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Tratamiento del prurigo infantil

Tratamiento del prurigo infantil

El prurigo infantil es una afección cutánea muy frecuente causada, generalmente, por la picadura de un insecto. Es más frecuente en niños atópicos de 2 a 7 años de vida y causa un gran picor.

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¿Qué es el prurigo infantil?

El prurigo infantil es una reacción exagerada del organismo a la picadura de un insecto (pulgas, mosquitos o chinches), como una reacción alérgica. Conocido también como urticaria papulosa o prúrigo estrófulo, es más habitual en niño que padecen dermatitis atópica, especialmente en aquellos que tienen entre 2 y 7 años. Aparece en el 90% de los casos entre el segundo y el tercer año de vida y es muy raro en recién nacidos.

Esta enfermedad cutánea está causada por los alérgenos que hay en la saliva de estos insectos, que entran al organismo a través de la picadura causando una reacción de hipersensibilidad en el niño y provocando los siguientes síntomas:

- Erupción cutánea con ronchas que derivan en vesículas o pápulas (lesiones pequeñas, enrojecidas y algo sobreelevadas, sobre las que a veces aparece alguna vesícula).

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- La erupción se produce sobre todo en las zonas que no están cubiertas por la ropa, como antebrazos, zona lumbar, muslos o piernas. Es menos frecuente en la cara o las áreas genitales.

- Picor intenso y muy molesto, difícil de controlar.

- Brotes frecuentes de entre 10 y 20 lesiones.

Una vez que el niño crece, su organismo ya no es tan sensible a los alérgenos de la saliva, por eso es una enfermedad muy poco frecuente en adultos.


¿Cómo se trata el prurigo infantil?

Si no se trata a tiempo puede dar lugar a una infección cutánea más grave como impétigo, foliculitis o celulitis, causado por el continuo rascado de los niños con las manos no siempre muy limpias.

Por eso, conviene acudir en cuanto notes la aparición de la erupción al pediatra para que te recete el tratamiento más adecuado. Normalmente se emplean jarabes antihistamínicos para calmar el picor, pomadas con corticoides para bajar la inflamación y, si hay lesiones infectadas, antibiótico.

También son muy útiles las cremas antipruriginosas tópicas con emolientes como el pantenol, muy útiles para la piel seca, o los agentes secantes como la loción de calamina.

Para prevenir el prurigo, sobre todo en niños con dermatitis, es esencial usar repelentes anti-insectos en la época de primavera y verano, así como mosquiteras.

El pronóstico generalmente es bueno, sobre todo si se diagnostica y trata correctamente. Si deriva en una enfermedad más grave, como la foliculitis o el prurigo nodular, puede ser más complicada de curar toralmente.


Fuente:

AEP

Fecha de actualización: 20-04-2022

Redacción: Irene García

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