Viajar con niños en barco

Indice

• Ventajas de los barcos
• Consejos para el viaje

 

Ventajas de los barcos

- Viajar en barco (tanto si es un viaje largo como si es solo un paseo de un par de horas en un ferry) supone una gran aventura para los niños. Es una experiencia completamente nueva para ellos que les permitirá conocer un ambiente nuevo y, si tienen suerte, ver bancos de peces, delfines, etc.

- Son muy cómodos para viajes largos, ya que sus grandes dimensiones permiten pasear, disfrutar de sus restaurantes, dormir en sus camarotes, disfrutar en las salas de juegos y las piscinas…

- Casi todas las grandes compañías cuentan con ofertas y descuentos para niños en sus viajes a larga distancia o cruceros.

- Puedes viajar en barco desde que es un bebé; en los cruceros en los que se hace noche te proporcionarán una cuna o moisés para que no tengas que viajar cargada con una.

- Todos los grandes cruceros tienen servicio de atención a niños, con animadores que les ofrecen un amplio programa de actividades (juegos en la piscina, actividades didácticas, gincanas, etc.), con lo cual los más pequeños están encantados. Además, en algunos existe la posibilidad de contratar “niñeras” para que os permitan pasar un tiempo a solas y relajaros por vuestra cuenta.

- Se puede optar por viajar de noche, hacer el trayecto durmiendo y que se pase en un “abrir y cerrar de ojos”.
 

Consejos para el viaje

Adentrarse en el mar implica tomar una serie de precauciones para evitar los riesgos que conlleva este medio, muy hermoso pero a la vez, muy peligroso.

- Marearse en los barcos es muy frecuente (tanto adultos como niños). La cubierta superior y el centro del barco son los lugares donde el movimiento es menos perceptible, aunque también es donde más lejos estarán de ver el mar y, por lo tanto, se perderán la belleza de sus paisajes. Para evitar mareos, puedes darle alguna solución de farmacia (jarabes, chicles, comprimidos, etc.).

- Si a pesar de todo se marea, siéntale y colócale un paño húmedo y fresco en la frente hasta que se sienta mejor. Si es posible, se recomienda que adopte la posición "decúbito supino" (boca arriba y subiendo las piernas), o apoyado y con la cabeza fija.

- Nunca le dejes solo, menos aún en la cubierta; puede tropezar y caerse al mar o sufrir un accidente con alguno de los elementos del barco.

- Si no estáis en un crucero organizado, sino que es un traslado en barco de un punto a otro y se hace un poco largo y pesado, lleva pensados juegos para que se haga más ameno.

- Si le da miedo embarcarse, explícale que no corre ningún peligro, que los barcos son muy seguros y que las nuevas tecnologías hacen que se esté totalmente a salvo. Si nada de eso le convence, cuéntale historias de piratas, de aventuras en el mar, Moby Dick… ¡pero no de naufragios!