Mi hijo se muerde las uñas

Índice

• ¿Por qué se muerde las uñas mi hijo?
• Consecuencias de morderse las uñas
• ¿Cómo evitar que se muerda las uñas?

 

¿Por qué se muerde las uñas mi hijo?

La onicofagia o morderse las uñas es un mal hábito muy habitual en la infancia que, en muchos casos, se extiende a la edad adulta.

Este hábito suele empezar hacia los 3 años y, en muchos casos, desaparece al llegar a los 6 o 7 años. Si no es así y continúa o incluso se agrava, podemos estar ante un trastorno obsesivo-compulsivo o TOC, uno de los más frecuentes en la infancia y la adolescencia.

Son muchas las causas que puede llevar a un niño a empezar a morderse las uñas: aburrimiento, ansiedad o estrés, nerviosismo… Por eso, puede ser más frecuente en épocas de problemas en casa o la familia, divorcios, mudanzas, exámenes, etc.
 

Consecuencias de morderse las uñas

“Nuestras manos están en permanente contacto con objetos por lo que, cuando nos mordemos las uñas, introducimos en la boca bacterias y suciedad. De ahí que sea la causa de infecciones como herpes, llagas, etc.” explica el Dr. José Cordero, director médico de Néctar, Salud en Positivo.

Sin embargo, las consecuencias para la salud pueden ir mucho más allá. “El hecho de mordisquear y tirar de las uñas puede provocar un mal desarrollo de la dentadura, así como una mala oclusión o mordida abierta”, advierte el Dr. Cordero. “De ahí la importancia de corregir este vicio tan pronto como sea posible, especialmente en los niños en edad de crecimiento”, subraya el experto.

Morderse las uñas también puede causar heridas en la piel, uñas encarnadas, verrugas, lombrices al morderse las uñas con tierra en la que puede haber parásitos de este tipo, deformaciones en los dedos e incluso problemas para relacionarse con los demás si tiene las uñas mordidas se ven desagradables, lo que puede minar su autoestima.
 

¿Cómo evitar que se muerda las uñas?

Los remedios, farmacéuticos y caseros, son múltiples: pintarse las uñas con productos con mal sabor, ponerse uñas postizas que no puedan morderse, automotivarse colgando una foto de unas manos bonitas, sanas y cuidadas... Si la causa radica en la ansiedad, el nerviosismo, o la inseguridad, abordar directamente el problema causante de este estrés puede ayudar a abandonar este vicio y pedir ayuda a un profesional de psicología.

Por ello, es importante averiguar la causa de este hábito o manía para poder buscar la solución más adecuada. Es importante que le expliques por qué es malo este hábito y todos los problemas que le puede acarrear. Haz le partícipe del problema para que intente dejarlo.

Cuando se esté mordiendo las uñas, házselo ver, pero sin regañarlo. Si estás con gente, podéis acordar una palabra para que sepa que lo está haciendo otra vez, pero no dejarle en ridículo delante de los demás. Así no se pondrá más nervioso al ser el centro de atención.

Cuando se muerda las uñas, ofrécele alternativas para que se mantenga ocupado y no tenga que morderse las uñas. Hacer manualidades, ayudarte con las tareas de casa, etc.

Informa del problema al entorno más cercano del niño para que puedan ayudarte con estas mismas pautas.

Por último, intenta mejorar el aspecto de las manos del niño y que mantenga la higiene para evitar infecciones.