¿Cuándo un bebé debe dejar el biberón?

¿Cuándo debe dejar el bebé el biberón?

Cuando introdujiste por primera vez el biberón a tu bebé durante la lactancia, es posible que te costara algo de trabajo ya que tenías que alimentarlo en las primeras semanas fuera de un horario rígido. Al mes tal vez ya habías empezado a tener un horario para su alimento.

Ahora tienes dudas acerca de cuándo debe dejar tu hijo el biberón, pero deberás entender por qué debe dejarlo cuanto antes.

Es importante que tomemos en cuenta siempre las necesidades que nuestros bebés presentan, pero también hay que considerar que el biberón no debe ser un consolador sino un instrumento de apoyo para su alimentación.

El biberón funciona como un escalón para que aprenda a tomar líquidos de manera independiente hasta que tenga la capacidad motora para beber desde el vaso, por ello es recomendable no prolongar este proceso ya que les costará más trabajo dejarlo si están muy acostumbrados.

Lo ideal es que nuestro bebé deje el biberón antes de los 13 meses ya que puede presentar beneficios a futuro como ser personas más independientes y evitar posibles problemas asociados a un uso demasiado prolongado del biberón como dificultad al hablar o expresar sus emociones, además si lo usan por mucho tiempo se les pueden formar caries.

No obstante, los pediatras dan como margen hasta los 18 meses. Desde los 6 meses el bebé puede empezar a aprender a beber de un vaso y, a partir de los 12 meses, debería beber cualquier cosa que no fuera la leche materna en vaso (agua, leche de vaca…).

Si le cuesta, puedes empezar con un vaso con tapa para que haya menos derrames, pero es importante que no use el biberón más allá de los 18 meses.
 

¿Por qué es malo usar el biberón mucho tiempo?

Los riesgos de salud de usar el biberón pasados los 18 meses son los siguientes:

1- Sobrepeso. En general, los bebés alimentados con biberón ganan más peso que los alimentados con leche materna, ya que comen siguiendo un horario más o menos regular (al menos más que los que toman leche materna) y en las cantidades que deciden los padres. Por eso, esta alimentación puede derivar en una sobrealimentación del pequeño.

Y, una vez cumplido el año, hay diversidad de resultados. En un estudio no se observaron diferencias en el peso a los 3-5 años de edad entre los niños alimentados con lactancia materna o con biberón. Sin embargo, en otro estudio realizado en EE.UU. sí se observó que los niños que tomaban biberón de forma prolongada tenían más riesgo de obesidad a los 5 años y medio.

2- Percepción de la saciedad: en lo que coinciden la mayoría de los expertos es que el uso del biberón tiene un impacto importante en la percepción de la saciedad del niño. Aquellos bebés alimentados con biberón tienen más probabilidades de detectar peor su saciedad más adelante en la infancia, lo que está directamente relacionado con una mayor ingesta y riesgo de sobrepeso y obesidad.

3- Problemas dentales: los bebés que toman biberón por la noche tienen más riesgo de desarrollar caries, especialmente si se quedan dormidos con el biberón en la boca. Además, el uso prolongado más allá de los 18 meses se asocia con problemas de oclusión dental.

4- Problemas respiratorios: varios estudios han confirmado la relación de las tomas nocturnas con síntomas respiratorios crónicos como asma y pitos respiratorios. El desencadenante sería una irritación de la tráquea provocada por micro-aspiraciones y reflujo gastroesofágico.
 

Consejos para quitar el biberón al bebé

Como papás debemos estar conscientes de que este proceso le será difícil al pequeño debido a que este se encuentra apegado al biberón. Es un objeto que los hace sentir seguros, tranquilos y no le encuentran sentido sustituirlo por otro como el vaso.

A continuación te dejamos una lista de cosas que puedes hacer para que tu bebé no sufra al dejar el biberón.

1.- Empezar cuanto antes. Debes comenzar el proceso antes de que cumpla el año de vida, aunque no pueda agarrar el vaso por sí solo. A los 7 meses de vida ya podemos enseñarle lo que es un vaso y tratar de ayudarle a tomar su leche ahí, combinando con los biberones.

2.- Jugar con él. Para que acepte el vaso, podemos comprar el vaso del personaje que más ls guste, así lo aceptará más fácilmente y le gustará.

3.- Habla con él directamente. Es importante hablar con él para hacerle consciente de que ya es un niño grande y de que ya es tiempo de que comience a usar el vaso.

Algunos bebés quieren quedarse en su zona de confort y no quieren crecer, pero depende mucho de nosotros acepte ser un niño grande.

4.- Involucra a toda tu familia. En este proceso habrá ocasiones en las que tú trabajas con tu bebé para que lo acepte; sin embargo, siempre habrá un momento en que necesites que alguien más te apoye. Es importante mencionarlo para que tu familia trabaje a la par y no retrasen el proceso que ya llevas tú.

5.- Sé constante. Tienes que ser persistente para que funcione el proceso, puesto que si dejas de hacerlo el bebé estará más cómodo y menos lo aceptará.