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¡No fui yo! No aceptes excusas de tu hijo

¡No fui yo! No aceptes excusas de tu hijo

Es importante enseñar a los niños a responsabilizarse de sus actos ya que, muchas veces, es peor intentar esconder y engañar que reconocer lo que se ha hecho mal y pedir perdón. 

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Índice

 

¿Por qué los niños no aceptan su culpa?

La reacción cuando preguntas a un niño quién ha sido el responsable de romper un jarrón o de desordenar la habitación suele ser la misma: “No es mi culpa” o “Yo no he sido”. Es una reacción normal en niños a partir de los 3 o 4 años (los más pequeños no son conscientes de las consecuencias de sus actos y no suelen tener problema en aceptar su responsabilidad).

Sin embargo, a pesar de ser normal en niños excusarse, no debes aceptar siempre sus excusas y permitir que se salga con la suya ya que puede acabar convirtiéndose en un problema si, ante cualquier pequeño error o fallo, en vez de aceptar su parte de culpa busca siempre responsables ajenos, como su hermano, un compañero de clase o el profesor.

Es importante que los niños se hagan responsables de sus actos ya que aceptar los errores es la única manera de enmendarlos, buscar soluciones, pedir perdón y no cometerlos de nuevo en el futuro. Si le dejas excusarse siempre, nunca aprenderá ni mejorará.
 

Consejos para que los niños sean responsables de sus actos

Para conseguir que los niños sean responsables, debes seguir estos consejos:

- No te enzarces en una discusión cuando se empeñe en decirte que él no ha sido y sea
obvio que sí. Déjale claro que, aunque pueda haber un motivo para su comportamiento, el último responsable es él y debe aceptar su culpa.

- Enséñale la diferencia entre una explicación y una excusa. Lo primero acepta la responsabilidad personal aunque trate de explicar por qué ha pasado algo. Las excusas buscan echar la culpa a otra persona o cosa.

- Ayúdale a resolver sus problemas. Aceptar la culpa está muy bien y es un primer paso, pero no hay que quedarse ahí ya que la finalidad última es resolver el problema que se ha causado. Si ha suspendido, ayúdale a estudiar más. Si ha hecho daño a un niño, a pedirle perdón.

- Felicítale cada vez que acepte su responsabilidad. Eso no significa que, si debe ser castigado o reprendido, lo sea, pero hazle ver que estás muy contento de que haya aceptado su culpa sin poner excusas.

- Muéstrale que todos cometemos errores, que es normal y nos malo, pero hay que saber reconocerlos y aprender de ellos.

- No subestimes a tu hijo y asígnale tareas y responsabilidades adaptadas a su edad y sus capacidades desde pequeño. 


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

 

Fecha de actualización: 18-01-2023

Redacción: Irene García

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