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¿Por qué los bebés esconden las cosas?

¿Por qué los bebés esconden las cosas?

Como bien sabemos el juego forma parte importante en el desarrollo del niño ya que a través de este aprende a socializar, seguir instrucciones, estimular el razonamiento, la lógica, se perfecciona el desarrollo motriz grueso y fino y la tolerancia a la frustración.

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Índice

 

La importancia del juego en el desarrollo del bebé

El juego es parte de la experiencia humana y está presente en todas las actividades que realizamos en nuestro día a día y, si las realizamos con gusto, se convierten en aprendizajes significativos.

A través del juego los niños se incorporan más fácilmente a los diferentes ámbitos en los que se desarrolla de una forma divertida, aprovechando sus áreas de oportunidad y comprendiendo de manera más práctica las costumbres, hábitos, valores y aspectos de la vida, por lo que es una excelente herramienta educativa. También contribuye a la salud física y emocional, desenvuelve el lenguaje, la imaginación, la observación; favorece la agudeza visual, táctil y auditiva, las nociones de tiempo y el espacio.

El juego es de vital trascendencia educativa, sin embargo, tanto en casa como en las escuelas no se le da la importancia como tal, en casa por falta de tiempo y en las escuelas se considera que es más importante cubrir actividades académicas. Las posibilidades educativas y de aprendizaje que brinda el juego libre y espontáneo es mucho más enriquecedor cuando no existe la intervención de un adulto.
 

¿Por qué a los bebés les gusta jugar al escondite?

Dentro de los juegos tradicionales que más les gusta a los niños están “las escondidillas”. Este juego fortalece la curiosidad, la permanencia del objeto y la memoria.

La curiosidad motiva a los niños a investigar todo lo que se encuentra en su entorno y disfrutan cuando encuentran objetos escondidos. Para encontrarlos hará uso de su memoria, recordando dónde está el objeto y aprenderá a buscarlo en el lugar donde lo encontró por primera vez. A esto se le conoce como “Permanecia del objeto”, Teoría Constructivista del aprendizaje de Jean Piaget -psicólogo suizo. El niño vincula las representaciones visuales, táctiles y motoras de las cosas, es decir, a través del tacto y la manipulación de objetos los niños desarrollan esta teoría a finales de la “etapa sensorio motora”.

Cuando el pequeño comprende que las cosas existen aunque no las vea, empezará a entender su entorno y saber qué esperar, sabrá que las personas y las cosas siguen existiendo aunque no las vea o se vayan. Será el momento de trabajar con ellos el desprenderse de los juguetes preferidos (compartir), porque entenderá que los recuperará.

Lo más complicado para ellos será entender y superar tu ausencia, se pondrá triste, pero llegará el momento en que entenderá que vas a regresar. Los papás podrán ayudarle a través del juego: esconde tu cara detrás de tus manos o con una manta y no dejes de hablarle por su nombre preguntándole ¿dónde estoy?, ¿dónde está mamá? Y tan pronto él toque tus manos o jale la manta descúbrete y sonríe diciéndole ¡aquí estoy! o ¡me encontraste! Esto generará gran alegría, sentimiento que aprenderá y posteriormente tratará de repetirlo imitándote.

Esa alegría o sorpresa es la misma que siente cuando encuentra objetos que había perdido o escondido, convirtiéndose en su juego preferido “aparece, desaparece, busca, encuentra y descubre”.
 

¿Por qué los niños esconden cosas?

Cuando el niño ya tiene más edad, los motivos de esconder las cosas pueden ser ya por algún motivo específico, por ejemplo: algo que siente de su propiedad y no quiere perderlo o compartirlo, algo que encontró, como una piedra o un cachivache inservible pero que para él es un tesoro. En edad escolar, lo más común que pueden esconder lo niños son los exámenes con notas no aprobatorias o tareas que no quieren o no realizaron y saben que serán motivo de una sanción. Lo importante aquí no es regañarlos sino platicar con ellos para que entiendan que la confianza es primordial y que sin temor pueden hablar con mamá o papá y juntos encontrar una solución. Recordemos que si se rompe el vínculo de la comunicación y la confianza a la larga será un problema mayor.

En la edad adolescente lo más común que ellos pueden guardar o esconder son sus diarios, en donde relatan experiencias y anécdotas que de momento no desean compartir. Si lo has descubierto y es algo que necesita ser atendido de inmediato, procura encontrar el momento oportuno para retomar el tema y apoyarlo en lo que necesiten, no olvidemos que en esta etapa ellos son muy vulnerables y requieren de orientación y de todo nuestro cariño. 

Recordemos que, en cualquier situación, será importante que nuestros hijos no se sientan agredidos, ofendidos, intimidados o que hemos invadido su privacidad, que forma parte de la construcción de su identidad personal.

¿Puede ser preocupante que los niños escondan cosas?

Será momento de preocuparnos cuando descubramos que lo que esconden nuestros hijos empieza a generar actitudes que modifican su comportamiento, como no dormir, falta de apetito o mentiras muy recurrentes con las que tratan de sacar provecho o lastimar, por lo que es recomendable de manera sutil indagar qué les pasa o qué les molesta y atenderlo inmediatamente o recurrir con los especialistas en conductas infantiles.

Si el niño esconde cosas que no le pertenecen y cuando lo descubres suele decirte que se lo “regalaron o que lo encontró”, deberás aclararle que si es un regalo no tiene porqué esconderlo y que si se lo encontró en la casa de un amiguito o en el salón de clases no se lo puede quedar, ya que lo más probable es que tenga un dueño y que tendrá que regresarlo. Si esta conducta fuera repetida, sí tendrás que aplicar una sanción que le haga entender que no es un juego y que debe aprender a respetar las cosas o juguetes ajenos; si a pesar de esta acción continúa haciéndolo pudiera estar presentando un problema en el desarrollo emocional, lo que nos indica que será importante que sea atendido por el especialista. Si esta situación se diera en la adolescencia puede ser una conducta en donde el chico esté tratando de demostrarse o demostrar a los amigos su poder y valentía o simplemente para ser aceptado por el grupo. Aquí el problema es que si no se atiende oportunamente se puede convertir en un mal hábito que a la larga terminaría en vandalismo.

Como podemos ver el “esconder objetos” forma parte de las distintas etapas de desarrollo en el ser humano, pero cada una tiene una respuesta que va desde la adquisición de conocimientos, la autonomía, la alegría, la identidad y la autoestima, por lo que como padres será importante ser buenos observadores y encausar en forma adecuada cada una de estas.


Fuentes:

Alfaro Torres, Rolando (2002) Juegos Cubanos, Casa Editorial Abril. Ciudad de la Habana.
Watson Brown, Herminia (2008) Teoría y práctica de los juegos, Editorial Deportes. Ciudad de la Habana.
Dupey, Ana María (1998), Los secretos del juguete, Instituto Nacional de Antropología. Buenos Aires.

Fecha de actualización: 23-03-2021

Redacción: Edgar Corona

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