Donación de óvulos: factores psicológicos a tener en cuenta
La dificultad para quedarse embarazada es un problema que puede estar provocado por distintas causas pero que afecta actualmente a alrededor de un 20% de las mujeres. Cuando una pareja se enfrenta a problemas para concebir, lo primero es acudir a una clínica especializada en fertilidad para realizar los estudios correspondientes y concluir cuál es la causa y el mejor tratamiento.
Índice
- ¿Qué es la ovodonación?
- Factores psicológicos en la mujer donante de óvulos
- Factores psicológicos en la mujer receptora de óvulos
¿Qué es la ovodonación?
En España existe la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), que trabaja con los mejores profesionales del sector para promover los estudios sobre fertilidad tanto entre los profesionales como entre el médico-paciente, con el objetivo de que estos tengan la mayor información disponible acerca del tema.
Cuando el origen de la infertilidad está en la carencia de óvulos por alguna enfermedad que haya padecido la mujer o cuando han fracasado de forma reiterada las técnicas de reproducción asistida con sus propios óvulos se hace necesario recurrir a óvulos de terceras personas.
La ovodonación es un proceso por el que mujeres sanas se someten a una estimulación ovárica para donar sus óvulos de forma desinteresada a aquellas parejas que lo necesiten. Se trata de un procedimiento muy extendido, un acto de extrema generosidad por el que una mujer, sana y que cumpla una serie de requisitos muy básicos, decide donar sus óvulos para facilitar el embarazo a mujeres con problemas de fertilidad.
Pero, aunque no se trata de un proceso largo, complicado ni doloroso -ni para la mujer donante ni para la receptora-, sí que implica un acto muy íntimo y puede tener consecuencias psicológicas para algunas de las implicadas, por lo que es recomendable que tengas en cuenta una serie de factores antes de decidir someterte a un tratamiento de ovodonación, en cualquiera de las dos situaciones.
Factores psicológicos en la mujer donante de óvulos
- Es tu decisión. La donación de óvulos es un acto de generosidad que debe nacer de ti: nadie puede obligarte a donar si no estás convencida de ello.
- Pareja. A pesar de lo anterior, lo recomendable es consultar la situación con la pareja. Se trata de una decisión importante y lo ideal es hablarlo y exponer vuestros puntos de vista. Realizar la donación a escondidas nunca será una buena idea, sino un signo de, como mínimo, mala comunicación. Pero eso ya sería otro problema.
- Futura fertilidad. Una de las mayores reticencias de las mujeres que cumplen los requisitos para ser donantes de óvulos es si puede afectarles a la hora de querer quedarse embarazadas. No debes preocuparte por esto: la donación de óvulos no afecta en absoluto a tu fertilidad ni a las posibilidades de quedarte en estado cuando lo desees.
- Carácter altruista. La donación de óvulos es una procedimiento no remunerado. Solamente podrá acordarse una recompensa económica para cubrir los gastos por desplazamientos y otras molestias.
- Anonimato. En ningún caso ni la donante de óvulos ni la receptora conocerán la identidad de la otra mujer. El carácter anónimo de la donación se considera imprescindible para evitar problemas posteriores, tanto legales como emocionales.
- Dudas médicas. Como decíamos arriba, no se trata de un proceso largo, doloroso ni complicado, pero es normal que te surjan interrogantes sobre posibles efectos secundarios, riesgos, dolores… Consulta al médico encargado de llevar a cabo el tratamiento todas las dudas que tengas.
- Análisis psicológico. Además de realizarle una detallada encuesta sobre sus antecedentes, su estilo de vida y su historia médica familiar, en la clínica en la que se vaya a realizar la ovodonación se encargarán de comprobar que la donante se encuentra en perfecto estado psicológico.
- Requisitos físicos. Una candidata a donar óvulos debe cumplir una serie de condiciones: estar en un rango de edad de entre 18 y 35 años, no tener antecedentes de enfermedades hereditarias, pasar una analítica de sangre y orina, resultados negativos en prueba de serología y contar con una buena salud física en general.
Factores psicológicos en la mujer receptora de óvulos
- Resistencia a la frustración. El porcentaje de éxito en tratamientos de ovodonación está en torno al 40%. Esto tiene que tenerse en cuenta desde el principio para que no aparezcan sentimientos de frustración y de tristeza en caso de que no funcione. Es mejor verlo como un paso más de un camino: si no funciona esta vez, hay más posibilidades y otras técnicas de reproducción asistida.
- Anonimato. La pareja receptora no conocerá la identidad de la donante. Aunque algunas mujeres sienten curiosidad, varios estudios consideran que la mayoría de las parejas están conformes con esta situación ya que rebaja la ansiedad
- ¿Y si el niño no se parece en nada a mí? Para empezar, el óvulo sólo supondrá una parte de la carga genética del embrión fecundado, ya que la otra corresponderá a la masculina. Además, antes de un proceso de, por ejemplo, fecundación in vitro con ovodonación, se realiza un completo estudio de los rasgos fenotípicos de las dos mujeres con el fin de garantizar el mayor grado posible de parecido físico de la futura descendencia.
- Culpabilizarse. Los sentimientos de culpa son habituales en las mujeres receptoras de óvulos, así como ante cualquier otro tratamiento de reproducción asistida. Son pensamientos automáticos muy difíciles de controlar, pero tratar de hacerlo es básico para evitar, en la medida de lo posible, los sentimientos dolorosos que nos provoca la situación. La pareja, o la familia y amigos en caso de que se trate de una mujer que acude “sola”, será su mejor apoyo, pero puede ser necesario acudir a un especialista.
- Ayuda psicológica. Como decíamos, puede ser necesario acudir a un especialista que ayude a la pareja a afrontar la situación. Ser padre es uno de los momentos más importantes en la vida de una persona y pasar por problemas de fertilidad puede provocar estrés, ansiedad, angustia y hacer aflorar muchos miedos. Es una situación tan común que existen unidades especializadas en psicología reproductiva.
- Pareja. La comunicación entre los miembros de la pareja adquiere en una situación como esta una especial relevancia. Lo ideal es que los dos se apoyen durante el tratamiento y compartan sus miedos. Los reproches deben quedar fuera de la pareja: ninguno de los dos es culpable de estas dificultades a la hora ser padres.
- Confía en tu médico. Existen numerosas clínicas especializadas en realizar tratamientos de fertilidad y reproducción asistida, por lo que es difícil elegir en cuál vamos a realizar el tratamiento. Es importante pedir opiniones de terceros, buscar información y elegir un doctor que nos dé confianza. Una vez que lo hayamos elegido lo mejor es consultarle todas las dudas que tengamos, ya que es normal que surjan preguntas sobre cuestiones médicas o sobre asuntos relacionados con la genética de los futuros hijos. Un equipo médico profesional hará que se reduzcan vuestros miedos y vuestro nivel de estrés. En España existe la SEF (Sociedad Española de Fertilidad), que trabaja con los mejores profesionales del sector para promover toda la información sobre estudios de fertilidad tanto entre los profesionales como de cara a las parejas en busca de información.
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