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Bebés con uñas encarnadas

Bebés con uñas encarnadas

Las uñas son estructuras formadas principalmente por queratina y calcio, y su principal función es proteger los extremos de manos y pies ya que son más sensibles. Si alguna vez has tenido una uña encarnada sabrás perfectamente lo que duele, por lo que de sucederle lo mismo a un bebé puede provocarle mucho dolor y lloros. En este artículo te damos algunos tips para tratarlo y prevenirlo.

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Índice

 

Causas de las uñas encarnadas

Durante las primeras semanas, las uñas del bebé son más blanditas, finas y están más adheridas a la piel. Esto se debe a que ha estado en un entorno líquido durante meses y necesita un tiempo para acostumbrarse al nuevo medio.

Al ser tan blandas y frágiles es más fácil que se claven en los dedos del bebé causándole una uña encarnada. Algunas de las causas por las que esto sucede son:

- Estás cortándole mal las uñas: querer apurar y cortar la uña muy corta puede provocarlo.

- Le pones zapatos o calcetines muy pequeños: cualquier cosa que le envuelva el pie haciéndole más presión de la debida hace que uña y dedo estén más apretados de lo habitual.

- Pérdida de la uña: cuando a tu bebé se le cae una uña, al volver a crecer, está la posibilidad de que se encarne, por lo que en este caso habría que prestar especial atención al desarrollo del crecimiento de esa uña.

Infecciones: al pasar esto, la uña del pie puede cambiar su grosor y ensancharse.

- Repetidos impactos contra el pie: golpearse la parte delantera de los dedos puede ser otra causa.

 

Síntomas de las uñas encarnadas

Los síntomas que presente el bebé dependerán de su edad, pero al ser un problema localizado, los signos son visibles y fáciles de detectar.

- Inflamación y enrojecimiento de la parte del dedo más cercana a las puntas de las uñas.

- Dolor: es probable que el bebé se toque o nos señale el pie que le duele, o que llore cuando le cambiemos los calcetines o zapatos.

- Ampollas con un líquido blanquecino o amarillento (pus) son signo de infección de una uña encarnada.

- Fiebre. 

Normalmente, suele encarnarse la uña del dedo gordo del pie, aunque también puede pasar con el resto.

 

Tratamiento para las uñas encarnadas

Si notas que tu bebé tiene una uña encarnada, el primer paso será remojar la zona para que esté más blanda. Sumergir el pie en agua tibia con jabón dos veces al día durante 10 minutos será suficiente.

Una vez que notes que el pie está menos sensible, teniendo mucho cuidado, intenta empujar la uña hacia arriba para extraer la parte que se le clava. Es mejor realizar esto después de bañarlo.

A continuación, aplicar una crema antibiótica de uso tópico sería recomendable, siempre siguiendo las pautas de un especialista en pediatría o podología. También sirve clorhexidina.

Si el pequeño tiene el área muy enrojecida, se puede desinfectar con agua oxigenada y además aplicar una crema antibiótica de uso tópico para la inflamación, siempre siguiendo las pautas de tu médico de pediatría. Rara vez hay que recurrir a la cirugía para extraer la uña encarnada. 

Hay que tener en cuenta que las uñas tardan entre 12 y 18 meses en regenerarse. 
 

¿Debo de ir al pediatra?

Si después de una semana ves que la uña encarnada no mejora o que a tu bebé le sigue doliendo, lo más recomendable sería hacerle una visita al médico.

También se debe ir antes si vemos que la infección es muy grande o si la zona está demasiado enrojecida.

Él sabrá tratar la infección mejor que nadie y, si lo considera necesario, podrá darle a tu bebé antibióticos.
 

¿Cómo y cada cúanto hay que cortar las uñas a los bebés?

El mejor utensilio es el que está adaptado a su tamaño como unas tijeras pequeñas o un cortaúñas especial para bebés. Aquellos que tienen las puntas redondeadas son especialmente útiles ya que te evitarán sustos si el bebé se mueve demasiado.

Las uñas se deben cortar rectas, prestando especial atención a las puntas, y deben cubrir en su totalidad el límite del dedo. Lo ideal para prevenir las uñas encarnadas es que el corte no siga la forma redondeada del dedo y así evitar que la uña se hunda en la cutícula de la piel al crecer.

Al ser tan blandas, las uñas de los bebés no deben limarse, por lo que si quieres asegurarte de que el corte ha sido liso y que no hay peligro de que se arañe, puedes pasarle una gasa y comprobar que ninguna parte se queda enganchada.

A partir de la tercera semana, por lo general, las uñas empezarán a endurecerse o incluso a sobresalir un poco de sus deditos, y aquí será el momento de cortarlas, no antes.

En cuanto al tiempo que debe pasar entre cada vez que le cortas las uñas a tu bebé no es exacto y varía en cada caso. Algo normal sería cortarle las uñas de las manos una vez por semana, y las de los pies, que crecen con mayor lentitud, una vez al mes.


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