Problemas usuales en los testículos del bebé, ¿qué hacer?

Índice

• Problemas más habituales en los testículos
• Otros problemas testiculares en bebés

 

Problemas más habituales en los testículos

Los recién nacidos a veces llegan al mundo inmaduros o con algún problemilla que suele resolverse solo en los primeros meses de vida. Sin embargo, aunque no sean condiciones serias, preocupan gravemente a sus papás. Estos son los principales problemas que pueden presentar los testículos de tu bebé al nacer:

1- Criptorquidia: Así se llama cuando uno o ambos testículos no han descendido en el momento de nacer. Es un problema más habitual en los bebés prematuros.

En la mayoría de los casos, el testículo descenderá sin tratamiento durante el primer año de vida del niño. Si esto no ocurre, se puede recurrir a inyecciones de hormonas para tratar de que el testículo vaya hasta el escroto o cirugía (orquiopexia).

2- Hidrocele: El hidrocele testicular es la acumulación de líquido seroso alrededor de uno de los testículos, concretamente alrededor del cordón espermático y dentro de la túnica vaginal, provocando la hinchazón del escroto.

En el hidrocele congénito, que es aquel que se da en recién nacidos, la causa está en un cierre incompleto de la cavidad peritoneal durante el desarrollo del aparato.

Generalmente este problema se resuelve de manera espontánea a lo largo del primer año de vida, por lo que no es necesario tratamiento. Si no fuera así, habría que recurrir a la cirugía.

3- Testículos en ascensor: Esto sucede cuando los testículos no están bien fijados a la bolsa escrotal y, ante determinados estímulos, el músculo cremáster hace que uno o ambos testículos asciendan, llegando incluso hasta la ingle.

No es igual que la criptorquidia ya que se los puede hacer descender con cuidado y solo sucede si el bebé se pone nervioso o le da frío, por ejemplo. 

Esta característica no causa problemas y no hace falta tratamiento.
 

Otros problemas testiculares en bebés

Estos son los problemas más habituales en los testículos al nacer, aunque también podemos encontrarnos otros problemas mucho menos frecuentes en estos primeros meses o a lo largo de la vida, como por ejemplo:

- Anorquia: Ausencia de ambos testículos al nacer.

En este caso se puede recurrir a prótesis y a hormonas para que el niño pueda llevar una vida más normal. Por supuesto, conlleva la infertilidad.

- Macroorquidismo: Excesivo desarrollo testicular. Normalmente va asociado al síndrome del cromosoma X frágil, y suele presentarse con retraso mental. También puede darse en niños prepuberales con hipotiroidismo primario de largo tiempo de evolución.

- Priapismo: Erección persistente del pene que no se debe al deseo o estimulación sexual y que causa dolor.

En niños, generalmente, está causado por una enfermedad genética de la sangre denominada drepanocitosis, ya que dos tercios de los niños con priapismo tienen drepanocitosis.

En este caso, el tratamiento del priapismo iría asociado al de la drepanocitosis, cuyo único tratamiento definitivo es el trasplante de la médula ósea.

- Seminoma: Es un tipo de cáncer que comienza en los testículos. Crece a partir de las células germinativas, las células que producen los espermatozoides.

Es más común en hombres jóvenes y de mediana edad.

El tratamiento depende de la localización del tumor y del estadio del mismo, aunque lo normal es recurrir a tratamiento quirúrgico para extirpar el testículo (orquiectomía), radioterapia y quimioterapia.

- Torsión testicular: Es la torsión del cordón espermático que une al testículo al resto del tracto genital. Dicho cordón espermático usualmente contiene los vasos sanguíneos que llevan irrigación sanguínea al testículo, de modo que una torsión del cordón suele provocar una isquemia testicular asociada a dolor súbito que puede causar náuseas y vómitos.

Es una urgencia y requiere cirugía inmediata para no perder el testículo.