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Aprender a compartir con los demás

Aprender a compartir con los demás

Los niños cuando son pequeños sobre todo entre los 3 y los 5 años demuestran ser egoístas, pero ¿lo son por naturaleza o es una actitud aprendida? Es deber de los padres enseñarles que compartir con los demás proporciona bienestar, porque igual que la generosidad, el egoísmo también es aprendido.

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Indice

 

¿Por qué es tan importante que los niños aprendan a compartir?

Enseñar a compartir es algo esencial para poder vivir y desarrollarse en sociedad, de este modo además de crecer como persona se crean vínculos más fuertes y duraderos con los demás.

Saber compartir es una habilidad social que debe ser aprendida de los padres. No es tarea fácil puesto que necesita grandes dosis de tiempo y paciencia. Son muchos los padres que catalogan a sus hijos como egoístas porque no saben compartir, pero en realidad sí que sabe, sólo necesita aprenderlo y ser constante en ello, y eso es algo que cuesta.

Incluso el niño que aprende y sabe esperar su turno para jugar con un juguete, que sabe jugar con otros niños adecuadamente, que también es capaz de compartir su almuerzo con sus compañeros de clase y que dibuja para sus padres bonitos dibujos para demostrar su cariño…también puede llegar el día en que se muestre impulsivo y que eso de tener que esperar a que su amigo le preste su juguete preferido le resulte toda una tortura y prefiera no compartirlo.

Este mismo niño sabe ser agradable y entiende que compartir puede ser muy divertido y por eso hay que potenciarlo haciendo de él un niño generoso y pasar del comportamiento impulsivo y egoísta al comportamiento altruista. Pero ¿cómo conseguir que el pequeño aprenda a compartir con los demás?

 

Aprender a compartir

Para que aprenda a compartir un niño no tiene que estar obligado a hacerlo porque entonces se conseguirá el efecto contrario, debe salir de él mismo el compartir con los demás y ver los beneficios que tiene. La mejor forma de que el pequeño aprenda a hacerlo es que lo vea con el ejemplo de sus padres, viéndoles compartir de forma habitual en su día a día.

Así mismo la estimulación de otros adultos de su entorno más próximo es fundamental, como la familia y los maestros en la escuela, éstos pueden hacerle ver que es generoso felicitándole cuando otros niños jueguen con sus juguetes y él ser muestre tolerante.

Si se castiga a un niño cuando no quiere compartir sólo se potencia así la conducta indeseada haciendo que el niño sienta resentimiento (nada adecuado para un buen aprendizaje), si se le llama egoísta pensará que es así realmente porque se le estará etiquetando de ese modo.

Es por este motivo, que en lugar de utilizar refuerzos negativos (como el castigo) es mucho más efectivo usar los refuerzos positivos y entender por parte de los padres, que habrá algunas cosas que no quiera compartir y tampoco pasa nada.

Él solo empezará a darse cuenta que compartir con sus amigos es mucho más divertido que quedárselo todo para él, debes darle tiempo para que pueda evolucionar y madurar acorde a su edad.

 

Enseñar desde casa a compartir

Desde el hogar se pueden valorar algunos aspectos para que el niño aprenda a compartir, por ejemplo:

- Jugar con el pequeño en casa con juegos que tengan una meta comúnque potencien la colaboración entre equipos.

- Darle merienda o cosas que tenga que compartir con los amigos.

- Cuando exista una pelea se debe hablar con él para potenciar su empatía y ver qué está ocurriendo entre los niños. De este modo se le puede explicar cómo su amiguito está triste porque no quiere prestarle el muñeco y si juegan los dos se lo pasarán mucho mejor.

- Se le debe dar espacio para que aprenda a solucionar los problemas con sus iguales aunque el concepto de compartir aún no lo tenga muy claro. Sólo si es necesario el adulto intervendrá y le dará pautas claras para guiar la situación en favor de compartir.

- Hay que explicarle al niño que si comparte con los demás niños no lo va a perder porque después se lo devolverán y además podrá tener la oportunidad de que esos niños luego le presten sus divertidos juguetes.

- Hay que respetar las cosas de los hijos de igual manera que gusta que respeten las de uno mismo. Para ello hay que tratar bien sus pertenencias y pedir permiso antes de coger prestado sus cosas, sea cuál sea para que tenga la opción de decir que sí o que no. En un hogar todos deben respetar las cosas de todos.

- Si va a tener invitados en casa se puede hablar con el pequeño para que decida qué juguetes querrá compartir y cuáles prefiere guardar, de este modo también tendrá opción de decidir si quiere o no compartir sus cosas y por qué.

Y sobre todo, lo más importante como he comentado antes y quiero remarcar es predicar con el ejemplo. Si unos padres quieren que su hijo aprenda a compartir, es esencial enseñar estos valores de forma natural, es decir, que no sólo sea enseñar sino también, mostrar. 


Fecha de actualización: 17-06-2020

Redacción: María José Roldán

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