• Buscar

Cuentos no sexistas

Cuentos no sexistas

Los cuentos y las historias de los libros pueden ayudar a mejorar la educación en igualdad, enseñando a los niños y niñas que son iguales y que pueden hacer las mismas cosas, como ser valientes heroínas o preocupados y solícitos padres. 

Publicidad

Muchas veces, los cuentos clásicos reproducen visiones sexistas de las mujeres, especialmente en lo que se refiere a mostrarlas como amas de casa, cuidando de los hijos y esperando a que un apuesto hombre las rescate. Y aunque esto no significa que debemos dejar de leer esos cuentos a nuestros hijos, hay que hacerlo explicándoles que eso no tiene por qué ser siempre así y leyéndoles cuentos en los que las mujeres y los hombres adopten roles diferentes y nada sexistas, como estos que te proponemos.

1- María, una princesa valiente

Érase una vez la hija de un poderoso rey. Se llamaba María y era muy valiente. En el país en que ella habitaba existía un lago encantado al que ningún ser humano se acercaba. En el lago vivía un Monstruo que, sin compasión ni piedad, se llevaba al fondo a cuantos se extraviaban por aquella región y a los que equivocadamente intentaban bañarse en las claras aguas del lago.

María había oído hablar con frecuencia del Monstruo y también sabía dónde estaba el lago que aquel habitaba.

Articulo relacionado: Cuentos graciosos para niños

Cayeron lluvias torrenciales y muy continuas en todo el país, y las tierras quedaron inundadas. Entonces, María dijo a sus padres:

-Yo quiero ir a ver al Monstruo del lago para preguntarle si podría hacer cesar esta lluvia pertinaz.

Pero su padre, el Rey, se lo prohibió, y su madre derramó abundantes lágrimas a la sola idea de lo que pudiese suceder, ya que era terca María, y lo más fácil de suponer era que el Monstruo la devorase…

2- La valiente Kixa

Érase una vez un monstruito llamado Remin. Remin vivía en un mundo de fantasía en el que desobedecía todo lo que su familia y amigos le decían. No hacía los deberes, no iba al cole, no se aseaba, no cuidaba de sus hermanitos... un desastre, sólo se dedicaba a pasar horas y horas delante de su pantalla multicolor, viendo a qué niños podía asustar en la noche.

Su mamá le decía que eso no podía ser, que debía cambiar por su bien y el de todos, que si no, nunca sería un Monstruo de Leyenda. Remin no hizo caso y esa noche decidió ir a dar un susto a una niña…

3- La reina de la selva

Érase una vez una vez una monita llamada Lola. Lola era muy juguetona y soñadora. Pero tenía un problema. No se gustaba a sí misma. Ella era muy pequeñita y un poco torpe. Admiraba mucho al león Rodrigo el rey de la selva porque era muy grande, tan fuerte, todo el mundo le respetaba, y tenía una melena tan bonita. Deseaba con todas sus fuerzas llegar a ser como él…

4- El dragón llorón

Muchas son las historias que se cuentan sobre dragones. Misteriosos seres que duermen en lo más profundo de la tierra y se alzan hasta lo más alto en el cielo escupiendo fuego de su garganta, mientras valientes caballeros luchan contra ellos para defender a bellas princesas de sus enormes garras.

Pero en este cuento nuestro dragón no tenía grandes colmillos, ni afiladas garras, ni siquiera echaba fuego por la boca. No era un dragón despiadado como los demás, ni era grande ni feroz, ni secuestraba a princesas, ni daba miedo... más bien daba risa. Porque eso era lo que hacían los habitantes del reino: reírse de Floro, que así era como se llamaba el pequeño dragón. Floro no había aprendido a echar fuego por la boca como debiera a su edad y eso le costaba muchos disgustos a sus padres, conocidos dragones desde hacía siglos en todos los confines de la tierra por su fiereza y crueldad.

Así que cada mañana Floro salía de su oscura cueva en lo alto de la montaña en busca de aldeanos a los que asustar, pero por más que lo intentaba, nada de nada. De su boca sólo salía un fino hilillo de humo en lugar de una espesa llamarada. Y aunque se ponía de puntillas para parecer más alto y monstruoso, todo era inútil, la gente en vez de echar a correr echaba carcajadas…

5- Caperucita ya no necesita al cazador

Como cada semana, Caperucita se puso su capa roja para ir a casa de su abuelita a llevarle algo de comida ya que la pobre estaba muy mayor y apenas podía salir de casa. Su abuela vivía bastante lejos, así que Caperucita tenía que coger dos autobuses y cruzar un parque enorme hasta llegar al chalé de su abuelita.

Ese día, se le hizo un poco más tarde de la cuenta ya que se entretuvo hablando por el móvil con su amiga Elena, así que, cuando le tocó atravesar el parque, ya había oscurecido. Un poco asustada, iba mirando a todas partes por si aparecía alguien malvado dispuesto a hacerla daño. Y, de repente, oyó un aullido aterrador y, de detrás de un árbol, salió un temible lobo.

Foto: Creado por Pressfoto - Freepik.com


Fecha de actualización: 16-11-2020

Redacción: Irene García

Publicidad
Publicidad

TodoPapás es una web de divulgación e información. Como tal, todos los artículos son redactados y revisados concienzudamentepero es posible que puedan contener algún error o que no recojan todos los enfoques sobre una materia. Por ello, la web nosustituye una opinión o prescripción médica. Ante cualquier duda sobre tu salud o la de tu familia es recomendable acudir a unaconsulta médica para que pueda evaluar la situación en particular y, eventualmente, prescribir el tratamiento que sea preciso.Señalar a todos los efectos legales que la información recogida en la web podría ser incompleta, errónea o incorrecta, yen ningún caso supone ninguna relación contractual ni de ninguna índole.

×