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Embarazo sano

Embarazo sano

Ahora que sabes que estás esperando un bebé, lo más importante para ti debe ser cuidarte (mental y físicamente) para así asegurar el desarrollo y crecimiento de tu pequeño.

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Tomar suplementos vitamínicos

Si acudes al ginecólogo mientras estás buscando el embarazo, te recomendará empezar a tomar ciertas vitaminas y minerales que contribuirán al correcto desarrollo del feto desde el primer momento de la concepción. Uno de los más importantes es el ácido fólico, una vitamina del grupo B que ayuda a evitar los defectos del tubo neural, como la anencefalia o la espina bífida. Algunos alimentos contienen esta vitamina, pero la dieta no suministra las cantidades necesarias durante la gestación (600 mcg diarios), por lo que tendrás que tomar suplementos que lo contengan.

También el yodo es muy importante, ya que contribuye a la formación del cerebro del feto y a su desarrollo neuronal.

Los complejos vitamínicos para embarazadas incluyen también hierro para evitar la anemia gestacional, muy habitual ya que el bebé puede agotar las reservas de hierro de la madre.

El resto de vitaminas y minerales necesarios en la gestación (calcio, cobre, omega 3…) te los proporcionará una dieta saludable.

Articulo relacionado: Nutrición en el embarazo

 

Una alimentación equilibrada y sana


El feto crece y se desarrolla gracias a los nutrientes que le suministra su madre a través de la alimentación. Por eso es tan importante la dieta durante estos nueve meses. Ésta debe ser variada, sana y rica en frutas, verduras, legumbres, pescados y carnes blancas. Evita las grasas, las frituras, la bollería industrial, las bebidas gaseosas…

Asimismo, hay ciertos alimentos totalmente prohibidos: carnes y pescados crudos, embutidos… Todos aquellos que puedan transmitir la toxoplasmosis. Las verduras y frutas, aunque no deben faltar, hay que lavarlas bien si se van a comer crudas para evitar esta bacteria. Tampoco se deben consumir lácteos  o patés sin pasteurizar, ahumados o pescado crudo. 

A pesar del dicho “en el embarazo hay que comer por dos”, no se debe comer en exceso, ya que coger mucho peso puede ser peligroso para el bebé. Tampoco es saludable una alimentación deficiente. Puedes aumentar la ingesta de calorías en unas 150 en los primeros meses y ascender hasta 300 en el tercer trimestre de embarazo. 

En cuanto al peso, se deben engordar entre 10 y 12 kilos en una gestación normal si tu peso era saludable antes de la gestación. Si tenías bajo peso, debes engordar más, y si tenías sobrepeso u obesidad, menos de 10 kilos. 
 

Nada de tabaco ni alcohol


El tabaco es sumamente perjudicial para el feto, con lo que deberías dejar de fumar antes de quedarte embarazada. Pero si no lo has hecho, no pierdas tiempo y olvídate totalmente del tabaco. Fumar durante la gestación favorece el bajo peso del bebé, partos prematuros, desprendimiento prematuro de la placenta, muerte súbita infantil y enfermedades respiratorias.

En cuanto al alcohol, incrementa el riesgo de aborto espontáneo, bajo peso al nacer y alteraciones en el sistema nervioso. Así que nada de alcohol, ni siquiera una cerveza o copa de vino de vez en cuando, ya que no se sabe la cantidad mínima que es perjudicial, por lo que mejor no tomar nada de nada. 

 

Realizar ejercicio de manera regular


El deporte moderado no es peligroso durante el embarazo, sino todo lo contrario. Es beneficioso porque ayuda a preparar al cuerpo para los cambios sufridos por el aumento de volumen de la barriga, favorece la musculatura para el parto, tonifica y relaja…

Sin embargo, no todos los deportes son adecuados, debes elegir aquellos en los que no te fatigues en exceso ni corras riesgo de caídas o lesiones. Nadar, andar, pilates o yoga son recomendables para tu estado actual.

Recuerda no cansarte en exceso y no pasar de 140 pulsaciones por minuto. Si notas mucho cansancio, mareo, visión borrosa o contracciones, para. 
 

Evitar el estrés

Aunque parezca difícil de cumplir, debes intentar estar tranquila y relajada en estos meses, las preocupaciones y la tensión aumentan las molestias y dolores, y también afectan al feto, pudiendo hacer que sea un bebé más nervioso e intranquilo cuando nazca. El exceso de cortisol en el torrente sanguíneo es malo para el bebé, así que procura estar tranquila.

Además, es muy importante dormir las horas necesarias (8 como mínimo) y de manera tranquila. El sueño equilibra el organismo y ayuda a acumular reservas energéticas. Se recomienda dormir tumbada sobre el lado izquierdo para evitar el síndrome de hipotensión supina que puede producirse si el útero aplasta la vena cava inferior. Si estás incómoda, prueba a colocarte unas almohadas. 

 

Acudir a las visitas prenatales

A lo largo de estos meses te realizarán una serie de pruebas para comprobar que todo se desarrolla adecuadamente (ecografías, análisis…). Gracias a estos controles médicos se pueden detectar a tiempo posibles enfermedades o problemas, que podrían llegar a ser graves si no se diagnostican pronto. Por eso, no te saltes ninguna visita y hazte todas las pruebas que tu obstetra considere necesarias.

Asimismo, es importante acudir a las clases de preparación al parto, ya que en ellas la matrona y los profesionales de la medicina te darán información, resolverán tus dudas, te enseñarán cómo respirar en el parto y todo lo que debes hacer para favorecer la expulsión del bebé. 

 

Cuidar la piel

La piel sufre mucho durante el embarazo, sobre todo la zona del abdomen y los senos. También el aumento de volumen de sangre y los cambios hormonales puede provocar la aparición de ciertos trastornos y molestias: cloasma, picores, estrías, acné…

Por eso, debes extremar los cuidados de tu piel hidratándola a diario, usando una crema con factor de protección solar alto, evitando los rayos de sol, aplicándote cremas antiestrías, etc.

 

 


Fuente: Huggins-Cooper, Lynn (2005), Maravillosamente embarazada, Madrid, Ed, Nowtilus.

Fecha de actualización: 06-08-2020

Redacción: Irene García

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