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Aprender a saludar

Aprender a saludar

Saludarse es una norma social y por lo tanto, como muchas otras, fundamental para poder vivir en sociedad. Estas reglas facilitan y hacen más agradable la convivencia con los que nos rodean, ayudándonos a relacionarnos.

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Indice

 

Como seres sociales que somos, las necesidades afectivas, comunicativas y relacionales son tan básicas como cualquier otra necesidad fisiológica y psicológica. Por esta razón, los niños no deben tardar en asumirlas como parte de su proceso de socialización.

 

¿Cómo enseñar a saludar?

La mayoría de las reglas sociales carecen de una lógica para la mentalidad del niño, por lo que la manera más sencilla de asimilarlas será por imitación, observando a los adultos cumplirlas y repitiéndolas de forma natural. Si bien, no hace falta recordar que lo que los pequeños ven, no siempre coincide con lo que deberían aprender, por ello no está de más asegurarnos de que lo hacen correctamente enseñándoles. Con práctica y un poco de tiempo lograrán interiorizar el significado y la importancia que tienen estas normas para relacionarse con sus iguales.

Para esta misión, el vínculo afectivo es primordial, ya que servirá como vehículo para su comprensión. Las normas que el niño aprenda en el seno familiar serán válidas también en otros contextos sociales (el colegio, el parque, etc.). Los padres, por tanto, cumplirán un papel fundamental en su aprendizaje.

 

Consejos para ayudar al niño en su socialización

Propicia situaciones de encuentro para tener la oportunidad de saludar o despedirse.

Para saludar, también para despedirse, los niños tienen que saber cómo hacerlo, y conocer todas las maneras posibles. Empieza por los sencillos “hola” y “adiós”. Más adelante puedes añadir “Buenos días”, “Buenas tardes” y “Buenas noches”. Después “hasta luego”, “hasta mañana”, etc.

Explícale que cuando a la persona a la que saludamos la queremos mucho o nos cae muy bien además podemos utilizar, al saludarnos o despedirnos, otras expresiones de cariño como un beso o un abrazo.

Sé su ejemplo. Saluda y despídete cuando entres y salgas de cualquier lugar donde haya personas o al cruzarte con ellas. Recuerda que eres un modelo para tu hijo, quien aprende con el ejemplo. No olvides que siempre prestará más atención a lo que hagas que a lo que digas.

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Enséñale a acompañar el saludo de otros gestos: levantando y sacudiendo la mano, mirando a los ojos, sonriendo

 

¿Qué evitar en el proceso de aprendizaje?

Hacer del saludo una obligación. Si cuando se cruzan con una persona no dicen “hola”, reprocharles su despiste o forzarles a hacerlo “¿Qué se dice, Luis?” “Di hola o nos vamos a casa”, etc., convierte el saludo en una imposición. Cuando un niño no saluda, suele ser o bien porque no se acuerda o bien porque le da vergüenza, no le gusta o no sabe cómo hacerlo. Obligarle puede provocar que el pequeño interprete las normas como algo ajeno y fastidioso.

Sancionarle por no saludar. Igualmente castigar o amenazar con una sanción si no se cumple una norma social, hace que estas se sustenten en el miedo al castigo y no en el respeto y la afectividad, lo que puede desencadenar comportamientos de agresividad, rabietas, etc.

Obligarle a besar. No a todos los niños les resulta agradable el contacto físico con otras personas, especialmente cuando se trata de desconocidos. ¿Acaso nosotros besamos a cualquier extraño? Besar es un acto íntimo que reservamos solo a las personas con las que guardamos una relación muy estrecha. Invítale a hacerlo pero no le fuerces. Será suficiente si dice un sencillo “hola”.

Las fórmulas vacías de sentido. Las preguntas que hacen referencia a un estado de ánimo por ejemplo “¿Cómo estás?”, y que obligan a contestar de una forma determinada aunque no sea cierto (“Muy bien, gracias”), crean confusión en el pequeño. Ante estas preguntas enséñale a no limitarse a un simple “bien” y pídele que conteste sinceramente según se sienta (“Estoy cansado”, “estoy muy contento por…”, “estoy enfadado porque…”, etc.).


Fuente:

Domènech, Montse (2015), Edúcame bien, Ed. Plaza & Janés.

Fecha de actualización: 23-12-2022

Redacción: Irene García

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