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¿Qué son los padres helicóptero?

¿Qué son los padres helicóptero?

Son aquellos padres superprotectores que se entrometen en todo aquello que hacen sus hijos, sin dejarles hacer nada por su cuenta. Este tipo de padres puede resultar muy perjudicial para el desarrollo del niño ya que no le permiten ser autosuficiente.

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Indice

 

¿Qué son los padres helicópteros?

Los padres helicóptero son todos aquellos que protegen en exceso a sus hijos, “volando” todo el rato por encima de ellos y supervisando cada paso que dan en la vida, incluso las acciones más sencillas y cotidianas.

Son padres que están demasiado involucrados en la vida de sus hijos, a menudo hasta el punto de "volar sobre ellos como un helicóptero". Este tipo de crianza puede implicar tomar decisiones por el niño, monitorear constantemente sus actividades e intervenir para resolver los problemas por él. El término "padre helicóptero" se usa a menudo para describir a los padres que son excesivamente controladores o sobreprotectores con sus hijos.

Este tipo de padres son muy intromisivos y se meten en todas las decisiones de sus hijos, incluso en las amistades o parejas.

Están dedicados en cuerpo y alma a sus hijos. Sienten un miedo irracional ante el mundo exterior y no quieren que nada dañe a sus hijos, intentando evitarles por todos los medios cualquier daño o peligro, sin darse cuenta que de eso es imposible y de que, protegiéndolos así, evitan que puedan afrontar cualquier revés de la vida.

Según los expertos, existen varios tipos de padre helicóptero que varía según el grado de supervisión que ejercen sobre el niño:

- Helicópteros de combate: aquellos que pelean por sus hijos y les imponen las decisiones que deben tomar.

- Helicópteros de tráfico: los padres que guían a sus hijos y les marcan el camino que consideran mejor, pero finalmente les dejan tomar sus propias decisiones.

- Helicópteros de rescate: aquellos que sacan a sus hijos de las situaciones de peligro y les proporcionan las herramientas para salir de ellas.

 

 

Consecuencias negativas de este tipo de protección

Está claro que todos queremos que nuestros hijos sean felices, que nada malo les ocurra nunca y que su vida sea un camino de rosas. Pero, lamentablemente, es imposible vivir sin encontrarse con problemas o dificultades, a veces más graves y otras más banales.

Por eso, sobreproteger a nuestros hijos en exceso es perjudicial para ellos ya que limitamos su desarrollo. Este tipo de niños sobreprotegidos no serán capaces de tomar ninguna decisión por sí mismos y recurrirán siempre a sus padres. Sentirán miedo ante todo lo que les rodea y no serán capaces de afrontar la vida sin la ayuda de sus padres.

Entre las principales consecuencias negativas de este tipo de educación se encuentra:

- Falta de independencia: los niños que son supervisados ​​y asistidos constantemente por sus padres pueden tener dificultades para desarrollar la independencia y las habilidades de toma de decisiones que necesitan para tener éxito como adultos.

- Baja autoestima: los niños que no tienen la oportunidad de cometer sus propios errores y aprender de ellos pueden tener baja autoestima y falta de confianza en sus habilidades.

- Dificultad para lidiar con el fracaso: los niños a los que no se les permite experimentar el fracaso pueden tener dificultades para hacer frente a los desafíos y contratiempos que inevitablemente enfrentarán en la vida.

- Dificultad con figuras de autoridad: los niños que no están acostumbrados a tomar decisiones por sí mismos pueden tener dificultades para afirmarse con figuras de autoridad, como maestros o empleadores.

- Dificultad con las relaciones: los niños que están demasiado protegidos pueden tener dificultades para formar relaciones sanas e independientes con sus compañeros y parejas románticas.

- Agotamiento: los padres que están demasiado involucrados en la vida de sus hijos pueden experimentar agotamiento y agotamiento por el esfuerzo constante que se requiere para ser un padre helicóptero.
 

¿Qué hacer si somos padres helicóptero?

Es importante permitir el desarrollo de la personalidad de nuestros hijos, enseñarles a ser autosuficientes y permitir que cometan errores para que aprendan a levantarse y rehacerse (con nuestra ayuda, claro, pero no dependiendo exclusivamente de nosotros). Así, al crecer, serán capaces de tomar decisiones, resolver sus problemas, a sumir responsabilidades y ser independientes, esencial para cuando nosotros no estemos presentes.

No significa que “pasemos” de nuestros hijos o que no estemos pendientes de lo que les ocurre; sino de permitirles tomar sus propias decisiones, descubrir nuevas actividades y conocer nuevas personas, experimentar por sí mismos, asumir responsabilidades y tomar decisiones. Nuestros hijos tienen que tener su propia vida y tenemos que permitirles que la vivan.

No hay que tener miedo de lo que pueda pasar, sino preparar a nuestros hijos para los contratiempos.


Fuente:

Álava, Silvia (2016), Queremos que crezcan felices, Madrid, Actitud de Comunicación.

Fecha de actualización: 12-01-2023

Redacción: Irene García

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