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¿Cómo tratar los herpes labiales en bebés y niños?

¿Cómo tratar los herpes labiales en bebés y niños?

El herpes labial, también llamado ampolla febril o herpes oral, entre otros, comienza como pequeñas ampollas que se forman alrededor de los labios y la boca. A veces también aparecen en el mentón, las mejillas y la nariz. Luego de algunos días, las ampollas suelen empezar a supurar, después forman una costra y se curan por completo en un plazo de una a dos semanas.

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Indice

 

¿Qué es el herpes infantil?

El herpes infantil, también llamado herpes labial, herpes oral o calentura, es una infección viral frecuente que se presenta en dos variedades: el herpes tipo I, la más común tanto en niños como en adultos, que produce lesiones dolorosas alrededor de la boca en forma de aftas. Las lesiones que comienzan en un lado de la boca dan paso a una zona enrojecida y abultada, con vesículas o ampollas dolorosas de 1 a 3 mm de diámetro, que se abren y dejan salir un líquido opalescente; después se forma una costra. Y el herpes tipo II.

 

Causas del herpes en niños y bebés

- Herpes simplex (Tipo I): El causante del herpes labial es el virus del herpes simple, el cual se transmite por contacto y se instala en los nervios sensoriales. Tras el contagio, el virus se activa debido a una quemadura solar, fiebre, fricción o agotamiento físico de forma crónica. 

- Herpes Zóster (Tipo II): El virus zóster es el mismo que produce también la varicela, es el causante de esta enfermedad. Para que el bebé o niño llegue a padecer herpes zóster es necesario haber estado en contacto con el virus, es decir, haber pasado antes una varicela.

El virus queda alojado en las células de los ganglios nerviosos sensitivos que inervan esa región y puede reactivarse ante situaciones de estrés, defensas bajas en el caso de los niños, fiebre, exposición al sol o la menstruación en las adolescentes. 

De hecho, según la OMS, casi el 70 por ciento de la población menor de 50 años está infectada por el virus, pero gracias a las defensas del organismo, no provoca síntomas de salud normalmente, solo en determinadas situaciones de estrés, bajada de defensas, etc.

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¿Cómo se desarrolla y cual es la duración del herpes?

- Herpes simple (Tipo I): La infección dura entre 10 y 14 días, tiempo que necesitan las ampollas para madurar, romperse, secarse y formar costras que se llegan a desprender sin dejar marcas ni cicatrices.

Es muy importante que el virus no alcance la zona ocular con el fin que la infección no se propague; es importante que el niño se lave las manos con frecuencia y no toque las ampollas, no debe besar a otras personas mientras surgen las ampollas ni debe compartir los juguetes que se haya llevado a la boca.

- Herpes Zóster (Tipo II): La primera sensación es el picor, el hormigueo o el ardor en la piel, sobre todo en el tronco (tórax y abdomen). A los 4 o 5 días la zona se enrojece y surgen unas ampollas contagiosas que contienen el virus en su interior. Estas ampollas pueden romperse y transformarse en úlceras. Al cabo de una semana o dos, se secan y forman una costra que se cae y puede dejar una cicatriz residual.

Otros síntomas que puede conllevar la enfermedad por herpes zóster son dolor abdominal, fiebre, escalofríos, dolor de cabeza y articular.

 

Desencadenantes comunes del herpes labial

Una vez que un niño se infecta con el virus que provoca herpes labial, es más probable que reaparezca en ocasiones cuando el sistema inmunitario del cuerpo esté cansado o cuando la piel se irrita por otros motivos.

Entre los disparadores del herpes labial comunes en niños previamente expuestos al virus se incluyen:

- Fatiga y estrés

- Exposición a luz solar, calor, frío o sequedad intensa

- Lesiones o grietas en la piel

- Enfermedad, por ejemplo, resfriada o gripe

- Deshidratación y dieta deficiente

- Fiebre

- Cambios hormonales

Algunas personas sufren herpes recurrentes, es decir, seis o más episodios al año. En este caso, se debe consultar al experto en pediatría. 

 

¿Cómo aliviar las molestias?

- Aplicar hielo o un paño tibio sobre las lesiones para ayudar a aliviar el dolor del herpes labial del niño.

- Consumo de alimentos fríos o helados, como los licuados, podrían aliviar los labios adoloridos y ayudar a evitar la deshidratación.

- Evitar dar al niño alimentos ácidos durante un brote de herpes labial como, por ejemplo, frutas cítricas o salsa de tomate, ya que podrían irritar el herpes labial.

Si el dolor persiste a causa de las lesiones del herpes, en especial, si el niño no quiere comer o beber, se debe consultar y pedir al experto en pediatría que recete un analgésico, como por ejemplo acetaminofeno. Además, el pediatra podrá sugerir una crema de venta libre o una crema antivírica recetada para ayudar a reducir los síntomas del herpes labial y reducir en uno o dos días la duración de los brotes.
 

¿Cómo prevenir el contagio del herpes?

Cualquier persona que entre por primera vez en contacto con este virus, aunque no tenga síntomas, puede contagiarlo a través de la saliva, aunque es más probable cuando el virus está activo.

Por eso, hay que inculcar al niño una serie de medidas de prevención para evitar el contagio:

- no compartir vasos, cubiertos, servilletas o cepillos de dientes con otras personas

- no darse besos en la boca

- usar cacao labial con protector solar

- mantener la piel de los labios bien hidratada

- no morderse los labios


Fuentes:

Ajram, Dr. Jamil, Tarés, Dra. Rosa María (2005), El primer año de tu hijo, Barcelona, Ed. Planeta.

Fecha de actualización: 23-06-2021

Redacción: Edgar Corona

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