Lenguaje de signos en bebés. Baby-Sign

Índice

• Lenguaje de signos ¿Qué es el Baby Sign?
• ¿Cuándo debemos empezar a usar el lenguaje de signos con los bebés? ¿Qué les va a aportar a los más pequeños?

 

Lenguaje de signos ¿Qué es el Baby Sign?

Es cuando las cuerdas vocales y el cerebro están lo suficientemente desarrollados cuando el niño es capaz de empezar a hablar y adquirir una lengua con la que concretar dicho lenguaje, pero el lenguaje en sí mismo es anterior. Así que tratar de que los signos que emplea el bebé estén acotados y estructurados y hagan referencia a una lengua de signos oficial y no sean simplemente gestos instintivos u otros más asociados a la comunicación gestual internacional (como el agitar la mano para saludar o despedirse, por ejemplo) no es descabellado.

Desde los años 90 se han realizado estudios al respecto en EE UU y en la actualidad parece un tema cada vez más en boga. Al final, se está enseñando al niño a invocar al “tercero ausente” antes de que desarrolle el control sobre su lengua, lo que puede tener grandes beneficios para su desarrollo psicomotor. Se le está entregando al niño su primera herramienta comunicativa eficaz.

Precisamente por eso, porque es eficaz, puede, a priori, reducir la frustración que produce el no entendimiento entre madre e hijo. Cuando el niño empieza a entender conceptos trata de expresarlos en la medida de lo posible (mueve las manos, grita, llora, se ríe, señala…) pero la madre, que emplea otro código descodificador, no logra interpretarlos con exactitud, frustrándose y frustrándolo a él. Incorporar una forma básica del lenguaje de signos puede tender un puente comunicativo eficaz entre los dos y reforzar el vínculo emocional. Entenderse siempre es un buen comienzo.

El Baby Sign es el método de comunicación para niños a partir de los seis meses, una fase previa al desarrollo del lenguaje verbal que potencia el desarrollo motor en los niños, además de facilitarles el entendimiento con sus padres de una forma temprana sin necesidad de recurrir tanto al llanto. En definitiva, una herramienta de comunicación que se utiliza como paso previo al desarrollo del habla con los niños a partir de los seis o siete meses.

Y también una herramienta mucho más certera que el llanto porque cada gesto que se le enseña al bebé a hacer con las manos tiene un significado exclusivo. Esto, además de fortalecer el vínculo entre padres e hijos, mejora la comunicación entre ambas partes sin necesidad de tener que adivinar qué es lo que quiere evitando así también muchas frustraciones tanto en los adultos como en los bebés recién nacidos.

Recordemos que los niños aprenden por imitación, de manera que les resulta relativamente sencillo entender en qué consiste la herramienta de comunicación que sus padres quieren enseñarles y que, además, no hay ninguna evidencia científica que apunte a un retraso en el habla por el hecho de comunicarse con signos, una de las primeras dudas que suelen surgir entre los padres. Aunque eso sí, antes de enseñárselas a ellos deberán aprender los progenitores y, a pesar de que no es difícil, resulta fundamental conocer bien el máximo número de signos. Hay que informarse y formarse bien.

La eficacia del Baby Sign se prolonga durante muchos meses si se empieza a trabajar desde el medio de año de vida del pequeño, ya que no será hasta los dieciocho meses, como mínimo, cuando este empiece a ser capaz de reproducir palabras concretas para comunicarse.
 

¿Cuándo debemos empezar a usar el lenguaje de signos con los bebés? ¿Qué les va a aportar a los más pequeños?

Empezar a utilizar tan pronto (conviene, según los estudios realizados, empezar a usar el lenguaje de signos con tu bebé a partir de los 6 meses de vida) un sistema de gestos estructurado favorece la atención del niño, su psicomotricidad o el control del espacio, así como su desarrollo intelectual: pensar en los signos que quiere realizar para expresar una idea es ya un tipo de pensamiento elaborado, y ponerlos en práctica requiere mayor control de sus movimientos.

Además, se ha demostrado que usar el lenguaje de signos en bebés favorece la adquisición del lenguaje oral y no la retrasa, como a veces se piensa erróneamente. De hecho, los bebés que empiezan con la lengua de signos suelen empezar antes a hablar, suman algunos puntos más en los test de inteligencia y resultan más permeables al aprendizaje de nuevas lenguas. Pero ¿qué más beneficios tiene para tu bebé?

- Aprender el Baby Sign es divertido y a su vez una actividad que integra a la familia.

- Los niños tienen la oportunidad comprender y expresarse antes de que los órganos fonoarticulatorios estén lo suficientemente maduros para comenzar a comunicar palabras oralmente.

- El Baby Sign facilita la comunicación entre padres e hijos disminuyendo la frustración y el llanto cuando el niño no puede comunicarse con palabras.

- Numerosas investigaciones afirman que el Baby Sign permite un mayor vocabulario comprensivo y expresivo desde edades tempranas, mejora la intencionalidad comunicativa y que ambos beneficios perduran a través del tiempo.

- El Baby Sign también podría beneficiar el desarrollo cognitivo de niños oyentes. Un estudio encontró que niños que se comunicaban a través del Baby Sign desde pequeños obtuvieron un coeficiente intelectual más alto.

Y no lo olvides, cuanto antes mejor. Según Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, lo ideal es comenzar a hacer algunos signos a partir de los seis meses para que el bebé comience a entender que hay una relación entre algunos sonidos (como por ejemplo pecho), algunos objetos o situaciones (como por ejemplo la teta de mamá o tomar el pecho) y un movimiento de las manos en particular.

De esta manera, el bebé comenzará a hacer la asociación en su cerebro y cuando sus manos estén preparadas para “signar” el bebé podrá comenzar a comunicarse.

A partir de los 9 meses es cuando la mayoría de bebés están preparados para utilizar los primeros signos, aunque podemos empezar a acostumbrarlos desde antes ya que a esta edad aprenden los signos muy rápido y, de hecho, en pocos días su cerebro ya está preparado para utilizar las manos con la suficiente destreza. Muchos niños seguirán utilizando las señas hasta los dieciocho meses, que es cuando empiezan a ser capaces de verbalizar ya unas pocas palabras.