Cómo hacer una mudanza con niños
Por diversos motivos, ya sean económicos, laborales o familiares, es posible que te plantees la posibilidad de cambiar de casa, barrio, ciudad y de país. Esta situación puede generar estrés para ti y, sobre todo, para tu hijo. El pequeño tendrá que dejar atrás a sus amigos y compañeros de colegio y tendrá que adaptarse a un nuevo lugar, casa, habitación, etc.
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¿Cómo afecta una mudanza a un niño?
Las mudanzas afectan a cada niño de diferente forma, pero lo que más influye es la edad. Lo cierto es que los bebés de menos de un año no presentan ningún problema al cambio, salvo que noten el estrés y nerviosismo de sus papás. No obstante, si os mostráis tranquilos, es muy fácil que se acomoden al nuevo hogar.
Cuando son menores de tres años ya se empieza a complicar el asunto. Es verdad que todavía siguen teniendo facilidad de adaptación a la nueva casa, pero hay que hacer hincapié en seguir con la misma rutina que había en la vivienda o barrio anterior.
Para los niños en plena edad escolar es mucho más difícil porque tienen que abandonar a sus primeros amigos, lugares de juego, su hogar al que estaban acostumbrados, su profesor, etc. Como ya son conscientes de todo, les costará adaptarse a su nueva vida.
Consejos para una mudanza con niños
Sin embargo, para que la mudanza con niños vaya lo mejor posible y conseguir que no le afecte demasiado, es necesario seguir los siguientes consejos:
- Comenta a tu hijo la decisión de la mudanza desde un primer momento. Así podrá comprender lo que está sucediendo y no se sentirá apartado ni desorientado sobre el nuevo giro que dará su vida. Es importante que no lo sienta como algo impuesto.
- Debes explicarle con claridad los motivos de la mudanza para que lo entienda como algo necesario y pueda aceptarla de las mejores formas.
- Tranquilízalo y muestra que el cambio puede ser positivo. Para ello, no debe notar tu nerviosismo y estrés.
- Ten en cuenta que requerirás su ayuda para guardar todas sus cosas, así se asegura que se llevará sus objetos y juguetes más preciados.
- Tienes que informarte sobre la nueva zona para descubrir sus nuevas opciones culturales, de juego o tiendas.
- Enséñale el nuevo barrio y la nueva casa para descubrirle sus aspectos positivos. Si es en otra ciudad, facilítale fotos o vídeos. Contágiale tu ilusión por el cambio, que sienta que es algo bueno.
- Intenta que el cambio no coincida con algún otro cambio o momento duro como la muerte de un familiar, un divorcio, la retirada del pañal…
- Deja que el pequeño decore la habitación a su gusto.
- Léele cuentos que traten sobre mudanzas y tengan final feliz.
- Dale tiempo para que se puedan despedir de sus amigos de clase y del vecindario. Y, una vez en la nueva casa, procura que siga en contacto con ellos.
- Cuando estéis instalados en el nuevo hogar debes seguir manteniendo su rutina y horarios.
- Apúntalo a actividades extraescolares de su nuevo colegio para que haga nuevos amigos fácilmente. También es importante que hagáis actividades divertidas en familia.
- Pregúntale cómo se siente a menudo después de la mudanza. Deja que exprese también los sentimientos negativos, no los coartes, lo importante es que exprese lo que siente para que pueda superarlo. Muéstrale comprensión por su tristeza o descontento y acompáñale en esos sentimientos.
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