• Buscar

Los miedos y fobias de los niños

Los miedos y fobias de los niños

Aunque es normal que los niños pequeños sientan recelo ante ciertas situaciones (ruidos fuertes, personas extrañas, empezar el colegio…), en ocasiones estos miedos se convierten en fobias que impiden su desarrollo psicológico normal. Afortunadamente, estos temores irracionales son fáciles de tratar

Publicidad

Indice

 

Los miedos y las fobias como parte del desarrollo del bebé

Casi todos los niños, en su evolución psicológica normal, atraviesan por una serie de etapas en las que sienten miedo ante determinadas situaciones u objetos. Hay miedos universales presentes en el desarrollo normal de todo niño, pero que, al igual que aparecen, también desaparecen espontáneamente, a medida que el niño va adquiriendo experiencia respecto a ellas.

- En los primeros meses de vida, el bebé siente miedo ante los ruidos fuertes e inesperados.

- Alrededor de los 6 meses, siente miedo ante los movimientos repentinos.

- Hacia los 8 meses, miedo a las personas y situaciones extrañas.

- Alrededor de los 4 años, miedo a la oscuridad, a estar solo, a seres imaginarios, a los animales, a elementos de la naturaleza (truenos, tormentas), a los insectos (entomofobia).

- Hacia los 8 años, miedos más existenciales (a la muerte,...).

La edad nos indicará si su miedo es o no consecuente con ésta y cuánto tiempo se puede esperar que éste dure. De todas formas, aunque ese miedo sea propio de la edad, no debe jamás ignorarse ni ridiculizarse. Tampoco sobreproteger al niño, pues ello le llevaría a pensar que existe un peligro real respecto a lo que él siente.

Los miedos más frecuentes en los niños son:

-    Miedo a los animales: tanto a los más grandes (perros), como a los más pequeños -los insectos (hormigas, cucarachas…).

Articulo relacionado: Los niños y las redes sociales

-    Miedo a la oscuridad.

-    Miedo a los médicos o a los odontólogos (incluyendo el miedo a las inyecciones).

-    Miedo a dormir solo.
 

¿Cuál es la diferencia entre el miedo y la fobia en niños?

En ocasiones estos miedos se transforman en fobias, dando lugar a un estado de ansiedad y nervios que pueden dificultar el desarrollo psicológico del pequeño.

Para Francisco J. Mendiguchía, psicólogo especializado en niños, “cuando hablamos de fobias infantiles, nos referimos a miedos exagerados, que no presentan mecanismos adaptativos, que aparecen o persisten a edades inadecuadas (el miedo a los perros es normal a los tres años, pero es una fobia a los quince), que se repiten ante la misma situación u objeto preciso, no ceden al desarrollo, son persistentes y, sobre todo, alteran la vida familiar y social del niño y son fuente de sufrimiento para él”. Como resultado de ello, intenta evitar sistemáticamente esa situación: es, en ese momento, cuando la situación de miedo pasa a ser fóbica (esa es su estrategia, evitar).

“En una cosa muy importante se diferencian los miedos normales de las fobias, pues así como los primeros tienen muy buen pronóstico y desaparecen con el tiempo, no sucede así con las fobias, que tienen una cierta tendencia a persistir en la juventud y aún en la edad adulta, aunque a veces puedan cambiar de contenido. De todas maneras, hay casos en que desaparecen también por completo y los exfóbicos presentan una total normalidad” -explica Mendiguchía.

Los psicólogos indican que las causas de las fobias pueden encontrarse tanto en factores genéticos como ambientales. Las fobias específicas se asocian con un primer encuentro aterrador con el objeto o la situación que las provoca. No obstante, aún no está claro si esta exposición inicial que condiciona el comportamiento posterior es un factor necesario o si las fobias pueden desarrollarse en personas genéticamente predispuestas.

Un proteccionismo excesivo, sentimientos de abandono o ser forzado a afrontar miedos y situaciones para las que el chico no está preparado, pueden ayudar a que aparezcan esos miedos incontrolados. También los padres pueden “contagiar” a los hijos sus propios temores exagerados.

