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Empezando a estimular y a jugar con tu bebé

Empezando a estimular y a jugar con tu bebé

Ya ha nacido, ya le tienes junto a ti. Sin embargo, aunque los primeros meses el cansancio te supere, sólo querrás cuidarle y jugar con él, ya que la importancia de estos primeros estímulos es enorme. Pero… ¿cómo se puede jugar con un bebé?

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Indice

 

¿Por qué es importante jugar con el bebé?

Antiguamente se pensaba que los recién nacidos no podían relacionarse con el medio exterior, es decir, que eran pasivos debido al desconocimiento existente sobre las capacidades de los bebés. Actualmente se sabe que el niño tiene necesidad de percibir y relacionarse con el mundo que le rodea, de forma adecuada y dentro de sus posibilidades, por lo que los juegos tienen que ser sencillos y eficaces para cada edad. De esta forma, gracias al juego se fomenta la inteligencia del pequeño y se potencian todas las capacidades con las que nace.

El juego en contacto con la piel materna contribuye al desarrollo de las capacidades generales del bebé y estimula el crecimiento intelectual y emocional, además de proporcionar una excelente salud física.

Así, los niños que han aprendido a jugar adecuadamente presentan los siguientes beneficios:

• Desarrollan la capacidad para el lenguaje con mayor rapidez.

• Tienen buen apetito y se alimentan sin dificultades, ganando el peso y tono muscular adecuado.

• Aprenden a estar activos en periodos de vigilia y a dormirse tranquilos.

• Tienen mejor humor y lloran menos.

• Su estimulación física proporciona un mayor aporte de sangre al cerebro, siendo así más receptivo.

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Estimulación en los primeros días del recién nacido

En sus primeros 15 días el pequeño pasa la mayor parte del tiempo durmiendo, aproximadamente unas 19 horas, por lo que habrá que aprovechar sólo aquellos momentos en que esté despierto, respetando sus horas de sueño.

• Mírame a los ojos. Tumba a tu bebé boca arriba y sitúa tu cara a unos 20 o 30 centímetros de la suya. Los niños tienen un interés natural por los ojos, ya que se encuentran en constante movimiento. Este es el inicio de sus relaciones sociales. Asimismo, si actúas adecuadamente favoreciendo su desarrollo visual, tu hijo podrá concentrarse durante más tiempo. Puedes también poner tu mano a esta distancia y separar y mover tus dedos lentamente, ayudándole así a concentrar la mirada.

• ¿Quién habla? Tu bebé es capaz de reconocer la voz de mamá y diferenciarla de la de papá, por lo que es importante decir su nombre repetidamente, identificándote: “soy papá”,”soy mamá”. El niño es más sensible a los sonidos agudos que a los graves, por lo que es aconsejable que utilices el tono normal de conversación, cambiando posteriormente la modulación; así le resultará más entretenido.

• Un CD de música. Entre los sonidos que más les agradan a los bebés se encuentran: la voz de sus papás, oír su nombre, sus balbuceos, los sonajeros, risas, canciones de cuna y música barroca o clásica, los latidos del corazón,… Puedes grabarle un CD con estos sonidos y ponérselo cerca de su cuna para tranquilizarle y que se sienta acompañado.

• Acunando a mi bebé. Balancear rítmicamente a los bebés favorece la respiración, ayudándoles a tranquilizarse. Por ello, es aconsejable que le acunes en diferentes posturas: contra tu pecho, de espaldas a ti, etc. • Masajes. Con los masajes se estimula el sentido del tacto, muy desarrollado en el recién nacido, por lo que es importante masajear por todo el cuerpo al pequeño. Éstos deben realizarse una vez al día, participando también el padre para establecer una comunicación especial con el bebé y convertirlo así en un divertido juego para ambos.

Es necesario jugar adecuadamente con el bebé en su etapa de máxima plasticidad, ya que se fomenta su inteligencia y se potencian todas las capacidades con las que ha nacido.

 

Estimulación del bebé de 1 mes de vida

En esta etapa, gracias a los juegos, el bebé conseguirá desarrollar sus percepciones y sus movimientos corporales en plenitud, despertando su buen humor y su curiosidad, clave de su inteligencia. Puedes realizar con tu niño algunos de los juegos que te mostramos a continuación, decantándote posteriormente por aquellos que más le gusten:

• Jugando con las luces. Con tu bebé en brazos, coge con la mano que tengas libre una linterna y ponla a 25-30 centímetros de la cara de tu bebé. Enciéndela durante cinco segundos, sin moverla, y apágala durante otros cinco segundos. Hazlo tres veces consecutivas, teniendo en cuenta que cada ojo debe recibir la misma cantidad de luz. Si tu hijo cierra fuertemente los ojos será porque las pilas son nuevas y le estás deslumbrando, mantenla encendida durante un rato, hasta que la luz sea más tenue, y después realiza esta actividad. Así estarás entrenando el sistema responsable de la acomodación del ojo, además de llamando la atención de tu bebé.

• Su primera pelota. Coloca una pelota de playa sobre una toalla en el suelo y ponte de rodillas frente a ella. Pon a tu bebé boca abajo sobre ella, estará más cómodo si la desinflas un poco. Mientras le sujetas en esa postura, empuja suavemente la pelota hacia delante y hacia atrás, como si le estuvieras balanceando y, posteriormente, hacia ambos lados, para finalizar haciendo círculos de poca amplitud, pero siempre con movimientos lentos y armoniosos.

• La barquita. Siéntate en la cama y coge a tu bebé, tumbado, con una mano bajo la cabeza y la otra bajo el culete. Flexiona los brazos acercándole a tu cuerpo pero sin que lo toque, de forma que esté como suspendido en el aire. Haz movimientos amplios, de lado a lado, como si fuera un barco en el mar y aumenta la aceleración suavemente. Cuando el movimiento es lo suficientemente amplio, llega un momento en que el bebé queda en posición casi vertical, déjale así unos segundos y vuelve al balanceo. Verás cómo se divierte y disfruta enormemente.  
 
• Juego de imitación. Los primeros aprendizajes de los niños se basan en imitaciones de los mayores. Para realizar este juego, siéntate en el suelo, apoyándote en la pared, con las piernas juntas y flexionadas. Apoya a tu bebé en ellas de manera que puedas mirarle a los ojos. Empieza a hacer gestos exagerados, como sacar la lengua, abrir la boca, etc. y verás como tu pequeño intenta imitarlos. Sentirás una gran satisfacción al ver cómo disfruta tu bebé y cómo empiezas a enseñarle cosas nuevas.

 

 


Fuente: “Todo un mundo de sensaciones” de Elizabeth Fodor, Mª Carmen García-Castellón y Montserrat Morán, Editorial Pirámide. 

Fecha de actualización: 25-05-2020

Redacción: Silvia Paredes

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