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Complicaciones en el embarazo y la tiroides

Complicaciones en el embarazo y la tiroides

¿Problemas de tiroides? Los cambios hormonales y ciertas enfermedades pueden dar lugar a desórdenes de la glándula tiroidea en el embarazo, que provocan graves complicaciones tanto para la madre como para el feto si no se lleva un control adecuado

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Indice

 

¿Qué es la tiroides?

La tiroides es una pequeña glándula en forma de mariposa que se encuentra en la parte delantera del cuello. Juega un papel muy importante en la salud puesto que las hormonas que produce ayudan a regular el crecimiento y desarrollo, la termogénesis (regulación de calor), la tasa metabólica del cuerpo (velocidad con la que la comida se transforma energía) y la creación de la síntesis de proteínas.

A veces esta glándula produce demasiada o muy poca tiroxina (su hormona, que mantiene el funcionamiento normal del cuerpo), dando lugar a dos enfermedades: hipertiroidismo e hipotiroidismo.
 

El hipotiroidismo

La tiroides produce menos tiroxina de lo que debería. Los síntomas de esta enfermedad son:

- Aumento de peso sin explicación

- Fatiga  

- Sensación de frío

- Periodos menstruales más fuertes

- Pérdida de memoria

- Estreñimiento

- Latidos cardiacos lentos

- Engrandecimiento de la tiroides

- Dolor muscular y de las articulaciones

- Pérdida del cabello

- Piel seca

 

El hipertiroidismo

Existen una serie de señales que avisan de la aparición de esta dolencia (la mayoría de las cuales son contrarias a las del hipotiroidismo):

- Pérdida de peso

- Nerviosismo e irritabilidad

- Aumento de los latidos cardiacos

- Deposiciones más frecuentes

- Sensación de calor

- Disminución del flujo menstrual

- Engrandecimiento de la tiroides

- Irritación de los ojos y problemas de la visión

- Polifagia (aumento de la necesidad de comer)
 

Complicaciones en el embarazo

Aproximadamente 1 de cada 500 mujeres sufre esta enfermedad durante el embarazo (el hipotiroidismo ocurre entre un 3-5%; y el hipertiroidismo en un 2%). Algunas porque ya lo padecían, otras porque lo desarrollan durante la gestación. De una forma o de otra, su diagnóstico es muy difícil porque los síntomas suelen ser atribuidos al embarazo en lugar de a un desorden de la tiroides.

Esta enfermedad influye en la fertilidad, dificultando el embarazo, ya que puede afectar a la menstruación, haciendo que ésta sea irregular o que incluso desaparezca. Además, puede provocar abortos espontáneos o malformaciones en el feto.

El embarazo afecta a todo el organismo y produce múltiples cambios en él. Una de estas modificaciones puede ser la alteración de la producción de tiroxina por parte de la tiroides. Existen una serie de factores que suponen un estímulo importante de esta glándula en la mujer embarazada, como la hormona gonadotropina coriónica (muy parecida a la tiroxina, por lo que puede estimular la tiroides) o los estrógenos que se liberan durante los nueve meses.

Ambas hormonas aumentan la producción de tiroxina, pero en condiciones normales, el moderado sobreesfuerzo que se pide al tiroides no supone ningún problema. Pero si hay una deficiencia en yodo la situación es diferente. En ese caso, la glándula tiroidea de la madre es insuficiente para fabricar la cantidad de hormona necesaria. La tiroxina aumenta y el tiroides crece. Al niño le pasa lo mismo y también puede nacer con un pequeño bocio, aparte de los problemas de desarrollo que haya podido tener. Otra de las causas más frecuentes del hipertiroidismo en el embarazo es la enfermedad de Graves. Es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario de la persona produce anticuerpos que obligan a esta glándula a producir más hormonas de las necesarias.  

Si el desorden es de leve a moderado, la mayoría de embarazadas y sus bebés no deben tener complicaciones. Con un tratamiento adecuado, el pronóstico es normal. Sin embargo, si se trata de un problema grave o sin control, existe mayor riesgo de padecer infecciones, anemia, presión sanguínea alta o demasiada proteína en la orina (aparte de los abortos y las malformaciones). Afortunadamente existen medicamentos antitiroides que pueden controlar la producción de la glándula tiroidea.

Si la mujer ya padece este desorden antes de quedarse embarazada, puede continuar con su medicación una vez se quede encinta, pero debe decírselo a su ginecólogo para que éste lleve un control más riguroso del embarazo. El único tratamiento que no es compatible es el yodo radioactivo que se usa a veces para tratar el hipertiroidismo, ya que puede causar daños al feto.
 

Complicaciones para el feto

En casos graves de hipertiroidismo, es muy probable que el bebé también padezca este desorden al nacer, que se produzca un parto prematuro o que el niño nazca pequeño.

La hormona tiroidea es crítica para el desarrollo cerebral del bebé. A las tres semanas de la concepción comienza a formarse el esbozo de lo que ha de ser el tiroides del niño; desde el tercer mes de la concepción el tiroides del feto es ya capaz de acumular yodo, funcionar y producir sus propias hormonas; tres semanas después del nacimiento el recién nacido ha utilizado las hormonas que podían provenir de su madre, ha agotado sus depósitos y comienza a funcionar conectado con la hipófisis.

Durante el embarazo, el feto tiene dos posibilidades de utilizar las hormonas tiroideas: las que él mismo fabrica y las de su madre que pasan a través de la placenta. Si su madre tiene un hipotiroidismo severo el niño utiliza las hormonas que él fabrica; si el niño tiene una agenesia tiroidea, es decir, una falta congénita de tiroides, tampoco tiene problema, utiliza las hormonas que le suministra su madre. En ambos casos el niño nace absolutamente normal en su desarrollo.

El problema ocurre cuando hay una falta de yodo para la fabricación de las hormonas tiroideas. En estas circunstancias no funciona bien ni el tiroides de la madre ni el del feto, y entonces sí surgen los problemas.

Los niños nacidos con hipotiroidismo congénito (carecen de función tiroidea al nacer) pueden tener anormalidades severas cognitivas, neurológicas y del desarrollo si la condición no es reconocida y tratada prontamente. Estas anormalidades del desarrollo pueden prevenirse si la enfermedad se reconoce y se trata inmediatamente después del nacimiento.

El efecto del hipotiroidismo materno en el desarrollo del cerebro del bebé no es tan claro. El hipotiroidismo severo no tratado en la madre puede conducir a un desarrollo alterado del cerebro en el niño. Esto se ve principalmente cuando el hipotiroidismo materno es debido a deficiencia de yodo, lo cual también afecta al bebé. Sin embargo, estudios recientes han sugerido que ciertas anormalidades leves del desarrollo cerebral pueden verse en niños nacidos de madres que tenían hipotiroidismo leve no tratado durante el embarazo.
 


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Fuentes:

www.tiroides.net

Friel.A. Lara, Trastornos de la tiroides durante el embarazo https://www.msdmanuals.com/es-es/hogar/salud-femenina/complicaciones-no-obst%C3%A9tricas-durante-el-embarazo/trastornos-de-la-tiroides-durante-el-embarazo

Fecha de actualización: 28-07-2020

Redacción: Irene García

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