¿Cómo ayudar a mi hijo impulsivo?

Índice

• Características de un niño impulsivo
• ¿Cómo actuar con un niño impulsivo?

 

Características de un niño impulsivo

La impulsividad es un rasgo del temperamento en niños o personalidad en adultos que ha estado presente, en uno u otro grado, a lo largo de toda la evolución del ser humano. Hoy en día, la impulsividad en muchos niños se manifiesta con una gran intensidad y frecuencia llegando a alterar la convivencia y condicionar la vida de los padres que la sufren.

Normalmente, la impulsividad viene acompañada de hiperactividad y déficit de atención en lo que denominamos: TDAH, y esto puede ser la antesala de problemas de aprendizaje, conductas disruptivas y, más adelante, agresivas o delictivas. Hay niños que presentan serias dificultades para reprimir sus impulsos y esto les conlleva numerosos conflictos tanto en el ámbito familiar como en el escolar. 

Los niños que tienen dificultades con la impulsividad tienen problemas para detenerse a pensar antes de actuar. Ellos podrían decir cosas, interrumpir a otras personas, tener dificultad para esperar que sea su turno o hacer cosas peligrosas para ellos. La conducta impulsiva no se presenta con las mismas características en todos los niños. Y los síntomas pueden cambiar en la medida que los niños crecen. 

Estos son algunas conductas que presenta un niño impulsivo:

- Primero hace, luego piensa.

- Contesta antes de terminar de oír la pregunta.

- Muestra dificultades para aguardar el turno en los juegos.

- Tiene mal perder. No soporta que le ganen.

- Interrumpe o estorba a los demás.

- Posee baja tolerancia a la frustración.

- Tiene poco autocontrol.

- Es desobediente y negativo.

- Reconoce su problema, pero no puede controlarlo y reincide.

- Puede involucrarse en actividades físicas peligrosas sin valorar sus consecuencias.

- Si es muy pequeño, suelen darle fuertes rabietas incontroladas.
 

¿Cómo actuar con un niño impulsivo?

En este sentido es importante entender que, si bien es cierto que para los padres es agotador mantener unas normas, pautas y horarios claros y constantes, para los niños impulsivos es la mejor manera de ayudarles, ya que de lo contrario puede suceder que estos episodios se refuercen si con ello el niño consigue lo que quiere, y por tanto, puede aprender a manipularnos a través de ellos.

Cuando se produzca un episodio de impulsividad extrema (rabieta, insultos, gritos, agresiones, etc.) los padres, maestros o adultos a cargo de la educación del niño deben mantener la calma. No se debe intentar razonar nada en esos momentos. Muéstrese sereno y tranquilo, a la vez que contundente y decidido.

No es suficiente con actuar de forma adecuada ante sus conductas impulsivas. Los niños impulsivos necesitan que les expliquemos qué es lo que les pasa y qué pueden hacer. Estos razonamientos o reflexiones sobre los hechos o sus comportamientos en ningún caso deben realizarse en el momento de la conducta impulsiva, sino cuando las cosas se han tranquilizado.

Estar en contacto y trabajar con los profesionales puede ayudarle a obtener respuestas acerca de la causa de la impulsividad de su hijo. Estas son algunas sugerencias:

- Entender las conductas impulsivas de su hijo facilita encontrar la ayuda que necesita.

- Llevar un registro de cuándo su hijo está siendo impulsivo le dará una información muy valiosa. Las notas pueden ayudarle a usted y a los profesionales que están trabajando con su hijo a averiguar los detalles de lo que está pasando.

- Su hijo podría no darse cuenta de que es impulsivo. Con calma, señale estas conductas en privado para ayudarle a “verlas”, inclusive después que han pasado.

- La mayoría de los niños con poco control de sus impulsos, en realidad quisieran portarse bien. Por eso, elogie a su hijo cuando él sea capaz de manejar sus impulsos.

- Encuentre consejos y sugerencias de parte de algunos expertos sobre una amplia gama de situaciones preocupantes.