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Las hormiguitas agradecidas

Enviado por madrelucia

Las hormiguitas agradecidas

Erase una vez un niño que se llamaba albertito. Por las mañanas se levantaba, desayunaba, se aseaba e iba al colegio. Tenía muchos amiguitos, y con todos se llevaban muy bien.

Un día en clase la maestra dijo:

-"hoy vamos ha hablar de las manos, vamos ha fijarnos en ellas, son muy importantes y hay que cuidárselas, tenerlas limpias..."

Mientras que la profesora hablaba albertito se miraba sus manos y las de los demás compañeros, albertito veía que sus manos eran muy grandes, pero las de sus compañeros mas pequeñitas, entonces albertito decidió que no le gustaban sus manos, y se las metió en el bolsillo.

Cuando regreso a casa, la mamá y el papá de albertito vieron que no sacaba las manos de los bolsillos y que no quería usarlas.

Sus papas no comprendían ese comportamiento y le decían que las manos servían para todo y que había que usarlas.

Abertito no muy convencido se saco las manos de los bolsillos y procuraba no mirarlas.

Esa tarde hacía sol y sus padres decidieron ir al parque del centro de la ciudad, que estaba un poco lejos, pero hacía buena tarde, el paseo sería agradable y albertito se lo pasaba muy bien allí.

Pero no fue así, albertito estaba un poco consternado con sus manos y no podía jugar tranquilo. A lo largo de la tarde el cielo empezó a nublarse, y cuando sus padres dijeron de irse ya era tarde y empezaba a llover, entonces albertito y sus papas tuvieron que resguardarse debajo del tejadillo de un edificio.

-"¿y ahora qué hacemos?"- decía papá.

-"esperemos a que pare de llover, si no , nos pondremos empapados"- contestó mamá.

Albertito fijó su vista en una filita de hormiguitas que corría para refujiarse, justo delante de él pero la zona por la que pasaban se inundó en poco tiempo, ¿qué podía hacer albertito? !pobres hormiguitas se estaban ahogando¡.

Entonces albertito no dudó, !utilizó sus manos como barca¡, las sumergió en el charco y las extendió y al alzarlas sacó a las hormiguitas del agua y las puso bajo el tejadillo dónde estaban él y sus papás refugiados.

Cuando las hormiguitas se recuperaron, formaron otra vez su fila camino de su hormiguero, muy pegaditas a la pared.

Mientras albertito las veía alejarse albertito se sentía muy feliz y orgulloso, por haber salvado la vida de tantas hormiguitas con sus grandes manos, las siguió con la vista hasta que se metieron en su hormiguero, que estaba en la esquina de un local a unos metros de allí, papá y mamá miraban a albertito admirándolo por lo que había hecho.

-"¿ has visto que bien albertito?, has salvado a todas esas hormiguitas"- le dijo su mamá,

Y albertito muy contento le dijo - "sí, y ellas a cambio me han enseñado donde hay una tienda de paraguas"

Y papá siguió el dedo con el que albertito señalaba el local en el que estaba el hormiguero de las hormiguitas.Entonces los tres se rieron y fueron corriendo a comprar un paraguas grande, y llegaron a casa felices y secos.Al día siguiente en el colegio, los compañeros de albertito querían tener las manos grandes como él para salvar tambien a hormiguitas en días de lluvía

FIN

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