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Navidad en belen

Enviado por jazaks

Navidad en belen

Era una noche hermosa allí en Belén. Aunque ya estaba entrada la noche había una clara luz de luna que alumbraba las calles y se metía por las ventanas de las pobres casas, donde dormían los niños arropados con sus mantas viejas y desgastadas.María y José llevaban largo camino andado recorriendo la aldea buscando un lugar donde pasar la noche. La mula denotaba cansancio y José se lamentaba cuando las puertas se cerraban a su paso, pues era posible que María diera luz esa misma noche.En las afueras de Belén, josé preparó un cobertizo desvencijado para que María estuviera cómoda. Un buey y algunas gallinas observaban impasibles a los dos recién llegados. Cerca de allí una pastorcilla y su joven marido agrupaban a sus ovejas en el redil, cuando olleron a María quejarse. Acudieron enseguida y mientras Sara ayudaba a María a dar a luz, el chico Juan buscaba leña para hacer el fuego. José preparaba el pesebre de los animales para acoger al niño cuando divisó a lo lejos una gran luz en el inmenso cielo estrellado.Cuando por fin Sara recogió al bebé desnudo en sus brazos pudo ver en sus ojos el azul del cielo, inocencia y ternura infinitas. Fue cuando supo que jamás volvería a ser la misma. En su interior, su corazón pertenecía ya a ese niño llamado por su madre JESÚS. Es ese momento Jesús rompió a llorar y su llanto se coló por las ventanas, chimeneas y rendijas de las paredes de las casas de Belén. Todas los hombres,mujeres, ancianos,niños y hasta perros y ratones abrieron sus ojos a la vez y se sintieron felices por un instante sin saber porqué, renovando esperanzas de prosperidad para el día que esperaban dormidos. Algunos sintieron la necesidad de vestirse con sus mejores ropas, coger sus más fuertes y hemosos animales: el panadero su pan, el molinero su maiz,el pastor su cordero más blanco...Todos fueron siguiendo la luz de su corazón que les guiaba hacia el triste cobertizo con su mula y su buey resoplando entre la paja.En un rincón del desierto paraje los pastores se agolpaban acurrucándose junto al fuego, cuando de pronto el frío intenso que les amenazaba desapareció. Un joven con vestiduras claras se acercó al grupo, puso su mano en el hombro de Marcos y cogió de la mano a Andrés hablándole dulcemente. Les dijo que un niño había nacido en Belén, áquel que les daría la paz y la esperanza para ellos, sus hijos y los hijos venideros. Seguid la luz; y ellos se levantaron y marcharon felices. La pequeña Ana se asomó por su ventana y lo que vió la dejó maravillada. Todos los niños salieron de sus casas. Los imponentes camellos resoplaban. Debían de haber al menos cincuenta, todos ataviados con sus monturas brillantes y coloridas. Muchos de ellos portaban enormes fardos que se balanceaban de lado a lado pareciendo caer. Al menos cien pajes guiaban a los camellos por las estrechas callejuelas. Los cascabeles de sus brocados golpeaban las rejas de las ventanas  dejando oir una melodía alegre e infantil.Tres hermosos corceles de raza nunca vista en estas tierras encabezaban la comitiva. Montaban los caballos tres señores vestidos con nobles telas, capas hechas de terciopelo estrellado con oro bordado y sedas de colores imposibles. Melchor era el primero, con una sonrisa y una gran barba blanca repartía monedas entre los más pequeños. Gaspar tenía el pelo extrañamente rojizo y los niños  se agolpaban curiosos para verle pasar. Hacía juegos de magia donde aparecían golosinas dulces para todos.Baltasar era completamente negro y levantaba expectación. Llevaba en la cabeza un turbante tan grande que los niños pensaron que caería del caballo bajo su peso. Los tres dejaron a su paso por Belén: dinero,comida y felicidad.El pueblo estaba extrañamente iluminado con una hermosa y clara luz. Una estrella se movía lentamente y a lo lejos en el cobertizo de madera dejó caer todo su esplendor.María daba de mamar a Jesús cuando levantó la mirada y comprobó que junto a ella, los niños se sentaban para mirarla. Los pastores iban llegando y dejaban caer sus regalos a los pies del pesebre. La gente se agolpaba en la entrada.Nadie sabía porqué estaban allí en realidad, porqué el día vino en plena noche,porqué no hacía frío en invierno, ni porqué aquellos ricos extranjeros adoraban a un niño nacido más pobremente que ninguno. FIN

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