y retina, degeneración macular y catarata, esta última principal causa de ceguera en el mundo.

Atiende los siguientes signos y síntomas que revelan problemas visuales en los escolares:

- Mantiene los objetos de cerca tratando de enfocar.

- Tiene poca habilidad para ver objetos a distancia como leer la pizarra.

- Cruza o entrecierra los ojos.

- Tiene dificultad para leer o hacer trabajos de cerca. 

- Tiene dolores de cabeza relacionados con periodos de lectura.

- Pestañea más de lo normal.

- Se frota mucho los ojos.

- Cierra un ojo o se lo tapa para ver mejor.

- Se queja de visión borrosa.

- Al leer, se pierde o se salta líneas.

- Se sienta muy cerca del televisor.

- Hay lagrimeo o enrojecimiento de ojos.

- Pierde el hilo cuando está leyendo o no se acuerda de lo que ha leído.

- Al leer sigue el texto con el dedo, mueve mucho la cabeza o la tuerce.

- Se tuerce al escribir y/o se sale mucho al colorear.

- Al fijar la vista en alguna actividad inclina, gira o ladea la cabeza o la espalda.

- Presenta sensibilidad exagerada a la luz.

- Da pasos en falso, se cae con frecuencia o avanza la cabeza para ver mejor.

- Vocaliza en voz baja cuando está leyendo.

- Tiene una rigidez corporal cuando mira objetos de lejos.

- Se tapa o guiña un ojo de vez en cuando para ver mejor con el otro.

- Mala coordinación entre ojos y mano. Por ejemplo, le cuesta atrapar una pelota.

- Se marea o ve doble al ver una película en 3D.

Si se detectan varios de estos problemas en un niño, es muy probable que presente algún tipo de problema de visión. En ese momento, se debe acudir a un profesional de oftalmología o pediatría para que realice el diagnóstico e indique el tratamiento adecuado. En la mayoría de los casos será la utilización de gafas. En el caso del ojo vago, es probable que sea necesaria la oclusión del ojo sano para que el ojo vago “trabaje”.

Además, se aconseja acudir a revisiones con el oftalmólogo de manera periódica empezando a los 2 o 3 años.


Fuente:

José Luis Merino, oftalmólogo miembro de la Asociación Mexicana de Oftalmología Pediátrica.

Fecha de actualización: 22-03-2022

Redacción: Irene García

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