Prevención de la violencia de género
A pesar de los cambios en las leyes, del aumento de unidades policiales destinadas a la asistencia y protección de las víctimas de violencia, de las campañas mediáticas, de las medidas que han adoptado las comunidades autónomas y los ayuntamientos, el hecho es que en lo que va de año, el número de mujeres fallecidas a manos de sus parejas o exparejas asciende ya a más de 50, sin contar las miles que viven amenazadas o con órdenes de alejamiento, con miedo constante.
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Educar en igualdad para evitar la violencia de género
La situación no mejora y parece que cada vez se da más entre parejas muy jóvenes, con lo que es necesario que erradiquemos la violencia desde el principio. Hay que eliminar las actitudes machistas desde que nacen, modificar las pautas sociales y culturales de comportamiento basadas en la idea de la inferioridad o la superioridad de uno de los sexos y en la atribución de papeles estereotipados a la mujer y al hombre, así como eliminar el uso de la violencia como modo de resolución de conflictos.
La base de esta premisa es educar en la igualdad, que no es lo mismo que la eliminación de las diferencias sino la ausencia de discriminación por la existencia de esas diferencias. No obstante, es cierto que muchas veces puede ser difícil poner en práctica este tipo de educación, sobre todo porque todos tenemos aprehendidos una serie de estereotipos, conceptos, frases hechas… de los que muchas veces cuesta deshacerse.
La educación en igualdad, tanto en casa como en la escuela, es clave para que los niños y niñas aprendan desde pequeños que todos somos iguales y que no se debe tratar a los demás con violencia, que nadie es más que otro para obligarle a hacer algo que no quiere.
La empatía, el compañerismo y la tolerancia son otros valores que debemos enseñar a los niños desde pequeños, siendo el mejor ejemplo para ellos.
¿Cómo actuar ante la violencia de género?
- Lo más importante es dejar claro que la norma que rige todas las normas es el respeto a los demás y a uno mismo, trasladándolo a todas las áreas.
- Es muy importante el trabajo en equipo, donde se establezcan las funciones de cada miembro del grupo alternando labores tanto a niñas como a niños.
- Trabajar con el lenguaje, evitando discriminación por razón de sexo. Por ejemplo, expresiones como “los niños no lloran”, “dile a mamá que te planche la camisa”, etc. promueven la desigualdad y la violencia contra la mujer.
- Explicar las diferencias físicas entre niños y niñas, diferencias que son necesarias conocer para poder eliminar estereotipos.
- Leer libros sobre la igualdad entre todos y la igualdad de género.
- Fomentar la libertad, la justicia, los valores éticos, el respeto y aprecio a las libertades y diferencias individuales y colectivas dentro de los principios democráticos de convivencia.
- Sentirse enfadado no es negativo, forma parte de los estados de ánimo de una persona, pero sí es negativo tener una reacción violenta como respuesta a esa sensación. Por ello se debe enseñar a los niños que existen otras vías posibles de reacción, como es el diálogo, la relajación,… En definitiva, enseñar a controlar nuestras reacciones.
- Además de intentar evitar el uso de insultos o palabras malsonantes, también hay que prescindir de las formas de expresión y movimientos del cuerpo que resulten agresivos, así como tonos elevados de voz.
- Normalmente son las madres las que pasan más tiempo con los hijos, son ellas las que hacen la comida, cuidan a los hijos, limpian la casa y, en la mayoría de los casos, también trabajan fuera. Esto hace que en muchos casos sean las hijas las que se encargan de más labores del hogar en comparación con sus hermanos. Hay que repartir equitativamente las tareas de la casa.
- Evitar juguetes sexistas y actividades para nuestros hijos según su sexo: los chicos al fútbol, las niñas a mamás y papás… Tienen que ser ellos los que decidan a qué les gusta jugar.
- La televisión influye enormemente en nuestros hijos. Además de controlar qué programas ven y el número de horas al día, cuando nos sentemos con ellos a verla, debemos comentar las imágenes que están saliendo y si sale algún comportamiento negativo, preguntarles si les parece bien lo que están viendo, si lo van entendiendo o no…, de manera que de la televisión hagamos una manera de compartir un espacio y de aprender juntos, y de ese modo se convierta en un elemento positivo.
- Muchos ayuntamientos y juntas municipales imparten talleres para educar en igualdad, talleres tanto para los padres como para sus hijos.
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