Consejos para que los niños adquieran buenos hábitos de limpieza bucodental

Índice

• ¿Por qué es tan importante la higiene bucodental?
• ¿A partir de qué edad hay que enseñar hábitos de limpieza bucodental?
• Pautas para enseñar limpieza bucodental a los niños

 

¿Por qué es tan importante la higiene bucodental?

Los niños son el grupo con mayor riesgo de padecer caries, de hecho, el 32% tendrá alguna caries a los 5-6 años. Esto se debe a que el esmalte de sus dientes es más débil que el de los adultos, tienden a comer con más frecuencia alimentos poco saludables como bollería o chucherías y aún no son expertos en cepillarse los dientes.

Además de la caries, la escasa higiene bucodental puede causar otros problemas en la salud de los niños:

- Gingivitis: provoca la irritación, enrojecimiento e hinchazón (inflamación) de la parte de las encías que rodea la base de los dientes. La causa más frecuente de la gingivitis es una mala higiene bucal que provoca esta inflamación de las encías.

- Periodontitis: grave infección de las encías que daña el tejido blando y que, sin tratamiento, puede destruir el hueso que sostiene los dientes.

Además, a largo plazo, las enfermedades de la boca pueden causar otros problemas de salud en todo el organismo ya que la boca puede ser una entrada al cuerpo de bacterias de todo tipo. Por eso, es importante cuidar la higiene bucodental desde que son bebés.
 

¿A partir de qué edad hay que enseñar hábitos de limpieza bucodental?

Como hemos visto, son muchas las enfermedades bucales que pueden surgir si no cuidamos nuestros dientes y, pese a lo que mucha gente cree, la caries y otras enfermedades dentales pueden aparecer también en bebés y en los dientes de leche. Por eso, no debemos esperar a que salgan los dientes definitivos para cuidar la higiene de la boca de los más pequeños, sino que hay que hacerlo desde que sale el primer diente de leche.

Desde ese momento tendremos que empezar a limpiar los dientes que le salgan al bebé con un cepillo de dientes adecuado y lavándoselos nosotros dos veces al día. A medida que el bebé crezca, iremos dejando que sea él solo quien se los limpie. Así, instaurando hábitos desde la más tierna infancia, el niño interiorizará que el cuidado de la boca es tan importante como lavarse las manos o bañarse.

Por lo tanto, se deben enseñar hábitos de limpieza bucodental desde bebé.

 

Pautas para enseñar limpieza bucodental a los niños

1- Cepillarse los dientes después de cada comida. Como decíamos, al principio deberás limpiar tú las encías y los dientes de leche de tu bebé cuando empiecen a salir con una gasa, dedil o cepillo de dientes para bebé. Aunque no tengan dientes aún, es conveniente limpiar las encías después de los biberones. Hacia los 18 meses ya puedes usar un cepillo adecuado para niños de esta edad e irle enseñando para que lo vaya haciendo solo, siempre con tu ayuda y bajo tu supervisión hasta los 5 años, aproximadamente.

Para limpiarle tú los dientes, puedes situarte detrás del niño e inclinar hacia atrás su cabeza. No olvides cepillar la línea de las encías y asegurarte de haber alcanzado hasta los últimos dientes del fondo.

En cuanto a la pasta de dientes, se recomienda usar de 0 a 2 años una pasta dentífrica con contenido menor a 1.000 ppm de flúor. De 3 a 6 años de 1.000-1.450 ppm de flúor. Y a partir de los 6 años pueden usarse pastas con 1.450 ppm, la misma cantidad que tienen las pastas de los adultos.

A partir de los 3 años debe empezar a cepillarse los dientes solo, aunque deberás estar delante para asegurarte de que cepilla bien cada diente, prestando especial atención a las muelas y los dientes de atrás, donde se desarrollan primero las cavidades. El cepillado debe durar al menos 2 minutos y realizarse siempre de arriba a abajo.

Una buena opción, a partir de esta edad, es darle un cepillo eléctrico ya que elimina más placa que los normales y son fáciles de usar.

No olvides cambiar el cepillo de dientes cada 3 meses o antes si ves que los filamentos están desgastados. 

 Es importante que creéis una rutina para el lavado dientes al igual que para la ducha. Por ejemplo, después de desayunar y antes de ir al colegio, y después de la cena y antes de irse a la cama.

En cuanto al hilo dental, contribuye a una mejor higiene y se recomienda desde los dos años en adelante. Es importante que un adulto realice este proceso.

2- Visitar al odontólogo todos los años. Tenga problemas o no en la boca, se debe ir al dentista todos los años para que haga una revisión y pueda detectar cualquier problema antes de que vaya a más. La primera visita se puede hacer a los 12 meses o antes si le han salido ya muchos dientes.

En esta primera visita, el odontopediatra examinará los dientes, encías y maxilares del niño para comprobar la eventual existencia de indicios de algún problema. A partir de aquí, se debe acudir mínimo una vez al año para que el médico vaya comprobando si los dientes de leche salen correctamente y si posteriormente se caen y nacen los definitivos sin problemas. Además, estará atento a posibles problemas como caries o placa.

Además, es muy importante para el correcto desarrollo de la cara y los dientes del niño hacer la primera visita al ortodoncista a los 6 años de edad, independientemente de su visita al odontopediatra.

3- ¿Qué hacer si no quiere cepillarse los dientes? Desgraciadamente, podemos encontrarnos con niños que no quieran cepillarse los dientes y cueste lograr que lo hagan, pero no debemos darnos por vencidos ya que es algo fundamental para su higiene bucal.

Si a tu hijo le cuesta cepillarse, lo primero que debes hacer es ser un buen modelo para él. Los niños imitan a sus adultos de referencia, así que debes cepillarte los dientes con él para que vea que tú también lo haces y quiera imitarte.

Además, puedes planteárselo como un juego para que le resulte más divertido. Podéis cantar una canción mientras se cepilla, darle una estrella cada vez que se lava bien los dientes, etc.

Explícale por qué es tan importante lavarse los dientes y felicítale cada vez que lo haga bien.

4- Limitar el consumo de dulces. No hay que eliminar los dulces de la dieta del niño, lo que debemos hacer es limitar su consumo a una vez por semana. Una buena alternativa es sustituirlos por otros productos más sanos como fruta. Además, siempre que coma un dulce, deberá posteriormente lavarse los dientes.

 

Dra. Myriam Sada