¿Cómo afecta la diversidad a los niños?

Índice

• ¿Se pueden corregir los prejuicios raciales?
• Enseñar la diversidad desde la infancia

 

¿Se pueden corregir los prejuicios raciales?

El problema principal es que desconocemos cómo podemos corregir los prejuicios ante la diversidad racial. Algunos investigadores piensan si nos concienciamos de esta situación puede contribuir a la eliminación de estos prejuicios. Como consecuencia, a pesar de la complejidad de la materia, los estudios han profundizado mucho más en este problema.

Una curiosa posibilidad es que nuestras respuestas ante las caras de los miembros de otra cultura –miembros de un grupo externo– están en parte fijadas en la infancia. Jasmin Cloutier, psicólogo de la Universidad de Chicago, ha presentado algunas investigaciones interesantes que sugieren que cuando antes se ponga en contacto a los más pequeños con personas de diferente raza, menos susceptibles serán a ciertos tipos de prejuicios.

Concretamente, Cloutier escribió un artículo en 2014 para el Diario de Neurociencia Cognitiva junto a otros psicólogos, Tianyi Li, también de la Universidad de Chicago, y Joshua Correll, de la Universidad de Colorado Boulder. Para la investigación, escogieron a 45 participantes de raza blanca y realizaron un experimento basado en su exposición ante una serie de personas de raza blanca y negra. En algunos casos, a los blancos les mostraron algunas fotos y la historia de los de raza negra. En el momento de la exposición, se empleó una tecnología de escaneo cerebral para medir la actividad de la amígdala de los participantes –actividad en la parte central del cerebro que se activa cuando tiene miedo o se expresan otras emociones–. Después, procedieron a preguntarles sobre si habían estado a menudo en contacto con personas de diferentes razas en su infancia.
 

Enseñar la diversidad desde la infancia

El resultado fue que ante las personas de raza negra que no habían visto antes, se registró la misma actividad de la amígdala independientemente de la exposición de la infancia a la diversidad. Sin embargo, para las caras negras que se hicieron familiares durante la tarea, los blancos que se habían expuesto a la diversidad infantil no tuvieron apenas respuesta de sus amígdalas, lo que significa que al haber mantenido cierto contacto con esas personas hace que sus cerebros estén más preparados.

Por otra parte, Cloutier afirmó que considerar a los demás como individuos antes que como miembros de un grupo social también podría explicar la reducción de la actividad de la amígdala. Además, este efecto podría ser el resultado de la gran habilidad de procesamiento facial de los perceptores que están expuestos a una mayor variedad de caras. Las personas con esta capacidad no necesitan reclutar las redes de procesamiento para reconocer los rostros cuando se encuentran con uno familiar.

Finalmente, Jasmin Cloutier quiere seguir estudiando si la exposición interracial en la niñez está relacionada con la reducción de la actividad en una gran red de áreas cerebrales para demostrar que esta acción podría hacer que nuestro cerebro sea más apto para procesar diferentes tipos de rostros e individualizarlos.