Cristales Golosos
Descubre este divertido experimento.
Índice
¿Qué necesitas?
• Medio vaso de agua del grifo caliente
• Dos vasos de azúcar granulada
• Una cucharita
• Un cuenco
• Un hilo o cuerda fina (15 cm.)
• Un clip
• Un lápiz
• Una jarra o bote de cristal grande
• Una lupa
¿Cómo se hace?
Paso 1: En el cuenco, mezcla el agua caliente con un vaso de azúcar hasta que se disuelva.
Paso 2: Añade el azúcar restante y agita hasta que también se disuelva.
Paso 3: Ata un extremo del cordón al lápiz y engancha el clip en el otro extremo.
Paso 4: Pon el lápiz en la boca de la jarra o bote de forma que el cordón con el clip en el extremo cuelgue hacia el interior.
Paso 5: Echa la disolución de azúcar caliente en la jarra o bote.
Paso 6: Deja la jarra o bote en un lugar oscuro durante dos días. Pasado este tiempo, deberías ver como el azúcar vuelve a solidificarse…
¿Qué ha pasado?
Si antes de empezar, miras detalladamente el azúcar a través de la lupa verás que está formada por pequeños cristales.
En esta actividad, estás disolviendo un sólido en un líquido y volviéndolo a convertir en sólido. Los cristales que has conseguido crear y los que existían antes de disolver el azúcar pueden parecer diferentes, pero son exactamente lo mismo. Se ha producido un cambio físico derivado de la fusión, evaporación y solidificación de forma que empezaste con un tipo de cristales y has obtenido otros muy diferentes pero con exactamente la misma composición.
Aún más divertido…
Prueba a hacer este experimento con sal o con bicarbonato. ¡Ojo, seguro que no está tan rico como el anterior!
¿Sabías que…?
El estudio de los cristales se denomina cristalografía. Puedes encontrar cristales en muchos sitios. La próxima vez que vayas a la playa, mira cuidadosamente la arena (¡llévate tu lupa!) y verás como está formada por pequeños cristales. Las estalactitas y estalagmitas de las cuevas, las piedras preciosas e incluso el hielo están formados por cristales. ¡Y alguno de los alimentos más comunes según acabas de comprobar!
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