Suplementos alimenticios en el embarazo, ¿los necesito?
Para la mayoría de la gente con buena salud una dieta equilibrada proporciona todos los nutrientes necesarios para mantener una vida saludable. Si bien, durante el embarazo los requerimientos de ciertos nutrientes se multiplican y los suplementos son en muchas ocasiones indispensables
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Hay algunos suplementos que se recomiendan a todas las embarazadas, como el ácido fólico, el yodo y la vitamina D, independientemente de lo saludable de sus dietas habituales. Otros suplementos responden a necesidades concretas y solo deben tomarse durante el embarazo si, tras un análisis, se consideran imprescindibles.
El ácido fólico
Se recomienda tomar ácido fólico tan pronto como se desee concebir ya que resultará esencial para el correcto desarrollo del bebé durante las primeras semanas de embarazo.
Varios estudios han demostrado que cantidades suficientes de ácido fólico ayudan a reducir el riesgo de defectos en el tubo neural del bebé, tales como la espina bífida o la anencefalia. En estas anomalías el tubo neural no llega a cerrarse durante la fase inicial de la gestación. El ácido fólico ayuda a que el tubo neural se cierre y se desarrolle adecuadamente.
Además de los suplementos se recomienda una dieta rica en folato, que puede encontrarse en las verduras de hoja verde como las espinacas, así como en las legumbres y los cereales enriquecidos.
Se aconseja consumir 400 mcg diarios de ácido fólico antes de la concepción y durante el primer trimestre de embarazo.
Yodo
El desarrollo del cerebro depende, entre otros, del suministro materno de la hormona tiroidea, en cuya síntesis interviene el yodo. De ahí la crucial importancia de este micronutriente esencial en el menú diario de toda embarazada.
En países como España, por hábitos de consumo y por motivos geológicos, la población presenta un déficit moderado de yodo que, en el caso de las embarazadas, resulta especialmente preocupante, ya que en ellas cualquier carencia de este mineral puede perjudicar al niño.
Una alimentación pobre en este mineral puede acarrear enfermedades tiroideas en las madres, puede suponer asimismo el riesgo de que el bebé nazca con hipotiroidismo y causar lesiones cerebrales en el niño durante el embarazo y la lactancia.
Por ello conviene consumir 200 microgramos diarios de yodo ya incluso en la etapa preconcepcional.
Vitamina D
Este nutriente ayuda a absorber el calcio y por lo tanto es necesario para la correcta formación de los huesos. Entre las fuentes de vitamina D se encuentran los huevos, la mayoría de los pescados, las verduras de hoja muy oscura y la luz solar. De hecho hasta un 90% del suministro esta vitamina depende de la exposición adecuada a la luz solar. Un paseo diario de unos 15 minutos con la piel expuesta al sol puede ser suficiente, si bien no siempre resulta posible, y alrededor de un tercio de las mujeres tiene bajos niveles de vitamina D, especialmente aquellas que no pueden recibir suficiente cantidad de sol, por lo que se hace necesario aumentar la ingesta con alimentos o suplementos. Los expertos recomiendan 10 mcg diarios durante la gestación y la lactancia.
Omega 3
Aunque no se consideran imprescindibles para los adultos, ciertos estudios sugieren que el desarrollo de la vista y del sistema nervioso del bebé puede favorecerse gracias al consumo de ácidos grasos omega 3. Son conocidos también como ácidos grasos esenciales y al no ser producidos por el cuerpo deben ser suministrados a través de la dieta. A pesar de la mala fama de la grasa en las dietas saludables, ésta es fundamental para la absorción de vitaminas solubles en grasa: A, D, E y K.
Para las mujeres gestantes o que estén dando el pecho, se estima una ingesta mínima diaria de 200 mg de DHA (ácido docosahexaenoico, ácido omega 3 de cadena larga). Lo que supondría un consumo de dos raciones de 100-150 g de pescado azul por semana. Dado que estas cantidades son difíciles de alcanzar en las dietas actuales, tal como nos indican los datos estadísticos, se aconseja la suplementación dietética con complementos ricos en DHA.Éste está presente en pescados azules como el salmón, la caballa o las anchoas, aunque conviene evitar pescados como el pez espada por su alto contenido en mercurio.
Hierro
El hierro es necesario para la regeneración de hemoglobina, el componente que transporta el oxígeno en los hematíes.
Algunas mujeres, tras un análisis sanguíneo, pueden presentar niveles bajos de hierro y padecer anemia. La anemia es común en el embarazo, porque el contenido adicional de líquido en la sangre diluye la cantidad de hematíes. Además el bebé utiliza parte de las propias reservas de hierro. Esta enfermedad puede solucionarse con un suplemento de hierro, que el médico deberá prescribir.
Entre los alimentos ricos en hierro se incluyen la carne roja, el pescado, el pollo, los huevos, las espinacas y el brécol.
Suplementos multivitamínicos
Aunque las necesidades de vitaminas aumentan durante la gestación, cantidades excesivas de algunas de ellas podrían resultar peligrosas (por ejemplo de vitamina A), por lo que mientras se adopte una dieta variada que incluya muchas frutas y verduras, los requerimientos estarán cubiertos. No ocurre lo mismo, sin embargo, con aquellas mujeres cuya dieta es limitada, (vegetarianas, diabéticas, etc.). En cualquier caso debes recordar que los suplementos más seguros son aquellos especialmente formulados para el embarazo, ya que contienen dosis reducidas de estas vitaminas. Otros, no prescritos para el embarazo, pueden no contar con una dosificación equilibrada de nutrientes.
No olvides que los preparados multivitamínicos no son el sustituto de una dieta sana. Los alimentos naturales como las frutas y verduras contienen otros nutrientes beneficiosos que no se encuentran en la mayoría de los suplementos. Tampoco se conocen lo beneficios de consumir un suplemento vitamínico para las mujeres embarazadas con una dieta sana, variada y equilibrada. Si por cualquier razón consideras que tu ingesta de nutrientes no es la adecuada, consúltalo con tu médico y pídele información al respecto. Él tendrá la última palabra.
Fuentes:
West, Zita (2007), El cuidado del bebé antes del nacimiento. Ed. Pearson Alhambra.
SNS Suplementos en embarazadas: controversias, evidencias y recomendaciones https://www.mscbs.gob.es/biblioPublic/publicaciones/recursos_propios/infMedic/docs/vol34n4_Suplementos.pdf
Fecha de actualización: 28-05-2020
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