Roncar durante el embarazo

Indice

• ¿Por qué se ronca en el embarazo?
• ¿Puede perjudicar al bebé?
• ¿Se pueden evitar los ronquidos en el embarazo?
• Apneas en el embarazo

¿Por qué se ronca en el embarazo?

Según diversos estudios de medicina, entre un 25 y un 30% de mujeres ronca en algún momento del embarazo, aunque es más habitual que esto suceda en el segundo y tercer trimestre.

Todo el mundo puede tener episodios ocasionales de ronquidos si está resfriado o duerme boca arriba con el cuello en una mala postura. Esto sucede porque las vías respiratorias se obstruyen, por lo que no podemos respirar adecuadamente por la nariz y tenemos que hacerlo por la boca.

Durante la gestación es muy frecuente tener mayor mucosidad, lo que dificulta la respiración por la noche, favoreciendo los ronquidos. Esta congestión se debe a los altos niveles de estrógeno y al incremento del flujo sanguíneo en todo el organismo, incluidas las mucosas de la nariz, que hace que éstas se inflamen.

Asimismo, parece que durante estos meses las vías respiratorias de la embarazada se estrechan a causa del aumento de peso y del almacenamiento de más grasa, que se sitúa también en la garganta.

También hay mujeres que tienen más riesgo de roncar durante el embarazo:

- Mujeres obesas o que han cogido demasiados kilos durante la gestación.

- Aquellas que tienen el cuello más largo de lo normal.

- Las que padecen asma, hipertensión o preeclampsia.

- Aquellas que ya roncaban mucho antes de quedarse embarazadas.

Lo normal es que estos ronquidos sean leves y desaparezcan al cambiar de postura. Sin embargo, hay mujeres que pueden padecer episodios de apnea del sueño, es decir, que las vías respiratorias se cierren por completo impidiendo que llegue oxígeno, lo que hace que la mujer se despierte. La apnea sí puede ser peligrosa ya que limita la llegada de oxígeno al feto, por lo que se debe consultar al médico.

¿Puede perjudicar al bebé?

En general, no hay preocuparse de los ronquidos de una embarazada, a no ser que no la permitan descansar bien. También hay que consultarlo con un médico si van asociados a otras enfermedades como apnea, preeclampsia, diabetes, hipertensión u obesidad. En esos casos, habría que tratar la enfermedad causante.

¿Se pueden evitar los ronquidos en el embarazo?

Si roncar te impide dormir bien (o a tu pareja), puedes seguir una serie de recomendaciones para evitar los ronquidos:

- Duerme siempre de lado, favorece la respiración y, además, evitas el síndrome de hipotensión supina, un problema que puede surgir en la gestación al dormir boca arriba si el peso del útero aplasta la vena cava inferior, impidiendo la correcta circulación sanguínea.

- Evita las bebidas con cafeína ya que ésta estrecha las vías respiratorias.

- Mantén la cabeza ligeramente elevada usando una almohada.

- Si el médico lo recomienda, usa tiras nasales adhesivas para ensanchar las fosas nasales.

- No cojas mucho peso durante el embarazo. Lleva una dieta sana y practica ejercicio con regularidad. El sobrepeso y la obesidad favorecen los ronquidos y las apneas.

- Espera a hacer la digestión antes de irte a la cama. Procura cenar unas dos horas antes de acostarte.

- Usa un humidificador en la habitación para que el ambiente esté menos seco.

Apneas en el embarazo

La apnea del sueño o Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS) o Síndrome de Apnea-Hipopnea durante el sueño es un trastorno del sueño que consiste en interrupciones frecuentes y cortas (unos 10-15 segundos) de la respiración mientras se está durmiendo.

Este trastorno es más frecuente en mujeres embarazadas que también padecen obesidad.  Además, las gestantes que padecen apnea del sueño tienen más posibilidades de desarrollar hipertensión gestacional, preeclampsia y bajo peso del bebé al nacer. También está asociada con un mayor grado de somnolencia durante el día. La buena noticia es que estos riesgos disminuyen considerablemente si se trata la apnea.

Por eso, es necesario conocer los principales síntomas de la apnea:

- Ronquidos

- Pausas en la respiración

- Sueño agitado

- Cansancio y somnolencia por el día

- Sudoración nocturna excesiva

- Irritabilidad

- Cefaleas

- Sed intensa al levantarse

Si se confirma el diagnóstico, el tratamiento, tanto para embarazadas como en otros casos, es el uso de una mascarilla C-PAP que ayuda a respirar, impidiendo que la vía aérea se colapse y evitando así los cambios en la presión arterial y el resto de complicaciones que la apnea puede causar en el aparato respiratorio y la salud.