Y se armo el belen

Las figuritas del Belen estaban muy disgustadas,pues Perico se portaba muy mal con ellas. Perico era un niño un poco travieso y no trataba bien sus juguetes y otras cosas. El el Portal de Belen recien puesto ya tenía introducidos unos cuantos dinosaurios y monstruos del espacio. Lo que Perico no sabía es que el Nacimiento cobraba vida de noche y sufría las consecuencias de sus trastadas. Los cochecitos a toda velocidad molestaban a los pastores, en el río había un cocodrilo enorme que espantaba a los patitos, total ¡Un desastre!.

Decidieron los pastores hablar con la Virgen y San José y entre todos decidieron dar un escarmiento a Perico. Esa noche...cuando el niño se fue a dormir despertó en el propio Nacimiento.Había encogido hasta ser del tamaño de una figurita. No podeis imaginar el susto que se llevó y cuando se recuperó, el Angel Anunciador le dijo que tenía que viajar hasta el Portal para hablar con Jesús.

Por el camino fue viendo todo el desastre que había allí. Se hizo amigo de un perro pastor del Belén que le acompañó y le guió en su camino. Cuando  quiso cruzar el río el cocodrilo le asustó y las pastorcillas lavanderas se quejaron mucho al pasar. Pudo ver a los pastores con sus ovejas desperdigadas por el campo porque sus coches se metían en el rebaño. Y a los monstruos paseando de aquí para allá  espantando a todo el mundo.Durante todo el camino pudo pensar y se arrepintió muchísimo de lo que había hecho.

Por fin llegó al Portal y se acercó a Jesus, lloró un poquito pero enseguida la virgen le abrazó y le limpió las lagrimitas. San José le dejó que cogiera al Bebé y lo acunara un rato.Se lo pasó genial con todos y conoció a los Reyes Magos personalmente. Jugó tanto que se quedó dormido en la paja y cuando despertó estaba en su cama de nuevo en su tamaño normal. Se levantó rápidamente y corrió al Nacimiento para quitar todos los juguetes y cosas que había metido. Puso todo en su lugar . Desde entonces cada noche que duró la Navidad pudo viajar al Portal para ver al niño Jesús y dormirlo en sus brazos.

FIN