Decálogo para el primer año de vida
Una etapa esencial y única para todos los seres humanos es el primer año de vida porque es cuando realizamos los progresos decisivos para nuestro correcto desarrollo cognitivo, físico, social y afectivo que nunca volverá a aparecer a lo largo de nuestros períodos evolutivos.
Índice
La importancia del primer año de vida
En este primer año el bebé pasará de ser un niño de pecho a ser capaz de dar sus primeros pasos, a balbucear como intento de comunicación y a empezar a realizar acciones con autonomía.
Para ello, Ana Muñoz, directora de la cadena de escuelas infantiles Chiquitín, ha realizado un decálogo con una serie de consejos que deberían seguir los padres durante el primer año de vida de sus hijos para que en un futuro puedan tener un desarrollo ejemplar y tengan facilidad para seguir aprendiendo.
10 consejos para el primer año de vida del bebé
1- Es muy importante que en esta etapa se le de cariño y afecto al bebé, ¡hay que mimarlo! Como afirma Ana Muñoz “el afecto ofrece a los bebés seguridad y una valoración positiva de sí mismos” y, además, se muestra contraria a pensar que responder inmediatamente a su llanto no significa que se le vaya a malacostumbrar, representa que son queridos y pueden confiar en vosotros.
2- Establecer rutinas es esencial para sus primeros años de vida porque les aporta orden, saben diferenciar los distintos momentos del día y, al igual que en el caso anterior, les da seguridad. Esto ocurre porque al predecir los acontecimientos, los bebés se sienten en un entorno seguro.
3- Es necesario acentuar el movimiento de los bebés porque el sistema nervioso es el encargado de favorecer la maduración y la organización del cerebro gracias al desarrollo sensoriomotor. Como consecuencia, todos los bebés deben pasar por todas las etapas de desarrollo según el orden adecuado y el ritmo de cada uno. Por ejemplo, unos de los movimientos pueden ser: levantar la cabeza, voltearse, gatear, ponerse de pie o andar favorecen al desarrollo neurológico, conductual, físico y emocional.
4- Igualmente, para iniciar al pequeño de forma autónoma en el movimiento y desplazamiento, la mejor opción es jugar en el suelo. Se recomienda que sea a partir de los tres meses, que es cuando se inicia el volteo.
5- Como ocurre con todo, cada bebé es un mundo, así que es mejor eliminar la idea de “con este tiempo debería hacer…”. Por ejemplo, antes de andar es fundamental que el pequeño haya aprendido unos pasos previos como gatear, ponerse de pie o voltear.
6- Para permitir el avance de la evolución de los bebés, es preciso eliminar a tiempo el uso de objetos que entorpecen su desarrollo, como las tronas o los parques infantiles.
7- Hay que estar pendientes y observar lo que más capta su atención para plantear juegos ajustados a sus intereses.
8- Es vital la estimulación de los cinco sentidos en los más pequeños, sobre todo el del tacto, vista y oído, para sus progresos y debe estar adecuada a sus gustos para que quieran aprender y lo hagan con facilidad.
9- Hay que dejarles jugar solos, pero también pasar mucho tiempo con ellos.
10- Por último, hay que evitar hablarle todo el rato con un lenguaje infantilizado, se le debe ofrecer en un modelo correcto.
Fuente:
Ana Muñoz, directora de la cadena de escuelas infantiles Chiquitín
Fecha de actualización: 24-09-2021
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