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¿Cómo conseguir que los niños disfruten del verano y hagan sus tareas?

¿Cómo conseguir que los niños disfruten del verano y hagan sus tareas?

Los veranos son para pasarlos en familia y para afianzar la relación de todos sus miembros; las tareas y obligaciones de los niños no pueden empañar el disfrute de las vacaciones. Es necesario buscar un buen equilibrio entre el tiempo de estudio y el tiempo de ocio.

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Índice

 

¿Hay que hacer deberes en verano?

La llegada del verano es el momento en el que miles de estudiantes de toda España están esperando para comenzar las tan ansiadas vacaciones estivales y dejar de lado, al menos durante unos meses, las obligaciones escolares. Sin embargo, el verano es para muchos alumnos de Secundaria y Bachillerato, que han suspendido una o más asignaturas, un tiempo de estudio a contrarreloj para aprobar los exámenes de recuperación en septiembre, o un tiempo de trabajo de refuerzo para los alumnos de Primaria con suspensos o bajo rendimiento en algún área de aprendizaje.

El bochorno, el sol y las múltiples oportunidades de ocio se convierten en los peores enemigos de todos aquellos estudiantes a los que les toca ‘empollar’ durante el verano. “El verano y los meses de vacaciones son la mejor recompensa para los alumnos por su trabajo durante el año”, explica Ana Herrero, coordinadora de los Departamentos de Orientación de Brains International Schools. “La mejor manera de facilitar el estudio a los niños que han suspendido alguna asignatura en junio es apoyarles y ayudarles a planificar el verano para que puedan tanto estudiar como disfrutar del mismo”, aclara.


5 recomendaciones clave para compaginar descanso, ocio y estudio en verano

1. Análisis y definición del problema.  Los niños y los padres tienen que analizar cuáles han sido las causas del suspenso: una mala gestión del estudio, incomprensión de los conceptos de la asignatura o que simplemente se ha suspendido la asignatura por no dedicarle suficiente tiempo ni esfuerzo. Conociendo las causas, se puede remediar el problema poniendo especial énfasis donde el niño ha fallado.

2. Planificación y establecimiento de una rutina. Planificarse resulta clave para administrar el tiempo de estudio y el tiempo de ocio. En verano los niños dedican más cantidad de tiempo a divertirse, pero esto puede interferir en su organización diaria, dejando para las últimas semanas del verano la ardua tarea de estudiar todos los temas. Por ello, se aconseja llevar una rutina diaria a lo largo del verano, dedicando las últimas semanas de agosto a refrescar los conocimientos de cara a los exámenes.

3. Apoyo y refuerzo positivo de los padres. Si el niño es consciente de su responsabilidad en el suspenso, es importante que se premie el esfuerzo de estudiar durante el verano. Si el estudiante se siente apoyado por su familia y esta le anima a no dejar de estudiar, no verá el estudio como un castigo, sino como un esfuerzo necesario de cara a que al año siguiente le vaya mejor en el colegio. Además, la mala experiencia hará que el año siguiente se esfuerce más durante el curso para evitar tener que pasar otro verano estudiando.

4. Invertir el tiempo justo. Tiene que haber un balance entre el tiempo de estudio y el tiempo de ocio. Aunque se haya suspendido más de una asignatura, o se tengan muchos deberes de cara a septiembre, siempre hay tiempo para disfrutar y descansar.  Es importante asegurarse que el niño se hace responsable de hacer sus tareas y, además, de forma eficiente sin perder el tiempo. Un recurso muy eficaz es asignar tiempos a cada tarea y felicitar a los niños si terminan cada tarea en el tiempo establecido.

5. Aprovechar el tiempo en familia. Las vacaciones sirven para que el niño descanse y tome fuerzas de cara al nuevo curso que se avecina, pero también para disfrutar de los padres o los abuelos y los planes que pueden hacer juntos, sin prisas. Resulta primordial dedicar tiempo de calidad a los hijos y hacer cosas con ellos que servirán para fortalecer la relación y crear los mejores recuerdos. En familia podemos aprender muchas cosas en las vacaciones de forma divertida, creativa, emocionante... Los viajes, el contacto y la observación de la naturaleza, los deportes, el relacionarnos con otras personas y en otros contextos, el conocer distintas manifestaciones culturales, fiestas, etc., son también experiencias de aprendizaje, tan importantes o más que todos esos deberes y asignaturas pendientes para septiembre en el proceso de formarse como personas.

“Hay que tener en cuenta que el verano es un tiempo que las familias dedican para estar juntas, disfrutar los unos de los otros y descansar, por lo que si uno de los hijos ha suspendido una asignatura, o varias es importante evitar que este suspenso suponga un punto de conflicto durante las vacaciones”, afirma Ana Herrero, coordinadora de los departamentos de Orientación de los Brains International Schools. “Si los niños se sienten responsables de su suspenso, la familia tiene que apoyarles y realizar un refuerzo positivo para conseguir que los malos resultados sacados en junio se reviertan en septiembre, sin dejar por ello de disfrutar del ocio compartido”, puntualiza.


Redacción: Brains International Schools

Fecha de actualización: 12-01-2023

Redacción: Irene García

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