Aprendiendo a esperar

Índice

• ¿Por qué los niños no tienen paciencia?
• Trucos para que los niños aprendan a esperar

 

¿Por qué los niños no tienen paciencia?

Como madre, ya habrás comprobado que los niños no entienden de paciencia, no pueden comprender que no todo se puede tener ya. La capacidad para esperar es una destreza aprendida, se construye a lo largo de la vida y comienza a desarrollarse desde que somos bebés.

Cuando es necesario esperar, los niños suelen aburrirse, volverse inquietos e irritables. Para lograr que la espera sea más soportable para los adultos y divertida para ellos, hay que mantenerlos ocupados, ofreciéndoles alguna actividad o juego que les haga despreocuparse. El  tipo de juego dependerá del lugar donde nos encontremos. 

Además, es importante no darles todo a la primera y acostumbrarles a esperar unos minutos y que no todo se puede conseguir al momento. 
 

Trucos para que los niños aprendan a esperar
 

Aquí tienes unos truquitos útiles para que no desesperes esperando.

Lleva pequeños juguetes en el bolso. No te ocuparán mucho y en situación de emergencia podrás echar mano de ellos para mantenerle entretenido. Los más socorridos son aquellos que pueden ser utilizados en múltiples maneras. Evita los que sólo tienen un uso y opta por ejemplo por lápices, rotuladores y papel. Incluye también juguetes que le permitan jugar a juegos diferentes y crear varios tipos de posibilidades de juego. Mételos en un pequeño neceser de maquillaje y llévalo siempre en el bolso junto al móvil, los cosméticos, la cartera y las llaves. Recuerda cambiar los juguetes de vez en cuando para mantener las posibilidades del niño frescas. ¡No te arrepentirás!

Érase una vez.... Lleva un cuento o ¡invéntatelo! Una historia imaginativa captará su atención y puede hacer más llevadera la espera. Puedes guardar un par de cuentos en el coche o crear uno recurriendo a elementos que veas a tu alrededor; se sentirá más implicado y a ti te resultará más sencillo inventar el cuento. ¡O pídele que te lo cuente él!

Si se te han olvidado los juguetes, puedes recurrir a un poco de creatividad para salvar la situación como jugar a las adivinanzas, trabalenguas, a nombrar palabras u objetos, que empiecen con una letra determinada, realizar algún juego en el que utilicemos nuestras manos, jugar al clásico y siempre recurrente ‘veo veo’, etc.

Si estáis en la sala de espera del médico puedes pedirle que busque en una revista algún objeto que se te ocurra. Piensa en algo que pueda aparecer en una foto, como un árbol, un coche blanco, un perro, o un zapato azul.

El juego de las caras feas es muy fácil y se partirá de risa. Solo tenéis que sentaros o colocaros el uno al lado del otro y girar la cabeza para no veros. A la de 3, daros la vuelta hacia el otro poniendo una cara divertida. También podéis haceros fotos con el móvil y votar la cara más horrorosa.

Enseña a ser paciente, siendo paciente. Predica con el ejemplo y no te quejes o te muestres irascible por tener que esperar una cola. Tu hijo imitará tus actitudes. La espera forma parte de la vida y asumirla siendo conscientes de ello puede ser muy beneficioso. Especialmente en el caso de los niños, que deben aprender que no todo es diversión y estimulación las 24 horas del día. Aprender a aburrirse también forma parte de su desarrollo.