Métodos para enseñar a leer a los niños

Índice

• El método Sintético o Silábico
• El método Analítico
• El método Glenn Doman

 

El método Sintético o Silábico

Este método (hablar/comprender, leer/escribir) es el método tradicional para enseñar a los niños a leer y usado en educación. Se trata de empezar la enseñanza de las partes para conseguir un objetivo global.  Por tanto, lo primero que se les enseñará será el abecedario, empezando por las vocales y a la vez que se practica la grafología de las mismas. Y una vez que van conociendo y dominando las diferentes letras, se van introduciendo entonces los sonidos para que los niños puedan identificar como suenan las mismas cuando se juntan con otras, aplicando aquí el método fonético en donde la unidad mínima del aprendizaje es el fonema (sonido), por ejemplo, el sonido de la “m es mmm”, iniciando con las vocales y después las consonantes con la imagen del objeto y palabra, combinándose ambas dando lugar a secuencias silábicas : pa, pe, pi, po, pu. Al combinar estas secuencias se construyen las palabras.
 

El método Analítico

También conocido como global, pretende que los niños sean capaces de leer y apoyarse en imágenes con palabras. La enseñanza de la lectura pasa de conocer la estructura y el “todo” a desmenuzar las palabras hasta llegar a las letras. Se trata de un método más dinámico que el sintético y además estimula más la lógica del niño. Aplicado en niños que han cumplido los tres años y fundamentado en la asociación de palabras y textos con imágenes, por lo que hay niños que antes de aprender a leer, son capaces ya de leer marcas comerciales que ven continuamente e incluso algunos eslóganes cortos. En esta metodología podremos trabajar con bits de inteligencia, empezando con las palabras que más familiares les resulten a los niños como su nombre, mamá, papá y seguir con otras palabras cotidianas como mesa, ventana, etc.

En la escuela y en casa serán muy útiles tanto las fichas como los murales. Cualquier momento es ideal para estimularles: podemos hacerlo viendo la televisión o paseando y leyendo los carteles que más le llamen la atención y las imágenes que vea junto a las palabras.

Al emplear este método nos estaremos saltando un paso importante en el aprendizaje de la lecto-escritura que es el abecedario.  Algunos expertos, de hecho, consideran que esto podría provocar deficiencias en el lenguaje a largo plazo como las faltas ortográficas por lo que será importante centrarse en el aprendizaje de la ortografía, aunque el niño ya lea bien sin haber aprendido el abecedario. Una vez que empiezan a leer sus primeras palabras debemos enseñarles simultáneamente el abecedario. Si vemos que aún no tienen la madurez necesaria, iremos despacio y sin presionarles, intentando que el aprendizaje sea un juego más para ellos.

El método Sintético y el Analítico son considerados como contrapuestos, pero en realidad son complementarios porque en ambos se enseñan palabras a los niños entre tres y cinco años, asociadas a imágenes, se observan semejanzas entre palabras que empiezan con la misma letra (elefante y escalera), y ya a partir de los seis años comienzan con un análisis de los segmentos de las palabras, el silabeo (ma, me, mi, mo, mu).

Piaget: “El niño no almacena conocimientos, sino que los construye mediante la interacción con los objetos circundantes”.
 

El método Glenn Doman

Lleva aplicándose casi cincuenta años, considerado como el padre del método científico analítico, ya que su fundamento es la relación de las imágenes y de los sonidos, con excelentes resultados reconocidos mundialmente. Doman fue el creador de los bits de inteligencia, fichas con fondos blancos para que el niño no pierda su atención con detalles sin importancia y organizadas en grupos muy concretos: animales, medios de transporte, etc. El método consigue que el niño relacione las imágenes con las palabras.

Es importante saber que la lectura y la escritura no es exclusividad del entorno escolar, sino que se trata de un objeto cultural.  Los niños tienen conocimientos previos de la lengua escrita antes de iniciar su escolarización, mayormente si viven en un espacio rico en libros y literatura.

Las estrategias para enseñar a leer no deben aplicarse seguidas, al igual que no debemos esperar que los niños aprendan a leer de la noche a la mañana, pues se trata de un proceso y como todo proceso requiere tiempo, pero también dependerá de la madurez de cada niño. Recordemos no forzarlo para evitar que, en lugar de tomar el gusto por la lectura se convierta en algo que les desagrada, ya que de la lectura dependerá su aprendizaje académico.

Doman afirma que “aprender a leer precozmente fomenta el gusto por la lectura, favorece el desarrollo de la inteligencia del niño, y abre para él un mundo de posibilidades”.