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¿Qué hacer si el bebé tiene convulsiones febriles?

¿Qué hacer si el bebé tiene convulsiones febriles?

La mayoría de padres se sabe enfrentar a una fiebre normal de sus hijos. La cosa se complica cuando aparecen las convulsiones febriles, siendo más habituales en niños de uno a dos años. Esta situación, aunque no sea grave, se puede convertir en verdadera angustia para los padres, por eso, os mostramos lo que se debe hacer. 

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Indice

 

¿Qué son las convulsiones febriles?

Las convulsiones febriles son episodios convulsivos que pueden ocurrir cuando un niño pequeño tiene una fiebre que supera los 38º C. Suelen durar unos minutos y remitir por sí solas.

Aunque puedan parecer graves y asustar mucho a los padres, la mayoría de ellas remiten sin tratamiento y no causan ningún otro problema de salud ni complicaciones.

Hasta un 5% de niños las padecen.

Las convulsiones febriles simples no están asociadas a una infección o inflamación del sistema nervioso central, un problema metabólico ni epilepsia. Es decir, se presentan en un niño sano que hasta entonces no había presentado ningún problema.
 

Causas de las convulsiones febriles

Para comenzar, una convulsión febril en niños pequeños está causada por picos de fiebre alta. Durante estas convulsiones, los niños suelen perder la conciencia y se estremecen moviendo las extremidades en ambos lados del cuerpo. Igualmente, aunque sea menos común, el niño se puede volver rígido o tener contracciones en una sola parte del cuerpo. Lo más normal es que duren un minuto o dos, pero pueden ser breves, de apenas unos segundos, o extenderse hasta quince minutos. Ocurren en el primer día en fiebres que hayan sido suscitadas por catarros, gastroenteritis o infecciones de oído.

La principal causa se debe a que la temperatura se sistematiza en un centro que se encuentra en el cerebro. En los más pequeños, este centro todavía no está desarrollado del todo y, cuando su temperatura aumenta de forma brusca, el cerebro todavía no sabe reaccionar y, como resultado, se producen las convulsiones febriles ante una enfermedad.

Por eso, son más habituales en niños entre los 6 meses y los 5 años; al llegar a esta edad, suelen desaparecer. Son más frecuentes en niños con antecedentes de convulsiones, niños que ya han tenido antes alguna convulsión o si se tiene la primera antes de los 15 meses.

 

Síntomas de las convulsiones febriles

Los síntomas de las convulsiones sencillas son:

- El niño pierde la consciencia

- Empieza a sacudir su cuerpo, sobre todo sus extremidades

- Existe contracción muscular repentina

- El niño puede llorar

- Puede ser que se orine o vomite

- En ocasiones, los niños en esos momentos son incapaces de respirar y, en consecuencia, empiezan a ponerse morados

Las convulsiones febriles complejas duran más de 10 minutos, ocurren más de una vez en 24 horas, y las sacudidas y retorcimientos afectan solo a una parte del cuerpo o bien a una mitad del cuerpo.

 

¿Cómo se debe actuar en estos casos?

Es importante que durante estas crisis tengáis en cuenta:

- No dejar al pequeño solo en ningún momento

- No impedir los movimientos convulsivos de tu hijo

- Lo mejor que puedes hacer es colocar a tu hijo en el suelo en una zona segura

- Si el pequeño vomita o acumula saliva en la boca, debes voltearlo hacia un lado o boca abajo para que su respiración no se vea obstaculizada y es un mito que se pueda tragar la lengua

- Asimismo, no le metas nada en la boca para que no se muerda la lengua, puesto que la probabilidad de lesiones aumenta

- Si lleva ropa de vestir ajustada, aflójala, aunque es mejor retirar la ropa de cintura para arriba

- A la vez, intenta que la fiebre disminuya aplicándole paños mojados de agua tibia. Presta atención sobre todo a las zonas de la frente y el cuello

- Mantén la calma y, cuando haya pasado la convulsión, adminístrale el antitérmico habitual

- Debéis acudir al centro para explicarle al médico de pediatría lo acontecido

- Dar de forma preventiva paracetamol no reduce el riesgo de convulsionar. Si está predispuesto a hacerlo, lo hará

Por último, no te asustes si tu hijo manifiesta frecuentemente convulsiones febriles. En estos casos, el profesional de medicina le recetará algún medicamento específico para evitar el riesgo de una nueva convulsión. Si se vuelve a repetir, no os preocupéis porque estas convulsiones no causan ningún daño al niño. 
 

¿Cuándo se debe acudir a urgencias?

- Si las convulsiones duran más de 5 minutos

- Si afectan solo a algunas partes del cuerpo en vez de a todo el cuerpo

- Si le cuesta respirar o se pone azul

- Si no responde con normalidad

- Si tiene otro episodio convulsivo en las mismas 24 horas


Fuente:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Fecha de actualización: 03-06-2021

Redacción: Esperanza Pavón

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