¿Cómo entretener a niños hospitalizados?

Índice

• La importancia de los juegos en el hospital
• Consejos para ayudar a niños hospitalizados

 

La importancia de los juegos en el hospital

Algunos hospitales cuentan con pequeños centros de dispersión pero para los que por su enfermedad no puedan acudir a los centros infantiles, en el punto de encuentro para el aprendizaje y el ocio de estos niños de cada hospital, recibirán en sus habitaciones algunos kits con pequeños juegos.

El objetivo de los distractores es que los niños recuerden su experiencia en el hospital desde un punto de vista no traumático. Una forma de hacer que el hospital sea lo menos agresivo para los pequeños, pero que refuerce la comunicación y para trasladar tantos a los doctores como a sus padres cómo se encuentra.

Existen títulos como el de la Fundación Atresmedia "Más de 150 juegos para divertirse dentro y fuera del hospital". Este libro, escrito por la periodista Lary León y editado por Zenith, incluye retos para desarrollar la imaginación, para reír, para expresar emociones, para divertirse o para relajarse.

Las actividades que presenta ayudarán a los niños de todas las edades a expresar lo que sienten a conocerse mejor, e incluso a hacer magia, porque con muy poco material pero mucha imaginación, se puede conseguir que las horas pasen sin darse cuenta y de forma más divertida.

No olvidemos que los niños en el hospital están pasando por alguna enfermedad, pero siguen siendo niños y necesitan jugar, reírse, aprender, ver colores, sentir alegría a su alrededor y, sobre todo, necesitan atención emocional.

Tanto las enfermeras como todo el personal médico buscan hacer lo posible para que los niños se sientan a gusto. Intentan hacer que esa estancia sea lo menos aburrida y que se acerque en lo posible a su vida cotidiana, pero no deja de ser una tarea muy complicada.
 

Consejos para ayudar a niños hospitalizados

Es importante, mientras el niño esté hospitalizado, que reciba todo el apoyo necesario para que se recupere lo antes posible y vuelva a su vida habitual. Si tienes algún hijo en esta situación, ayúdale. Para eso existen, además, algunos pequeños consejos:

- Habla con tu hijo sobre su enfermedad, aclarando sus dudas y miedos.

- No dejes de jugar con tu hijo participando siempre en los cuidados médicos.

- Lee cuentos para él, y luego ejercita la interpretación del texto para que él se distraiga.

- Si el personal médico lo permite, invita a que algunos amigos de tu hijo vengan a visitarlo al hospital. Es importante que el niño no se sienta sólo o aislado.

- Si la estancia en el hospital es larga, anima a tu hijo con un regalo sorpresa.

- Ten mucha paciencia y tolerancia con tu hijo. No olvides que él está viviendo una situación diferente, y seguramente eso repercutirá en su carácter, en su forma de comportar.

La realidad del niño hospitalizado cambia desde aspectos más individuales como de aspectos más vinculados al entorno:

- Su debilidad los puede volver apáticos y pasivos.
- Se ven incapaces de reaccionar normalmente a los estímulos externos.
- Pierden autonomía y control, con lo que pueden demostrar ira y frustración.
- Temen que les hagan daño con las agujas, los tratamientos, etc.
- Pueden aparecer estados depresivos, regresiones, ansiedad, aislamiento, miedo, negaciones y obsesiones.
- Puede disminuir su capacidad habitual de tolerancia.

Si le regalas un juguete al niño recuerda las condiciones higiénicas ya que hay que tener en cuenta los procesos de limpieza, desinfección y esterilización, que permiten, respectivamente, reducir gérmenes, eliminar microorganismos patógenos e incluso destruir la flora microbiana de un juguete. Para ello, el juguete ha de estar hecho de un material resistente. El plástico es, quizás, el material más adecuado.