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Terapia psicológica para niños con baja autoestima

Terapia psicológica para niños con baja autoestima

La autoestima es el conjunto de imágenes, la percepción, lo que sentimos y pensamos de nosotros mismos, y no es innata, se desarrolla a lo largo de la vida, se puede modificar y está influenciada por el entorno en el que se desenvuelve la persona, “es la forma en que nos valoramos y queremos nosotros mismos”.

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Índice

 

¿Cómo fortalecer la autoestima de los hijos?

La autoestima se va definiendo desde la niñez, en esta etapa vemos y conocemos el mundo a través de los padres, nos dicen qué es lo bueno y lo malo, por lo que debemos ser siempre asertivos y claros ya que lo que entra en la mente de nuestros hijos es impactante y deja huella para toda la vida, por lo que será importante:

- Los hijos son el mejor regalo que un padre puede tener y desear, por lo que se le demuestra siempre nuestro amor, enviándole siempre el mensaje de que es importante y una persona digna de ser amada por los demás.

- Cuando nuestro hijo va creciendo nos sentimos orgullosos de sus logros y siempre lo estamos reconociendo con una sonrisa, con frases cortas pero muy significativas, “bravo, bien hecho, eres un campeón” y si no lo hizo bien lo motivamos y alentamos, “tú puedes, inténtalo otra vez, ya podrás, ánimo”. Procuremos ser siempre asertivos en estos elogios de manera que no desarrollemos un ego exagerado que pueda afectar su relación social con los demás y sea contraproducente (frustración).

- Las metas y expectativas que fijemos a nuestros hijos deben ser claras y precisas, alcanzables y acordes a su persona y capacidades, guiémoslos y/o acompañémoslos cuando sea necesario. Si algo no salió como se esperaba o se hizo algo mal, no lo regañemos o critiquemos, corrijamos la acción, nuestro vocabulario debe ser positivo, “las cosas no se resuelven así, tenemos que mejorar”, nunca “eres un torpe, mal hecho, eres malo” y mucho menos comparar, “tu hermano lo hace mejor, por qué no eres como…”.

- Cuando en su entorno social algo no salió bien o se sintió ofendido por algún comentario, escuchémoslos y tomemos en cuenta sus sentimientos de tal manera que se sienta confiado de que se le valora y que puede recurrir siempre a vosotros para encontrar consuelo o resolución a su conflicto de forma real y asertiva, no engañar ni mentir.

- Al fortalecer sus habilidades y destrezas estaremos dándoles herramientas para que encuentren sus áreas de oportunidad en cualquier momento y no sea un obstáculo para su superación.

- No olvidemos decirles a nuestros hijos cuán importante son para nosotros y cuánto los amamos, no necesitamos esperar un momento especial, reforzaremos su autoestima y lo tendrán presente en momentos difíciles o complicados motivándoles al logro de sus objetivos.

- Como padres debemos ser un ejemplo positivo, si ellos ven cuánto nos esforzamos en nuestros deberes como padres y profesionales, que si tenemos un problema lo solucionamos sin perder el optimismo, esforzándonos hasta lograr nuestras metas, tratarán de hacerlo ellos también.

Si desde pequeños trabajamos con el desarrollo de su autoestima y les enseñamos a controlar sus emociones, cuando lleguemos a la adolescencia será más sencillo apoyarlos a superar ese desequilibrio emocional que tanto conflictúa esta etapa.
 

¿Y si necesita terapia?

Si desafortunadamente tanto niños como adolescentes carecieron de una infancia positiva en donde se fortaleciera su identidad y autoestima, deberemos atenderlos de forma especializada y profesional iniciando con una terapia psicológica en donde aprendan a desarrollar el amor propio y la autoconfianza y puedan ir logrando sus metas y propósitos. Recordemos que, como personas únicas e irrepetibles, una terapia no es una receta de cocina, por lo que te sugerimos iniciar con los pasos que te damos y, de no obtener mejoría, deberás recurrir a un especialista en conducta.

- Dedícales tiempo de calidad para saber qué sienten y piensan para a partir de ahí reforzar su identidad y autoestima. También estaremos fomentando la unión y la convivencia familiar (muy importante en todo este proceso).

- El esfuerzo y dedicación que realizan los hijos para el logro de sus tareas, ya sea en casa o escolares, no siempre es el más adecuado, por lo que debemos explicarles qué fue lo que estuvo mal y cómo hacerlo, reconocer su esfuerzo lo alentará a intentarlo de nuevo, sintiéndose valorado. Nunca debemos mentir o engañar, debemos ser realistas ya que también se enfrentará a una sociedad que verá las cosas como realmente son.

- Para desarrollar un sentido de responsabilidad, se deben establecer reglas y limites que, de no ser respetadas, tendrán consecuencias que deberán cumplirse no con violencia, puesto que fueron tomadas en un consenso familiar, lo que también le permitirá entender e ir aceptando que en todos los entornos sociales en los que se desenvuelven existen y deberán cumplirse con responsabilidad y conocimiento de las consecuencias de sus actos.

- Las críticas siempre deben ser constructivas, como seres humanos cometemos errores, pero debemos utilizar un lenguaje positivo para no amentar el problema de la baja autoestima en los niños o adolescentes: “Qué malo eres para las matemáticas, ese problema era de lo más sencillo…”, positivo: “En tu examen, noté que tenías algunos problemas con las operaciones básicas, podemos practicarlas para mejorar tu aprovechamiento…”.

- Si sabemos cuáles son sus habilidades, talentos o lo que más le gusta, podemos promover que lleve a cabo esas actividades que lo hacen sentir bien de tal manera que sienta confianza en sí mismo y pueda ir aplicándolas en su día a día, permitiéndole desarrollar nuevas habilidades y mejorar su creatividad y autoconcepto. 

- Si le gustan los deportes, motivémoslo a que lo practique, el deporte en equipo favorece sus relaciones sociales y su autoestima, tiene la oportunidad de hacer nuevos amigos afines a sus intereses.

La influencia familiar es definitiva en la autoestima alta o baja. Si se les motiva, felicita y se corrige con afectividad, crecerán con dignidad, amor propio y muy exitosos, corrigiendo sus errores y viéndolos como áreas de oportunidad. Si por el contrario todo es negativo, crecerán con inseguridad, miedos, frustraciones que los pueden llevar a un estado depresivo, presentando problemas conductuales que se verán reflejados en su salud física y emocional como obesidad, anorexia y bulimia, ya que lo único que sienten que pueden controlar es lo que llevan a su cuerpo (hábitos destructivos).

Si no logramos favorecer la autoestima en nuestros hijos y aumentan los problemas en una o varias áreas de su vida y es demasiado negativo, requerirá un tratamiento más específico, no dudemos en buscar ayuda profesional.

La autoestima es la fuente de una buena salud mental, es parte de integral de la felicidad, de las relaciones y del logro de metas.


Fuente:

NATHANIEL BRANDEN. “Los seis pilares de la Autoestima”. Editorial Paidós (2011).

NATHANIEL BRANDEN. “Cómo mejorar su autoestima”. Edit. Paidós (2016).

NATHANIEL BRANDEN. “El respeto hacia uno mismo”. Edit. Paidós. (2014)

Fecha de actualización: 08-07-2022

Redacción: Edgar Corona

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