¿Puede una embarazada beber tónica?
La tónica es una bebida gaseosa, sin alcohol y de sabor amargo elaborada con agua, ácido carbónico y quinina. Fue originada en Inglaterra para prevenir el paludismo en la India, en aquel momento una colonia británica.
Índice
¿Qué es la tónica?
Cuando te quedas embarazada son muchos los alimentos y bebidas que te prohíben o te aconsejan evitar o reducir, como todas aquellas bebidas con cafeína o teína, de las que no se deben consumir más de 300 mg al día ya que puede causar daños al feto. Por eso, es normal que ya no sepas lo que se puede y lo que no se puede beber.
En cuanto a la tónica, es una bebida amarga que se toma poco sola ya que es más común usarla mezclada con licores, como la ginebra. Pero ahora que no puedes beber alcohol y debes buscar alternativas para cuando salgas a tomar algo (es probable que ya estés harta de la cerveza sin alcohol y los refrescos), quizá hayas pensado en tomar tónica y no sepas si es conveniente o no.
La tónica está elaborada con agua, ácido carbónico y quinina. Tiene gas, pero no alcohol.
En su origen fue creada por los soldados británicos destinados a la India para combatir el paludismo, por lo que se usaba como medicina. En la actualidad, la quinina se obtiene de un árbol de origen peruano y se sigue empleando como remedio para la malaria. En pequeñas dosis puede tener efectos analgésicos, antipiréticos y antisépticos. En cambio, en excesivas dosis puede tener un efecto negativo en la vista, oído, estómago y sangre.
¿Se puede beber tónica en el embarazo?
Lo más importante que la mujer embarazada debe saber es que la quinina en grandes cantidades puede afectar negativamente a la salud del bebé, sobre todo la del oído. Aunque es mejor evitarla, si te gusta no es malo tomar un vaso de tónica de vez en cuando.
Además, hay que tener en cuenta que la tónica:
- Reduce la absorción de calcio en los huesos.
- Perjudica a la hidratación de agua por las células.
- Puede dar gases al ser una bebida gaseosa.
Sin embargo, no hay problema en que te tomes una tónica de vez en cuando, aunque es mejor que apuestes por bebidas más sanas como el agua, los zumos naturales, ciertas infusiones o la leche desnatada. Lo más importante es que te mantengas bien hidratada y que no consumas nada de alcohol, ya que esta sustancia atraviesa la placenta, llega al feto y puede causarle daños muy graves como Síndrome de Alcoholismo Fetal, abortos espontáneos u otros problemas.
Fuente: Blott, Maggie (2015), Tu embarazo día a día, Barcelona, Ed. Planeta.
Fecha de actualización: 22-01-2021
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