La causa de las fobias es una combinación de factores genéticos y del entorno. 

Hay muchos tipos de fobias: miedo a alejarse sólo de casa, a los lugares muy concurridos de gente (demofobia), al colegio o guardería, a los lugares cerrados (claustrofobia), a los espacios abiertos (agorafobia), a la visión de la sangre (hematofobia), a los animales (zoofobia), a los insectos (ictiofobia), a las alturas (acrofobia), al agua (hidrofobia).

Otros tipos de fobias son el trastorno de ansiedad social, trastorno de pánico, trastorno de ansiedad frente a la separación o mutismo selectivo. 

 

Síntomas de las fobias

- Aumento de la frecuencia cardiaca.

- Sudoración excesiva.

- Temblor o estremecimiento.

- Dificultad para respirar.

- Sensación de atragantamiento.

- Dolor o molestias en el tórax.

- Malestar estomacal.

- Sensación de mareo o desmayo.

- Temor a perder el control o enloquecer.

- Temor a morir.

- Aturdimiento.

- Escalofríos o calores súbitos.

Cuando se produce un ataque de pánico, se dan 4 o 5 de estos síntomas a la vez.
 

Tratamiento de las fobias

En la mayoría de los casos, el tratamiento de los miedos irracionales en los niños suele dar buen resultado ya que es más fácil cambiar el estilo cognitivo que aplica el pequeño sobre las cosas.

El profesional de psicología deberá tener en cuenta los elementos presentes en el momento en el que al niño se le desencadena la fobia, las situaciones que rodean ese momento y qué cosas hacen que el miedo se mantenga.

Existen ciertos fármacos que pueden ayudar a tratar las fobias, aunque normalmente el método elegido es la terapia y aprender técnicas de relajación. La terapia puede ser individual, cognitiva conductual (concentrada en ayudarlo a aprender nuevas formas de controlar la ansiedad y los ataques de pánico cuando/si ocurren) o terapia familiar.


¿Cómo ayudar al niño?

- No hay que forzar al niño a enfrentarse a la situación que le causa temor, pero tampoco sobreprotegerle.

- Habla con él para concretar su miedo y saber qué le está pasando.

- Sé paciente con él.

- En la infancia son normales muchos miedos fantásticos o que nos parecen ilógicos a los adultos. Por eso, nunca hay que menospreciar al niño ni ridiculizarle por sentir lo que siente.

- El apoyo de la familia hacia el niño es clave, porque en esos momentos de angustia, el pequeño se siente desprotegido y busca una mayor atención que en la vida diaria.

- Enséñale a evaluar su miedo. Si puede visualizar la intensidad del miedo en una escala del uno al 10, con el número 10 como el más fuerte, puede que "vea" al miedo con menos intensidad de lo que originalmente imaginó. Si es muy pequeño, puede pensar en sentir miedo "hasta las rodillas" como algo no muy temido, "hasta el estómago" como algo más temido y "hasta la cabeza" como petrificado.

- No os rindáis ante los miedos. Si a tu hijo no le gustan los perros, no cruces la calle a propósito para evitar que se encuentre con uno. Este comportamiento fortalecerá el pensamiento de que los perros deben evitarse. Dale apoyo y demuéstrale protección a medida que os acerquéis al objeto o situación que le da miedo.

- Enséñale frases positivas sobre sí mismo como por ejemplo "Yo soy capaz de hacer esto" y "Yo voy a estar bien," las cuales puede repetirse a sí mismo cuando sienta ansiedad.

- A veces se puede evitar que se den situaciones que nos provoquen miedo. Por ejemplo, un niño que tiene miedo a los monstruos, no debería ver antes de acostarse películas que le puedan asustar, ni debería cenar comidas picantes o tomar bebidas con cafeína.


Fuentes: Francisco J. Mendiguchía, psicólogo especializado en niños.

Fecha de actualización: 08-06-2022

Redacción: Irene García

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×