¿Es posible evitar el consumismo en Navidades?

Índice

• ¿Cómo evitar el consumismo en Navidad?
• Aprovecha también para inculcarle valores

 

¿Cómo evitar el consumismo en Navidad?

El consumismo navideño en nuestro país es el más alto de Europa. La llegada de las luces, los anuncios de regalos, los paseos por los centros comerciales… sumergen a los niños en un estado de excitación que puede, si no se canaliza adecuadamente, volverse en su contra y ser difícil de manejar por los adultos.

Y es que según el II Estudio sobre Felicidad e Infancia elaborado por Imaginarium, el 24,03% de los padres españoles considera que la principal causa de felicidad de sus hijos durante la Navidad son los juguetes que van a recibir durante estas fechas, por delante de otras opciones como hacer planes en familia o el hecho de tener vacaciones.

Pero, por otra parte, los padres también piensan que las tres principales causas de la felicidad de los niños son el sentirse queridos y valorados, pasar tiempo con sus padres y explorar el mundo a través del juego real. Por ello, la Navidad es un momento ideal para hacer realidad sus deseos y, en lugar de comprarles juguetes y más juguetes, dedicar tiempo al juego real y a pasar tiempo de calidad con los niños.

Para ello, Imma Marín, especialista en juego y educación y miembro del comité de expertos de Imaginarium, nos da las claves para transmitir a los niños ilusión por los regalos y evitar el consumismo:

1. Menos edad, menos juguetes. La regla de oro establece que, cuanto más pequeño es un niño, menos juguetes de golpe puede digerir. Por eso, para niños pequeños se recomienda regalarle pocas cosas y repartidas en varias casas o incluso en varios días. Además, en la primera etapa lo mejor es recurrir a pocos juguetes pero que fomenten sus primeras habilidades motrices y sensitivas.

2. Comprarlo por y con amor. El regalo ha de pensarse teniendo en cuenta su edad, sus gustos y aficiones, lejos del estrés publicitario.

3. Juguetes que fomenten la creatividad y los sentimientos. La principal función de un juguete es estimular las ganas de jugar, es decir, de imaginar, crear, descubrir, soñar... Por ello los regalos deben estimular su imaginación y sus capacidades artísticas.

4. Juguetes que favorezcan el movimiento en casa y al aire libre. Ya sea detrás de una pelota, encima de un triciclo o en una bicicleta, los niños necesitan moverse.

5. Regalar juguetes que fomenten las relaciones sociales. Si bien a los niños les gusta jugar con los adultos, también necesitan jugar con otros niños para aprender a interrelacionarse.

6. Regalar con sentido común. El número de regalos, su variedad, la manera en la que se los entregamos y el tiempo que compartimos jugando con ellos crean una atmósfera de ilusión, valor y agradecimiento o, por el contrario, de estrés, histeria, e incluso desprecio, que suele acabar en enfados y llantos.

 

Aprovecha también para inculcarle valores

Cada vez es más difícil encontrar el ‘Espíritu Navideño’ entre la gente. La Doctora Rosa María Ibáñez, psicóloga infantil, lo explica así: “Es importante ayudar a los más pequeños a discernir en qué consisten estas fechas. Hay que cambiar la percepción que tienen de la Navidad, únicamente ligada al consumo. Son extremadamente inteligentes y es deber de los padres infundirles sensatez y sentimiento social”.

El periodo navideño pasa pronto y rápidamente volvemos a las rutinas del día a día. Por ello, los expertos de Top Doctors han elaborado una serie de actividades que nos pueden ayudar a inculcar valores sociales en estas Navidades para así luchar contra el consumismo y hacer de estas fiestas algo más humano:

- Gratitud: Ayuda a los niños a valorar lo que tienen y lo que reciben. Cada año, por estas fechas, al igual que Papá Noel o los Reyes Magos, los más pequeños pueden hacer una caja de regalos de entre sus juguetes y ropa para donar a los niños que no tienen. 

- Generosidad y Solidaridad: Involucra a tu hijo en determinadas acciones que se llevan a cabo en estas fechas como las “operaciones kilo”, o la compra de artículos “solidarios”. Así aprenderán sobre el comercio justo y fomentaremos en ellos el orgullo de compartir más allá de sus familiares y amigos.

- Empatía y atención a los demás: Por ejemplo, ayudando a cuidar de los mayores. “Llevar a los abuelos a desayunar, de paseo, ayudarles a hacer la compra o a vestirse si lo necesitasen. No se trata tanto de hacer algo especial, sino de dar mayor relevancia a las acciones diarias o habituales que puedan hacer por ellos”. A los niños un poco mayores se les puede animar a aprovechar sus vacaciones para apuntarse algún tipo de voluntariado.

- Familia, unión y amistad: Las reuniones familiares son una ocasión estupenda para fomentar en los jóvenes sentimiento de amistad y unión. Pueden ayudarte a preparar la cena, o interpretar algún tipo de teatro o representación para pasar un tiempo especial con toda la familia.

- Humildad: Es uno de los grandes valores de la sociedad. Para enseñarles el valor de la humildad y el sacrificio, proponerles pedir en su carta a los Reyes Magos un regalo para otra persona que realmente lo necesite, ya sea conocido o no.

Además, es fundamental fomentar la alegría y la felicidad, haciendo que disfruten lo más posible pero mediante acciones que realmente merezcan la pena.